Sin embargo a veces las cosas, ¿se tuercen? no son como una planea y no se acaban ni “como”, ni “cuando” una lo desea. Y en esa situación me encuentro, en esa disyuntiva.
Hace un mes me salió una perla de leche. Una perla que aún me está dando guerra. Me costó un poquillo pero fui al médico. Después de observar la lesión, me preguntó si quería continuar y me dijo que la lactancia en sí no corría peligro. Me recetó una crema.
Esperanzada pensé que todo terminaría en unos días pero no es así. De hecho hoy vuelvo a otro médico buscando una nueva respuesta, porque sigue molestando, sigue doliendo. Y mientras, me planteo si ha llegado el momento para mí de un destete en firme a sabiendas de lo duro que va a ser porque mi hijo desde luego no está conforme.
En realidad, supongo, quiero creer, que el proceso comenzó hace meses, sin saberlo o sabiéndolo a medias. El primer paso que dimos fue “no se toma teta en la calle”.
Lo cierto es que ya nunca pide más que en casa, bien, pero es que en casa pide mucho.
Hoy en día no sé muy bien describir dónde estamos en este tema, no consigo establecer una pauta. A veces se llega a dormir sin ella. Las madrugadas sin teta no existen, y aún la pide para cerrar los ojos muchas veces. Hay variaciones tan tan pequeñas que sólo yo las nombro como cambios.
Pero aun ¿empezado? el proceso no había reglas, no había firmeza, únicamente se llevaban a cabo dos máximas: no ofrecer, distraer, no negar y en la calle no (lo lleva muy bien). Una vez más cada niño es un mundo, esa es la verdad, y el mío es exigente, cabezón y demandante y tiene tremendamente claro lo que quiere y que lo quiere ya. Distraer con otros alimentos, con leche de vaca (que le encanta) no sirve, una cosa es una cosa y la otra, otra. La teta es la teta y la quiero ya. No va a guardería, me tiene a su disposición y a la teta, obviamente también. Y el invierno aquí es muy largo y frío con mucho tiempo metidos en casa.
Me siento dando un paso adelante y dos atrás, hasta el punto de que cuando me preguntan si lo estoy destetando, me quedo pensativa al contestar….. y siempre afirmo que no.
Estoy sufriendo, sufriendo porque no quiero ser más firme, porque quería seguir sin recortes ni noes, porque no creo que sea el momento, aunque viendo a mi hijo ¿Cuándo lo será? La necesita tanto…… ¡He pensado tantas veces en conseguir un destete natural, por el propio paso del tiempo!
Se me agolpan sensaciones, vivencias, deseos, miedos. Llevaba tiempo con esto dentro. Hoy lo escupo porque no me entiendo, de verdad que no.
Y le doy al botón de “enviar”….
PD: mejor envío sin revisar
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!