Muchos mueren un poco antes. Incluso las personas acostumbradas a beber reaccionan igual ante los mismos niveles de alcohol. Lo que ocurre es que los bebedores habituales eliminan el alcohol más rápidamente, y les cuesta más alcanzar un nivel alto ; pero al llegar a 0,15 se emborrachan, y a 0,55 se mueren, como todos los demás.
Por lo tanto, es absolutamente imposible que la leche materna contenga más de 0,55% de alcohol, y para eso la madre tiene que estar hospitalizada por intoxicación etílica o Vino toro aguda. En la práctica, una madre borracha podría tener 0,3 o 0,3% de alcohol en la leche, y una madre que beba con moderación no va a llegar a 0,05% .
El vino tiene un 10 o 12% de alcohol. Los licores, un 30 o 40% (algunos incluso más). La cerveza tiene un 4 a 6% de alcohol. La cerveza sin alcohol puede contener legalmente hasta un 1% de alcohol. Una persona con un 1% de alcohol en la sangre estaría muerta hace tiempo. Por lo tanto, incluso la leche de una madre completamente borracha se podría embotellar con la etiqueta « leche sin alcohol ». Y la leche de una madre que ha tomado una copita, aunque llegue a 0,04% y dé positivo en el control de carretera, todavía se podría vender como “leche sin alcohol 0,0”, porque 0,04 se redondea como 0,0 (si somos puristas, 0,06 se redondea como 0,1 ; ignoro si los fabricantes de cerveza son tan estrictos).
En conclusión, la leche es, en el peor de los casos, una bebida alcohólica muy, pero que muy suave, y es casi imposible que beber alcohol durante la lactancia perjudique al bebé.
Digo “casi” porque los recién nacidos son muy sensibles al alcohol, lo metabolizan muy lentamente, y además beben como cosacos.
Más de medio litro de leche al día, con poco más de tres kilos, es como para un adulto de 60 kilos beber diez litros al día. Una amiga comadrona me ha contado que en su hospital, en Barcelona, acudió una vez a urgencias un recién nacido con somnolencia excesiva e hipotonía ; la única causa aparente era que la madre se bebía una mediana de cerveza antes de cada toma. Lo triste del caso es que la madre era abstemia ; hacía el esfuerzo de beber tanta cerveza porque había oído que era buena para tener más leche.
El consumo de alcohol se mide en gramos al día ; pero a efectos prácticos se suele medir en copas. Tradicionalmente, una copa es tanto más pequeña cuanto mayor la gradación alcohólica de la bebida : la cerveza se bebe en jarras, el vino en vasos, el vino generoso en copas, el coñas en copas más pequeñas, el tequila en recipientes minúsculos. Cada copa de bebida lleva, más o menos, la misma cantidad de alcohol. No se puede decir, por tanto, que el tequila sea más peligroso que la cerveza, siempre que se conforme con la dosis de un chupito. Por supuesto, una jarra llena de tequila sí que sería muy, pero que muy peligrosa.
En un estudio se encontró un leve retraso en el desarrollo psicomotor de los niños cuando las madres consumían más de dos copas al día. Basándose en ese dato, muchos libros recomiendan “máximo dos bebidas al día” durante la lactancia. Desde luego, es una norma prudente no solo durante la lactancia, sino durante toda la vida. El alcohol es malo para la salud, para la de la madre y para la del padre, y es buena idea no pasar nunca de las dos copas.
Pero si usted es de las que toman tres o cuatro copas al día, y no puede o no quiere dejarlo, no creo que esté perjudicando por ello a su hijo. Se perjudica a sí misma, pero no al bebé. Es mucho mejor el pecho, incluso si la madre toma tres copas al día, que el biberón. Es muy difícil que esas cantidades de alcohol afecten al bebé, y los mismos científicos, cuando volvieron a repetir su estudio unos años después, ya no encontraron relación entre el alcohol y el desarrollo psicomotor. Probablemente lo que ocurre es que muchas madres que beben durante la lactancia también bebieron durante el embarazo, y fue eso lo que afectó al desarrollo de sus hijos.
Durante el embarazo, el alcohol sí que es peligroso. Muy peligroso. No hay ninguna cantidad de alcohol que se considere segura durante el embarazo. El objetivo debe ser consumo cero, ni una gota de alcohol. Por supuesto, una cerveza por semana será menos mala que una cerveza al día, pero nadie puede garantizar que “con una cerveza por semana no pasa nada”.
Si algún día, en una fiesta, bebe más de la cuenta, puede ser prudente no dar el pecho mientras está visiblemente ebria, sobre todo si el bebé tiene pocas semanas. Cuando vuelva a estar serena, querrá decir que su nivel plasmático, y por tanto el nivel en su leche, ha vuelto a bajar de 0,15. Recuerde, el alcohol pasa fácilmente en los dos sentidos, no se queda acumulado en el pecho. Por tanto, no es necesario sacarse la leche y tirarla (a no ser que tenga los pechos demasiado llenos y le molesten) ; la leche se limpia sola.