A la polluela le ha dado por rebuscar en el armario del baño y echarse cualquier cosa que considere un producto de belleza: ayer se echó crema Nivea y un bote de champú entero, hoy gomina... se lo echa encima de la cabeza y va frotando para extenderlo por todo el cuerpo, en cuanto la pillo y me ve la cara de espanto empieza a sonreír y a pavonearse diciendo Mia bapa (Miriam guapa), así que no sé si echarme a reír o darme de cabezazos contra la pared.
No tengo cerraduras en casa (ni las quiero poner, tengo claustrofobia ) así que queda descartado cerrar la puerta con llave; intento dejar los botes fuera de su alcance, pero acaba por encontrarlos.
En fin, que será una racha pero es un poco desesperante, en cuanto lo hace la tengo que duchar, cambiar de ropa, quitar las huellas del suelo, muebles y paredes (se pone tantísima cantidad que chorrea). Lo peor, que intento no quitarle ojo pero si me llaman por teléfono, estoy con su hermano (que también tiene derecho el pobre), voy a por un vaso de agua a la cocina o suena el timbre, es el tiempo que le hace falta para armarme alguna. Hasta ahora, ha sido en cuestión de segundos .
Es más desahogo que otra cosa, no sé qué puedo hacer... su hermano era súper escrupuloso y nunca se acercó a nada que pudiera resultar pringoso.
Besos.
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más...
Mi blog: El mundo de Kim