Ayer leí el post de Montseta, "Doña no", y me identifiqué con sus comentarios y los del resto.
Yo estoy atravesando una etapa en la que las pataletas de mi hija (de casi 5 años) ante las frustraciones del día a día, no cesan. Y tiene fuerza, creedme. Pero es que se están agrandando las de mi niño, que hoy cumple 3 Quizá sea porque toma como modelo a su hermana, no lo sé. Pero la cosa es que me siento muy impotente y dudo sobre cómo estamos haciendo las cosas. No tanto por el modelo de crianza y educación, sino que más bien me culpo de no saber enfocar el tema de las rabietas, sobre todo, porque en contra de todo lo que leo, yo voy y pierdo los nervios, o intento hacerles razonar o expresar sus emociones... pero es que no me sale "aislarme" y pasar de ellos para no reforzar su actitud.
Y mirad que leemos para asesorarnos. Los que todas nombrais (Cómo hablar para que sus hijos escuchen, La ciencia de ser padres, etc) y otros más (Abrázame, mamá y otros que tratan sobre la Inteligencia Emocional, que me parece la base de todo: el autocontrol, la autoestima, la capacidad de relacionarse con los demás...). Ya no sé si es que no soy capaz de asimilarlo. ¿No os pasa que a la hora de ponerlo en práctica os cuesta mucho?
Y debemos estar haciéndolo francamente mal porque ayer, sin ir más lejos, a mi hija le salió una hernia inguinal a raíz de una pataleta de las suyas. Me avisó de un bulto en la ingle y la llevamos a urgencias, donde le diagnosticaron la hernia y nos dijeron que hay que operar. Hoy, su pediatra, me ha comentado que a su edad, es extraño, y me ha preguntado si había hecho un gran esfuerzo... le he contado lo de su rabieta, y en su opinión esa es la causa.
Pobrecita. Y yo me siento fatal por no ser capaz de ayudarla a canalizar su ira de otro modo... Hoy estoy por los suelos, desanimada.
Con lo ricos y cariñosos que son los dos!!! Son dos niños sanos, inteligentes y alegres. Pero el punto débil son las rabietas, la falta de control de sus emociones...
Bueno, ya lo he soltado. Espero que no paseis por lo mismo porque es duro, la verdad.
Gracias por estar ahí.