Lugar donde compartir el día a día de nuestros pequeños.

Moderadores: lolilolo, Titoi, Yuziel, rafi., Tote, Trece, nuriah, rosalina, ilargi, Kim, xirimiri

  • Advertisement

por Akai
#363033 Quería exponeros una técnica que se utiliza en modificación de conducta. Yo la he aplicado con mi hija y parece que da buenos resultados. Admito opiniones.

La intención paradójica.
La intención paradójica es uno de los métodos más rápidos, más poderosos y menos comprendidos para cambiar la conducta. Mediante una serie de instrucciones que llamamos “paradójicas” se han conseguido éxitos significativos en trastornos concretos como pueden ser la dificultad para dormir, el morderse las uñas y el tartamudeo (disfemia) entre otros.
Los principios teóricos se basan originalmente en las técnicas de la Terapia Breve del psiquiatra Milton H. Erickson y la logoterapia de Victor Frankl.

La denominación de “paradójica” no es gratuita sino que delata la auténtica naturaleza del sistema. Se trata de pedirle al paciente que haga precisamente lo que es objeto de malestar psicológico. Si una persona no puede dormir le pediremos que deje de hacerlo durante un tiempo o unas horas determinadas. Si un niño se muerde las uñas le exigiremos que lo haga durante más tiempo o durante intervalos más largos. Si un joven tartamudea y eso le crea gran ansiedad, le obligaremos a que tartamudee con mayor frecuencia y durante más tiempo de forma voluntaria.

Son procedimientos construidos para sorprender. Son contrarios a las expectativas de los pacientes sobre su visión de la naturaleza de la función de la terapia.

La técnica parece de entrada irresponsable y contraria al sentido común. No se entiende como potenciando lo que se intenta erradicar se va a solucionar el problema. Esta es la gran paradoja de la técnica que a continuación exponemos.

2- ¿Cómo funciona?

La eficacia de la Intención Paradójica se basa en el principio fundamental de que los pacientes intenten llevar a cabo la conducta que están evitando. De esta manera, el proceso circular, que se mantiene a sí mismo, se rompe, puesto que el intentar realizar la conducta no deseada es incompatible con la ansiedad anticipatoria y, por tanto, la neutraliza.

Imaginemos una persona que sufre insomnio. Se acuesta puntualmente pero no logra conciliar el sueño hasta una determinada hora de la madrugada. Ello le comporta problemas para despertarse por la mañana. Además, cada día, al acercarse la hora de ir a dormir, manifiesta mucha ansiedad ya que anticipa su fracaso en el intento de dormir. Pues bien, la técnica consiste precisamente en pedirle, como parte del tratamiento, que no trate de dormirse hasta más tarde de lo que lo hace (las horas deben concretarse según las circunstancias). ¿Qué conseguimos con ello? De entrada situamos el origen del problema en una causa externa al paciente (ahora ya no duerme debido a que no logra conciliar el sueño, sino porque así se le ha exigido). El primer efecto es disipar la ansiedad de anticipación con lo cual es muy probable que el resultado sea la aparición del sueño antes de lo esperado.

En el caso de las disfemias (tartamudeos) al permitir e incitar a que el niño tartamudee voluntariamente, durante un tiempo controlado, puede tener también unas consecuencias reductoras de la ansiedad y producirse una mejora.

Otro ámbito de aplicación puede ser en el de la cama mojada (enuresis). ¿Qué sucedería si le diéramos permiso o le pidiéramos a un niño que se hiciera pipi cada día durante un tiempo? Probablemente si ese problema va asociado a unos altos niveles de ansiedad por parte del niño, el sentirse liberado del mismo podría significar una mejora.

No estamos afirmando que esta sea una técnica milagrosa sino que tiene una gran capacidad terapéutica si se sabe utilizar con creatividad y en combinación con otras técnicas mas usuales. Evidentemente tiene sus límites. El principal es que su mayor eficacia está condicionada a que junto con el problema que queremos tratar se de un cierto nivel de ansiedad en la persona o niño. Como se ha expuesto la técnica incide directamente sobre las propias cogniciones al invertir los roles.

Que os parece?
Avatar de Usuario
por huskitos
#363034 Voy a intentar ponerla en práctica para ver si consigo que Adrián deje de meterse el dedo en la nariz :mrgreen: .

Ya os contaré si es efectiva.

[Url =http://lilypie.com]Imagen[/url]
Imagen
por Akai
#363041 Propontelo en serio Eva, dile que se tiene que meter el dedo en la nariz durante X tiempo, obligatorio, díselo seria. Le dejaras sorprendido. Y mantenlo, regañale si se saca el dedo de la nariz. ( en el fondo es divertido de aplicar en algunos casos...)a ver si te funciona y deja de hacerlo, pero recuerda que requiere su tiempo, no en un dia ni en dos, ya nos cuentas.
Avatar de Usuario
por Sunshine
#363098 Y mi duda es sobre la edad. A partir de cuando se puede aplicar? Mi niña si le digo no duermas, ella contenta de la vida. hasta que se desquicia y aún así no duerme y después para "bajarla", tela. O la comida o la ducha... Creo que aún no entendería, o si?
por Akai
#363123 Se aplica a partir de una edad razonable, en la que el niño entiende lo que se le dice. Sunshine, tu niña es aun pequeña. Sobre los 3 años, 4 dependiendo de la madurez del niño, se podría probar.

Para comer variado puede funcionar si tu peque tiene una edad suficiente para entender que le estas aburriendo con la comida, es decir: solo quiere comer espaguetis, y nada de verdura. Bien, se podria intentar saturarla de espaguetis, todos los dias le peparas lo mismo. Si se cansa de comer espaguetis al tercer dia, le dirás que la alternativa son judias verdes por ejemplo. Si no las quiere, la opcion siguen siendo espaguetis...(saciación).

A ver, cada madre debe de valorar la conveniencia o no de aplicarlo con su hijo, cada una conocemos si por el caracter de nuestro hijo, esta técnica puede funcionar o no.
Avatar de Usuario
por m jose
#363142 pues pablete se esta mordiendo las uñas y ultimamente nos llevamos rato peleando por eso el me dice que no se da cuenta que lo hacve sin querer, entonces tu propones que le diga que se las muerda? durante una hora sin parar? por ejemplo

ImagenImagen
ImagenImagen
Avatar de Usuario
por Yuziel
#363162 Pues yo no estoy muy convencida de que esto sea "sano" (ojo, que no tiene que confundirse con lo efectivo)...

Yo creo que el morderse las uñas, o el comer, etc. son patrones de conductas que pueden verse modificadas en un espacio de tiempo por situaciones ajenas, es decir, mi hija jamás se ha mordido las uñas, pero cuando empezó el cole, lo hizo durante un par de meses. Cuando pasó el periodo de adaptación e iba segura, dejó de hacerlo, ni más ni menos.

Lo de la comida...ahí me habéis dejado helada. ¿Cuántas de vosotras comía verduras de pequeña? :shock: porque yo nada de nada y mírame ahora. Es una cuestión de tiempo, nada más.

Creo que obligarle a hacer algo que no nos gusta es liarlos. Es decir, hasta ahora comerse las uñas estaba mal porque podíamos coger enfermedades, etc. pero ahora, de un día pa otro, mi madre me dice que me las muerda a la fuerza, y si me pregunta la seño, le diré que es que mi madre me deja, es más, me exige que lo haga :shock: :shock: :shock: No lo veo, chicas, lo siento.

Lo de la tartamudez, es que acabo de elaborar un artículo para el boletín sobre el desarrollo del lenguaje y he leído que es de lo más normal y que lo mejor para que pase, es precisamente lo contrario, no echarle cuenta.

No sé, tal vez en versión ligth, tipo: como mi hija es gritona, vamos a gritar juntas cinco minutos al día, a ver si le pierde el encanto, tal vez lo haría, pero con los casos y ejemplos que habéis puesto, pues no lo veo.

QUÉ SUERTE HAY QUE TENER AL NACER.- (SKA-P)

Imagen
Imagen
por annedebreuil
#363182 Hola,
Estoy de acuerdo con Yuziel. No me convence el método. Creo que hay ciertas conductas con las que no se "juega", no se hacen y punto, y decirles ahora que están permitidas, creo que lo único que se consigue es liarlos. Me refiero sobretodo a aquellas como pegar, morder, insultar, etc.
Otras conductas (morderse las uñas, decir tacos, etc.) son rachas, ya se le pasará, creo que cuanta menos importancia y atención reciban este tipo de conductas, antes se irán. Mi hijo de dos años y medio después de las vacaciones de navidad en las que su tía se dedicó a enseñarle tacos, se tiró luego dos semanas diciendo "joder macho", pues yo, ni caso. Y ya no lo dice. Comía con la boca abierta, cuánto más insistía yo en que así no se come, más abría la boca; cuando dejé de insistirle dejó de hacerlo. A no ser que este tipo de conductas encierren algo más serio detrás (con lo que tampoco me parece apropiado el método) no le daría más importancia, aunque suelen ser irritantes.
Con algunas cosas menos serias, tal vez haga algo parecido, lo llamo "institucionalizar la travesura" (para desesperación de mi suegra :lol: ). Por ejemplo, "sólo se pinta en el papel", pues yo le dejo pintar donde le dé la gana, y yo me apunto ¿tengo toda la casa pintada? no; después de ver a tu madre pintar un circuito de coches en el suelo del dormitorio, pintar fuera del papel ya no es tan interesante. Y lo mismo hago con chapotear en los charcos, saltar en la cama o tirar globos de agua por la ventana (sin darle algún vecino, claro).

Un abrazo
Avatar de Usuario
por Kim
#363206 Me uno al bando de las críticas. Sinceramente, no me mosquea la técnica en si, sino la idea de utilizarla con niños para corregir hábitos.
No soy psicóloga ni tengo formación específica en el tema, pero tras leer la descripción de la teoría, desde mi ignorancia le encuentro los siguientes puntos débiles:
- Se trata de pedirle al paciente que haga precisamente lo que es objeto de malestar psicológico: si hablamos de adultos, nada que objetar. Sin embargo, un niño muchas veces no es consciente de que lo que hace le provoca malestar. Si no duerme, no entiende que al día siguiente estará más cansado (o quizás lo entienda pero todavía no está preparado para pensar más a largo plazo); si se muerde las uñas, a él no le molesta la estética ni la higiene (aunque puede que a nosotros sí). Así que en este caso reemplazaríamos lo que a él debería provocarle un malestar por lo que nos provoca malestar a nosotros, es decir, desvirtuamos el principio en el que se basa la teoría.
- Nuestro deber es, entre otros, educarles, en otras palabras, ayudarles a distinguir lo que está bien de lo que está mal. Si le incitamos a repetir hasta la saciedad una conducta que en realidad pretendemos erradicar, no haremos otra cosa que confundirle. ¿Cómo puedo convencer a mi hijo de que quiero lo mejor para él si luego le animo, o incluso le obligo, a hacer algo que sé que no es lo mejor para él? ¿Dónde acaba el experimento, y hasta qué punto es lícito? ¿No le estaré enseñando a caer en el exceso para que acabe cogiéndole asco y manía a sus propios instintos? Una cosa es cuando hablamos de morderse las uñas, pero si lo aplicamos a comer, o dormir, o a aspectos fundamentales de su vida cotidiana, aparte del cacao mental que le vamos a generar y de los posibles problemas para la salud, caeremos en la técnica del exceso (es decir, en vez de pedirme un caramelo, va a querer tomarse una bolsa entera, igual me propondrá meterse una sobredosis durante varios días hasta que se le quiten las ganas de comerlos: no sé, quizás sería menos dañino dejarle uno o dos de vez en cuando).
- Muchos de esos hábitos desaparecen espóntaneamente si tratamos de no prestarles atención, como dice Yuziel el tartamudeo es un buen ejemplo. Pero si le llamamos la atención sobre el tema, es posible que fomentemos su inseguridad. Si un niño tiene un tic nervioso que se produce en situaciones de estrés, me parece igual de dañino decirle constantemente "no hagas eso" que decirle "ahora quiero que hagas eso aposta durante 1 hora". En ambos casos, le hacemos sentirse diferente, cuando quizás sería más eficaz convencerle de lo contrario (que lo que le ocurre es muy frecuente y le pasa a muchos niños, que no se preocupe por eso y con el tiempo pasará. Si nosotros le restamos importancia, él probablemente también lo hará, y al infundirle seguridad acabará dejando ese hábito).
- Me atrevo a decir que algunos de los trastornos que esta técnica pretende corregir no surgen porque sí, sino que se producen como respuesta a un malestar interior: la mente no consigue enfrentarse o digerir los sentimientos provocados por algunas situaciones y para paliarlos recurre a mecanismos alternativos para liberar la ansiedad. En otras palabras, el malestar es la causa y el hábito el efecto. Si nos centramos en eliminar los efectos sin tratar las causas que los producen, no servirá de nada, ese hábito se verá reemplazado por otro (puede que más dañino), o simplemente la ansiedad, el malestar, el estrés, la agresividad, los sentimientos negativos que sean seguirán allí, con lo cual la "solución" solo habrá sido un parche. Lo siento pero la idea me recuerda mucho a supernanny, esos "experimentos" que tratan de conseguir que el niño deje de tener rabietas sin preguntarse ni una sola vez por qué se comporta así.

♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... :mrgreen:

Mi blog: El mundo de Kim

Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
por mamigatito
#363243 No creo que con 4 años el niño tenga la capacidad ni la madurez para entender el porqué primero mamá le pide que no haga algo y luego de manera controlada ( a nuestra conveniencia) pedirle que no deje de hacerlo.

Si el "método" quiere corregir un "malestar psicológico", cabe preguntarlos que ese malestar es para el adulto.Porque el niño aún no es consciente de que produce un malestar ( tal como explica Kim).
Hablemos del ejemplo de comerse las uñas, está claro que es síntoma de estrés, ¿porqué solucinarlo provocando más estrés?, porque no dejar que el niño se tome su tiempo para comprender que el origen de su ansiedad, tiene solución?, personalmente me parece un método que no respeta.

Con el tema de las comidas, peor aún...no encuentro el más mínimo sentido de atiborrar al pequeño con lo que más le guste, con el objeto de que cambie de opinión y pida comer otra cosa.
Soy partidaria y defensora de dar tiempo, de encontrar la raiz de toda actitud...de preguntar, el por qué pasa una cosa u otra.

Saludos.

Mama de Dani (5/12/05)
por Akai
#363284 A ver chicas por favor, quien dice que se puede aplicar esta técnica, QUE NO METODO, ante cualquier conducta? Pero en que momento he dicho eso?
Se utiliza para conductas que crean malestar psicologico en la persona, en este caso niño.

Hacerse pis, morderse las uñas (es efectivo chicas, os aseguro que lo es), comer ciertos tipos de comidas...que no respeta? entonces es que no se aplica bien.
Para dormir o no, para que deje de pintar las paredes, por favor, claro que ahi no se debe aplicar!!!

Supongo que no se ha entendido bien la intervención, porque no es nada agresiva, pero hay que tener cabeza...dije que cada niño es distinto, NO SE UTILIZA PARA QUE EL NIÑO DUERMA!!! SE UTILIZA PARA EL INSOMNIO!!!

No lo he debido de explicar bien.

La que quiera que pruebe a su manera, eso seguro que si se ha entendido , se hace con respeto porque no hay ningun metodo, es una tecnica, cada madre la aplica de forma distinta con su hijo.

mjose, si, pidele que se las muerda, animale a que se las muerda, ojo: si no hay causa externa que le produzca nervios, si solo es una conducta que realiza por mania, con esta tecnica perderá el vicio por saciación.
por Akai
#363286 A ver si ahora se entiende mejor:


Su utilización en población infantil y juvenil

Se han apuntado ya intervenciones concretas en el caso de las disfemias, enuresis, morderse las uñas, etc. En el caso de niños mayores hay alguna referencia a tratamientos de fobias específicas en donde los principios de intervención coinciden o se complementan con las denominadas técnicas de inundación.

Sabemos de las peculiaridades y limitaciones de la intervención psicológica con población infantil y juvenil. Las técnicas paradójicas, dentro de este contexto, pueden aportarnos en casos y momentos concretos soluciones ingeniosas para problemas puntuales. No se trata tanto de una aplicación estándar de la técnica sino de aprovechar sus principios como una herramienta más dentro del cajón de sastre que constituyen todas las técnicas de intervención, en especial, cuando las habituales resultan ineficaces.

Con frecuencia nos encontramos con conductas disruptivas de menores que obedecen a la necesidad de comunicar algo o efectuar una demanda. A veces es la costumbre que ha impuesto un repetido quehacer diario que aunque desadaptado y no deseado se mantiene en un circulo vicioso difícil de romper. En otras ocasiones la situación o el contexto no nos permite actuar de la forma convencional y necesitamos de la creatividad. Es en todos estos casos cuando la intervención paradójica adaptada puede aportarnos alguna salida.

A continuación se exponen algunos casos en los que se podría valorar la inclusión de estas técnicas. Sin embargo, se insiste en la necesidad de entenderlas como un instrumento complementario y dentro de un marco terapéutico más amplio (vamos a tratar básicamente síntomas). Por lo tanto, en población infantil, lo entenderemos como intervenciones puntuales cuando las necesidades de la situación lo requieran y técnicas más convencionales no acaban de funcionar.

Además deberá valorarse la edad del niño, su nivel cognitivo y las posibles consecuencias negativas de su aplicación a la que más adelante nos referiremos.
Avatar de Usuario
por m jose
#363287 pues iri no se si habra algo oculto por ahi, yo no le noto nada el esta feliz comouna perdiz, pero se muerde las uñas, su padre tambien se las muerde, mi hermana, creo que viene de familia.... :roll: , es mas yo le pregunto y hablo con el y la verdad es que no creo que le pase nada, jolin ahora me da que pensar que le pueda pasar algo, seguire investigando......

ImagenImagen
ImagenImagen
Avatar de Usuario
por Kim
#363316 Iri, lo siento si te has ofendido, pero has dicho que admitías opiniones y se te han dado...
Tú no has dicho que se debería aplicar para dormir o para dejar de pintar las paredes, pero otras mamis que han leído el post lo han interpretado de esa manera. Yo simplemente argumento que dudo que esas conductas surjan sin motivo, la explicación que has puesto en el último post, "Con frecuencia nos encontramos con conductas disruptivas de menores que obedecen a la necesidad de comunicar algo o efectuar una demanda", sugiere que hay una necesidad detrás, y que creo que sería más productivo intentar averiguar la necesidad o la demanda y empezar por allí. Porque el que no veamos causa aparente no significa que no la haya. No es lo mismo un niño que empieza a hacerse pis en la cama porque acaba de tener un hermanito, ha cambiado de casa o ha empezado el cole que uno que empieza a hacerlo de la noche a la mañana sin motivo aparente. En el primer caso, posiblemente el problema desaparezca cuando consiga enfrentarse y aceptar la nueva situación; en el segundo, probablemente habrá que escarbar hasta encontrar ese "algo" que pueda haberlo desencadenado, que no lo encontremos no significa necesariamente que la conducta haya surgido espontáneamente.
Considero que probablemente sea muy efectivo en caso de los adultos, para abandonar algún hábito o adicción, pero en ese caso la decisión parte de cada uno, con todas sus consecuencias... en el caso de niños en realidad somos nosotros, no ellos, los que queremos que abandonen ese hábito, no es lo mismo.
No sé si he conseguido explicarme...

♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... :mrgreen:

Mi blog: El mundo de Kim

Imagen
Imagen
Imagen