Lugar donde compartir el día a día de nuestros pequeños.

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por petuia
#358806 Hola! se que puedo sonar exagerada. En realidad estoy tan preocupada como feliz de que sea un niño con mucha vitalidad.
Pero ya no se que hacer con sus berrinches. En este momento estamos de vacaciones en un pueblo muy lindo con playa en donde mis padres alquilaron una casita para pasar quince dias y nos invitaron. Trajimos su cuna y la adaptaciòn pareció ser muy buena. De hecho tiene exactamente los mismos horarios que siempre. Eso no ha cambiado. Se duerme a las 22 hs se despierta a las 10 de la mañana con un promedio de 3 despertares por noche para tomar pecho. (tiene 15 meses). A la tarde duerme siesta de 14 a 17 hs. Por lo visto pareciera que duerme la cantidad de horas necesarias. Pero es un constante berrinche. No sabemos que hacer. Entre 4 adultos no podemos controlarlo. Siempre está expuesto al peligro. Camina desde el año y corretea todo el tiempo. Siempre ocurre lo mismo. quiere tocar algo que es peligroso (no podemos adaptar absolutamente todo, no es nuestra casa, ) le decimos que no, tratamos de entretebnerlo con otra cosa, pero no hay caso, siempre se repite lo mismo, llorar, se queja, nos pega una y otra vez, no quiere saber nada que lo alzemos, es desgastante (perdon que escriba asi nomas pero es poco el tiempo que tengo para hacer esto, el peque esta mas demandante que nunca. El otro día quería cocinarle algo mi madre trató de distraerlo para que no se acerque al fuego, lo llevó a la pieza donde estaba mi padre y zas fue corriendo, se dio un borde de la cama filoso en la frente y tuvimos que ir a la guardia con un enorme chichón. La doctora dijo que estuvimos ahí cerquita de que se corte la frente!!. Ya empiezo a sentir que la crianza con apego no me sale bien. Siempre lo he atendido en todo. He tratado de que no llore y ahora se la pasa llorando. Solo lo calma salir a la calle o tomar la teta pero no es algo que podamos hacer las 24 horas. Yo le hablo una y otra vez con dulzura pero no hay caso. Hasta se burlan de mi de como le explico las cosas. Chicas: estoy agotada y ya he empezado a darle gritos fuertes, es que no responde!! Desde que llegamos la unica manera que tiene para relacionarse conmigo es tomando la teta o pegandome. Pareciera que no le importo, solo se acuerda cuando quiera tomar la teta, se acerca y de forma violenta quiere arracarme la ropa. No habla nada. En la playa esta barbaro, pero me parece que tanta seguridad de la crianza con apego hace que se vaya por ahi, nada de querer jugar en la arena con baldes, palitas y esas cosas. Solo quiere caminar entre la gente. y tirarse en la arena. Y se va directo al mar corriendo, se mete y si no lo tomas se interna en el mar!! Con su papá hablamos de que es muy bueno que se anime a todo pero no encontramos el equilibrio entre el animarse y que se cuide ante el peligro ¿se entiende?
Tendría mucho mas para contar pero ya no tengo mas tiempo. Esta gritando atrás mío. Ya no tengo un solo minuto para mi.
Algún consejito? Yo me había copiado unosa consejos de rafi de cuando su niño le pegaba y ella le repetía una y otra vez "no me pegues, mamà no te pega" pero a mi eso no me funciona. Ayuda!! esto va a pasar??
Besos
Petuia
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por sorocu
#358886 Primero, piensa que estais en un sitio totalmente diferente de su entorno .... y hay niños,que son muy sensibles a esto. está en plena edad de querer cogerlo todo, probarlo ..... lleno de inquietudes y con un montón de cosas a su alcance que hasta ahora no había descubierto: el mar, mucha gente, la arena ... Es normal que se sienta emocionado por explorar y a la vez necesite estar pegado a ti y al pecho, necesita sentirse seguro y respladado ....

Te transcribo este fragmento del post "EDUCAR CON CARIÑO", que pienso te puede ayudar .... Esta etapa agota muchísimo .... pero se pasa, lo que pasa es que luego vienen otras .... :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen:

viewtopic.php?f=6&t=3655

EL NIÑO PEQUEÑO: DEL AÑO A LOS DOS AÑOS Y MEDIO

ME HA PARECIDO MUY ESCLARECEDOR DE CUALES SON LOS SENTIMIENTOS DE LOS NIÑOS EN ESTA EDAD DIFICIL PARA ELLOS Y PARA LOS PADRES. AYUDA VER LAS COSAS DESDE SU POSICIÓN, Y NO SOLO DESDE LA NUESTRA. ESPERO QUE OS SEA DE AYUDA EN ESOS MOMENTOS EN LOS QUE DESEAS QUE ALGO TE AYUDE A MANTENER LA CALMA.

EL NIÑO PEQUEÑO: DEL AÑO A LOS DOS AÑOS Y MEDIO

El niño pequeño ya no es un bebé que se siente parte de usted, que la utiliza como medio de control, como la persona que le facilita las cosas, como espejo de sí mismo y del mundo. Pero todavía no es un niño, dispuesto a veda como persona por derecho propio, a aceptar la responsabilidad por sí mismo y por sus acciones en relación con usted. Ha empezado a ser consciente de que usted y él son personas separadas. A veces afirma esta individualidad recién descubierta gritando «¡No!» y «jDéjame!», oponiéndose a su control y ayuda cada vez que surge un tema. Pero otras veces se aferrará a usted, llorará cuando salga de su habitación, extenderá las manos para que lo coja en brazos y exigirá, con la boca abierta, que lo alimente.
Su comportamiento intermedio es confuso para usted, pero es doloroso para él. Tiene que convertirse en persona por derecho propio, pero se siente más seguro si continúa siendo posesión de usted. Ha de empezar a rechazar su control total sobre él, pero le resulta más fácil aceptado. Tiene que desarrollar gustos y aversiones propias, perseguir sus propios fines, incluso cuando se contradicen con los de usted, aunque ese conflicto le parezca desesperadamente peligroso. Todavía la quiere con una pasión sin igual y depende por completo de usted para encontrar apoyo emocional. El imperativo del desarrollo de la independencia entra en conflicto con el imperativo emocional propio del amor.
Si espera que el niño pequeño siga siendo lo que fue, un bebé comparativamente manejable, tendrá que chocar directamente con usted. Él necesita su amor y aprobación, pero su impulso por crecer no le permitirán aceptados al precio de una excesiva dependencia. Si usted espera que se convierta de la noche a la g1añana en 10 que será (un niño sensible), él se sentirá inadecuado. Necesita de su ayuda y su consuelo, y si se 10 retiran, no sabe arreglárselas. Tratado como un pequeño, será rebelde. Tratado como mayor, será un quejica.
Hay un camino intermedio que le permite aventurarse, al mismo tiempo que le ofrecemos seguridades contra posibles «desastres»; ayúdelo a probar, pero amortigüe sus fracasos; ofrézcale una firme estructura para un
comportamiento aceptable, pero de tal modo que no dañe su naciente sentido de ser dueño de sí mismo. Depende de la comprensión o del rechazo para que no se deje engañar por las apariencias. En muchos aspectos parece bastante más crecido de lo que él mismo se siente. Su capacidad para hablar, caminar y jugar se ha desarrollado hasta el extremo en que parece haber pocas diferencias con respecto a un niño de tres años, pero su com
prensión y su experiencia todavía no están a esa altura. Si lo trata como un
bebé, lo frenará. Tiene que aprender a comprender. Debe adquirir experiencia. Pero si lo trata como lo haría con un niño en edad preescolar, lo someterá a una presión excesiva. Se le tiene que enseñar a comprender y sus experiencias tienen que ser manejables.
La clave para comprender al niño pequeño radica en comprender el desarrollo de sus procesos de pensamiento. Sólo en la medida en que éstos maduren, esas emociones conflictivas y habilidades engañosas se unen para formar un todo razonable y manejable en que ya se ha convertido el niño.
La memoria del niño pequeño, por ejemplo, no funciona todavía como lo hará cuando sea mayor. Recuerda a personas, lugares, canciones y olores tan bien como usted, pero su memoria para algunos detalles sigue siendo muy corta. Cuando era un bebé y hacía cosas propias de bebé, eso no era importante ni parecía muy evidente. Pero ahora trata de hacer cosas de niño mayor, de una forma vital y cuidadosa. Día tras día tropieza y se cae
con el escalón que hay entre la cocina y el salón. Irritada y preocupada por los golpes que se da en la cabeza, usted se pregunta si aprenderá alguna vez. Aprenderá, pero necesitará su tiempo. No puede «llevar el escalón en la cabeza» hasta que la experiencia repetida le haya dado finalmente un lugar permanente en su memoria. Cuando era un bebé, su tarea fue evitar que se cayera.. Ahora, cuando ya es un niño pequeño, su tarea consiste en indicarle
. la presencia del escalón. Pero en estos momentos la tarea principal consiste en modificar los dolorosos resultados de esa serie de experiencias y refrescar esa memoria. Puede que tenga que acolchar el escalón y a continuación recordarle su presencia.
Del mismo modo que el recuerdo de las cosas ocurridas en el pasado es selectivo, también lo es su capacidad para la premeditación. Aunque entiende que usted se va a trabajar al verla con el maletín en la mano, no prevé los resultados de su propio comportamiento. Si es capaz de subir esa escalera de mano que tanto le atrae, lo hará. No puede pensar por adelantado en el problema de cómo volver a bajar. A menudo, las dificultades con la memoria y con la previsión se combinan para producirle problemas. Se le ha reñido una y otra vez por girar los botones de la televisión, pero cuando hoy se acerque al aparato no recordará los regaños anteriores ni preverá el próximo que se le avecina. Esos botones lo atraen como un imán.
Como no puede pensar por adelantado, apenas es capaz de esperar para hacer lo que sea. Si quiere algo, lo quiere ahora, y sus gritos empiezan incluso cuando la ve quitar la envoltura del anhelado polo. Incapaz de esperar por las cosas que le gustan, no soporta ni siquiera la pequeña incomodidad
actual para estar más cómodo un poco más tarde. Gimotea desconsolado porque el polo lo ha dejado pegajoso y, sin embargo, se opone al paño húmedo con el que se le pretende lavar la cara y que le producirá alivio. Sólo tiene la posibilidad de vivir el momento presente.
Otro tipo de inmadurez similar en su pensamiento hace que también tenga problemas en sus relaciones con las personas. La quiere a usted. Todo el mundo le dice que él la quiere mucho. Él mismo también se lo dice y al recibir usted su enorme abrazo y su sonrisa maliciosa o su risa de satisfacción, puede estar segura de que la ama. Y sin embargo, a menudo no puede comportarse de la forma en que los adultos pensamos como «cariño». No puede ponerse en lugar de usted, ni ver las cosas a través de sus ojos. Detestará que usted se ponga a llorar, pero serán los sentimientos que provocan sus propias lágrimas lo que le disgustará, y no los sentimientos que la presencia de esas lágrimas representan en usted. Su tarea todavía no consiste en tener en cuenta los sentimientos de otras personas; antes tiene que reconciliarse con los propios sentimientos. Si él le pega, y usted le devuelve el golpe para demostrarle «lo que se siente», le habrá dado una lección que no está preparado para aprender. Llorará como si golpear fuera una idea totalmente nueva para éL No establece relación alguna entre lo que le hizo y lo que usted le ha hecho a él, entre los sentimientos propios y los de usted.
A menudo incluso sus propios sentimientos son un verdadero misterio para éL No sabe lo que siente ahora, yeso, combinado con su incapacidad para recordar lo que sintió la última vez, o para predecir lo que sentirá después, hace que le sea tremendamente dificil tomar decisiones. «¿Quieres quedarte conmigo o ir a la tienda con papá?», parece una elección sencilla e insignificante, pero no es ni tan directa ni tan poco importante para el niño pequeño. ¿Con quién de los dos disfrutará más? ¿Con quién disfrutó más la última vez? ¿Qué tiene ganas de hacer ahora? No lo sabe y no puede saberlo. Vacila en su decisión, y sea ésta la que fuere, se siente desdichado.
Tendrá que aprender a tomar sus propias decisiones. Nadie puede madurar si alguien toma todas las decisiones por éL Pero practicar la toma de decisiones debería hacerse con aquellas en las que no tenga nada que perder. Si tiene que elegir entte dos dulces, «¿Cuál te comerás primero?» es la pregunta que él puede considerar sin sentir tensión alguna. Al fin y al cabo, riene los dos a su disposición. Nadie le quitará el dulce que decida no comerse primero. Y puede cambiar de opinión seis pegajosas veces si así lo ~ere.
El lenguaje del niño puede causarle problemas al sugerir que su com:rensión es mayor de lo que es en realidad. Aprende palabras nuevas y las .::riIiza cada vez más libremente, pero a muchas de ellas todavía les faltan los ~cados más sutiles. Puede utilizar la palabra «promesa», por ejemplo, ~ posiblemente no comprenda el concepto que suele transmitir esta pa~ Si le ofrece cinco minutos más de juego, prometerá irse a la cama in~t3IIlente después. Pero tras esos cinco minutos quiere otros cinco. '= =onces no entiende el reproche de su voz cuando le dice: .Pero me has :-romerido......

Las palabras también le producen problemas con la verdad. Quizá ho..:- = ya con la suficiente fluidez como para expresar frecuentes acusacionc negativas cuya exactitud todavía no significan nada para él. Habla segiJI:. ': que siente. Puede que haya sido el perro el que haya causado ese charcc =
desea que hubiera sido así, y lo dice de ese modo. Cuando, en el tranSoC"'"..;so de una pelea con su hermana se cae y se hace daño en una rodilla. ~: que ella lo empujó. En realidad, ella no le hizo nada, sino que más bien ~ rió sus sentimientos. Lo que dice es una especie de verdad sentida, que ~sulta ser bastante diferente que la verdad de los adultos.
Más adelante podrá usted demostrarle el valor de las promesas hechas responsablemente y mantenidas a rajatabla, de la verdad dicha y de las mentiras que hay que evitar. Pero todavía es demasiado pronto. No lo atosigue
con conceptos que no puede comprender. Está haciendo lo mejor que puede por agradar, pero si espera demasiado de su nivel, fracasará.
El ritmo evolutivo del niño le ha indicado que ya es hora de dejar de ser un bebé y progresar hacia el esta tus de individuo. Si lo trata como a un bebé, luchará con usted a lo largo del camino y, al final, se ganará su independencia, porque eso es lo que debe hacer. Pero la ganará a un precio terrible, pagado en forma de amor perdido.
Ese ritmo evolutivo todavía no equivale a «niñez», por lo que tampoco serán efectivos los intentos por disciplinarlo como se disciplina a un niño. Se enfrentará usted a una falta de comprensión que parece como si fuera un desafio, y cada batalla en la que participe terminará con amor perdido. Así pues, no intente conseguir el control absoluto y no participe en batallas morales. El pequeño será «bueno» si tiene la sensación de hacer lo que usted desea de él y no tiene ganas de hacer cualquier cosa que a usted le disguste. Con un poco de astucia, puede organizar su vida y sus temas en particular como un todo, de tal modo que ambos deseen lo mismo la mayoóa de las veces. El pequeño tiene los cubos de plástico desparramados por el suelo, y usted quiere que la habitación esté ordenada. Si le dice que los recoja, probablemente se negará. Si insiste, se entablará una pelea que usted no puede ganar. Si le grita o le castiga, lo reducirá al desconsuelo, pero nada de eso hará que recoja los cubos del suelo. En cambio, si le dice: «Apuesto a que puedes guardar todos esos cubos en la bolsa antes de que yo haya terminado de recoger estos libros», habrá convertido todo el asunto en un juego. Entonces él deseará hacer lo que usted quiere que haga, y lo hará. No lo hará «por mamá», y tampoco por ser un «buen chic~»,sino porque usted ha conseguido que desee hacerlo. Y en eso consiste el truco. En dirigir su vida al prever las dificultades y soslayarlas, al evitar las órdenes absolutas que serán absolutamente rechazadas, al dirigir y guiar al niño hacia el comportamiento que desea que muestre, porque nada le ha hecho desear comportarse de otro modo.
La recompensa es diversión para todos, en vez de enfrentamiento. Pero la recompensa que se obtendrá después es mucho más importante. Este niño pequeño, que todavía no sabe distinguir lo correcto de lo incorrecto, que no puede elegir entre comportarse bien y mal, está creciendo. Llegará el momento en que comprenderá cuáles son los sentimientos y los derechos de usted, que recordará las instrucciones que se le han dado, que preverá los resultados de sus acciones, comprenderá las sutilidades del lenguaje cotidiano y reconocerá los sentimientos y los derechos de los demás. Cuando llegue ese momento, podrá ser «bueno» o «revoltoso» a propósito. Lo que elija entonces dependerá en buena medida de lo que sienta sobre sus adultos «especiales». Si llega a esa siguiente fase del crecimiento con la sensación de que ustedes son básicamente cariñosos, que aprueban lo que hace y que están de su parte, querrá agradarles (en la mayoría de las ocasiones).Así pues, y con numerosos lapsos, se comportará como ustedes desean. Pero si llega a esa fase con la sensación de que son ustedes abrumadores, incomprensibles y que están contra él, quizá ya haya decidido que no vale la pena intentar agradarles porque se enfadan a menudo con él, y porque es demasiado peligroso amarles, debido a que con mucha frecuencia ha tenido la impresión de que ustedes no le amaban.
Si alguna vez se preguntan si están siendo demasiado débiles y condescendientes con su hijo pequeño, o si alguien les sugiere que ha llegado el momento de ser más duros con él, miren hacia delante. Si el niño cumple sus tres o cuatro años sin buscar su aprobación, sin sentirse cooperativo, sin
seguridad de amar y ser amado, habrán perdido la base para una «disciplina» 5cil y efectiva durante toda la infancia. En esta fase de su desarrollo, un niño feliz es un niño fácil de llevar ahora, y un niño fácil de llevar ahora,
también lo será en el futuro.


Dentro de este mismo post hay un apartado , que creo también te puede ayudar:

PEGAR Y MORDER: 16 MANERAS DE PARAR.

Las manos y los dientes en crecimiento, frecuentemente se meten en problemas. Los niños pequeños, muerden y pegan sin pensar en las consecuencias. Los mordiscos y golpes, hacen daño y deben ser corregidos, antes de que hagan daño a los cuerpos o las relaciones.

1-. ENTIENDA PORQUE LOS NIÑOS MUERDEN Y PEGAN: no se lo tome como algo personal. Los bebés muerden las manos (los pezones) que les alimentan. Todo lo que los bebés hacen se resuelve alrededor de su boca o sus manos. Las manos y los dientes son las primeras herramientas sociales, y aprenden a usarlas con las respuestas que obtienen. Tan pronto como los dientes erupcionan y las manos le agitan, los bebés experimentan y usan estos instrumentos sobre diferentes objetos, para ver que se siente. ¿y que hay más disponible y más familiar que la piel de los padres?. El trabajo de los bebés es usar estas herramientas: el de usted, enseñarle como. Estos pequeños mordiscos y golpes iniciales, tan malos como parecen, son comunicación llena de juego, no comportamiento irrespetuoso ni agresivo.
Los golpes y mordiscos agresivos son más comunes entre los 18 meses y los dos años y medio, cuando el niño carece de lenguaje verbal para comunicar sus necesidades. En su lugar se comunica mediante acciones. El morder, habitualmente para a medida que crecen las habilidades de comunicación, pero el pegar no.

2-.ENTENDER PORQUE LOS NIÑOS PEQUEÑOS (TODDLER) PEGAN Y MUERDEN: lo que en un niño pequeño son simplemente gestos socialmente incorrectos, pueden, si no son revisados, convertirse en comportamientos agresivos en los niños. Por esto es por lo que usted quiere eliminar esto del repertorio del bebé, antes de que forme parte del niño en crecimiento. Los niños se vuelven agresivos para liberar enfados, para controlar la situación, para demostrar poder o para proteger sus pertenencias en una batalla por juguetes. Algunos llegan al mal comportamiento en un intento desesperado para llegar a unos padres distantes.
La mayor parte de los comportamientos agresivos en la primera infancia, disminuyen en el momento en que el niño puede comunicarse con palabras en lugar de con acciones.

3-.CONSIDERE LA FUENTE: ¿Qué dispara un comportamiento agresivo? mantenga un diario (al menos notas mentales) que identifiquen la correlación entre los actos del niño y las circunstancias que lo favorecen. Por ejemplo: Kate mordió a Suzie durante le grupo de juego. S. tenía su pelota favorita. Era casi la hora de la siesta, había montones de niños en un sitio pequeño y S. es muy mandona.

4-. EL NIÑO QUE HACE DAÑO A UNO DE LOS PADRES: la bofetada en la cara es un comportamiento socialmente incorrecto con el que muchos niños experimentan. Reconduzca al “abofeteador” a un comportamiento socialmente aceptable: “choca esos cinco”. Igualmente reconduzca el morder: “no se muerde, hace daño a mamá”, poniendo cara infeliz y después reconduzca: “abraza a mamá, eso si me gusta”, poniendo cara feliz.
Una vez que el abofetear se ha convertido en una expresión de frustración (por ejemplo: se enfada porque no le dan un dulce) use las consecuencias naturales: firme pero calmadamente dígale: no se pega y póselo en el suelo. Seguirá estando enfadado por el dulce: vervalícelo para él, diga en palabras porque está enfadado. No permita que su hijo lo utilice como punching-ball. Dele el mensaje de que no permitirá que le haga daño. Si usted no permite que su hijo le haga daño cuando es muy joven, será menos probable que se lo haga a otros en el futuro, y que permita que se lo hagan a el: le está enseñando a decir no a las agresiones, por ejemplo levantando una mano para evitar el golpe, pero no devolverlo.

5-..TODDLERS QUE PEGAN A BEBÉS: si su hijo de un año y medio golpea con su martillo de juguete en la cabeza de bebés, retire todos los objetos con que pueda pegar Enséñele y dígale que no pegue y ofrézcale un gesto alternativo: se cariñoso, acaricia al bebé, mientras guía su mano.

6-. NO DEVUELVA EL MORDISCO: “el niño necesita aprender que los mordiscos duelen” puede usted razonar. Si pero no hay manera de que su hijo decida no morder si usted muerde. Utilice una método alternativo de “diente por diente”: lleve a su hijo aparte y dígale: “déjame que te enseñe el daño que hacen los dientes” y presione su antebrazo contra sus dientes superiores como si estuviera mordiéndose a si mismo, no de forma vengativa, sino como un padre mostrando algo: ¿ves como morder duele?. De esta lección inmediatamente después del mordisco. Usted queire que su hijo aprenda a ser sensible con los sentimientos de los demás: una lección temprana es la empatía.

7-. MODELOS DE PEGAR: K. golpea a T. La madre de K. (avergonzada e irritada) rápidamente se acerca y golpea a K. en le brazo diciendo: -“no se pega”- ¿está usted tan confundido como K. ahora?. Ha sido usted empujado por vergüenza o enfado a hacer algo ilógico? Todos lo hemos sido. Así que planifique su mente con tiempo: que hará cuando su hijo pegue a alguien.

8-. NIÑOS QUE DAÑAN A OTROS NIÑOS: usted se da cuenta de que un niño pega a otro para obtener un juguete. Muéstrele y dígale una forma alternativa de obtener el juguete: “no pegamos a otras personas. Si quieres el juguete, esperas a que tu amigo termine o pregúntale a mamá y yo pondré un tiempo para compartir. Cuando yo quiero algo de ti no te pego para conseguirlo, te lo pido amablemente”. Si el que pega no colabora, pídale a la víctima que diga que no jugará con el hasta que pida perdón y deje de pegar. También impresione: como te sentirías si te pegara a ti.

9-. TIEMPO FUERA PARA EL AGRESOR: “morder hace daño, y es malo hacer daño, te vas a sentar a mi lado”. Habitualmente, los niños de dos años pueden establecer la conexión entre ser agresivos y las consecuencias. Anime a su hijo a decir “lo siento”. Si ya no está enfadado, puede que quiera dar un beso o un abrazo.

10-.SEA UN MODELO DE NO-AGRESIÓN: un niño que convive con la agresión será agresivo. ¿Cómo comunica usted el disgusto, maneja conflictos, y obtiene sus objetivos? La agresión es contagiosa. Los niños pequeños también copian los comportamientos agresivos de hermanos mayores. haga de esto una experiencia educativa: hábleles a los mayores de que son un ejemplo Por su propio beneficio y el de los pequeños, dígales que “limpien” su acto.
Arrancar cosas de las manos es un comportamiento agresivo propio de niños pequeños y preescolares (tenga cuidado de no ejemplificar esto sin intención quitándoles las cosa de las manos). De forma tranquila explíquele porque no puede tener la cosa que a agarrado y pídale que devuelva el objeto al niño o que se lo de a usted, Puede que tenga que ofrecer un “repuesto”. Si su hijo está a punto de dañar algo valioso o a si mismo use una vos firme y muestre con el lenguaje corporal que espera que lo deje inmediatamente.
Evite situaciones que sacan lo peor de los niños. En un cumpleaños, a una madre se le ocurrió organizar una búsqueda para los chicos, por toda la casa, además ofreció un premio para el ganador: la casa y los niños terminaron arruinados.

12-. SUAVICE: observe al niño pequeño que habitualmente tira juguetes y muñecos y los golpea. Mientras algo de este comportamiento es normal, si es frecuente puede ser una bandera roja de tensión y enfado. El niño corre riesgo de tratar a los humanos de esa manera. Además de investigar en la raiz del problema, favorezca un juego más tranquilo: “abraza al osito”, “quiere ala muñeca”.

13-. RECOMPENSE: los niños de más de tres años responden bien a la recompensa. Cree un panel de puntos por no pegar: “cada dia que no pegue se dibuja una cara sonriente, y cuando tenga tres, iremos a comer juntos”.

14-. PROGRAME AUTOCONTROL: algunos niños impulsivos pueden pegar antes de pensar. Para niños de más de tres años, ayúdele a controlar esos impulsos, sugiriendo comportamientos substitutivos a los que el chico pueda recurrir cuando a su mente biene la palabra “pegar”: “tan pronto como sientas que quieres pegar, golpea una almohada o da una vuelta al patio”. Usted puede ser modelo de autocontrol: la próxima vez que piense en pegar a su hijo, hágaselo saber. sujete su propia mano y diga “no mano, no debes pegar”

15-. APLIQUE DOBLE DISCIPLINA: cuando el pegar se vuelve irrespetuoso y mina su autoridad, merece uan doble dosis de corrección: de mamá y de papá. T. de cuatro años se enfadó y pegó a su madre. Inmediatamente ella lo sentó, le miró fíjamente a los ojos e imprimió en el que bajo ninguna circunstancia debía pegar a sus padres, que ese comportamiento es intolerable y sería firmemente corregido, y le envió a su habitación. Después de este tiempo de exclusión, hablaron sobre su enfado. Más tarde compartió el hecho con su marido que habló con T. Reforzó la seriedad de la cuestión y le dijo que no le permitiría pegar a la mujer que el quería.. Este padre sabio, obtuvo más recorrido de su disciplina, haciendo saber sus sentimientos hacia su esposa.

16-. SUPERVISE: ni es bueno ni seguro dejar jugar sin supervisión a un niño agresivo con víctimas potenciales, sin padres a la vista. Si su hijo es agresivo, comparta su preocupación con los otros padres y profesores, y busque su colaboración para temperar el comportamiento agresivo de su hijo. No dude en comentar la situación, sin duda ellos tambien habrán pasado etapas de agresividad. De otra forma las agresiones pueden destruir una amistad.
Los profesores y cuidadores también deben estar vigilantes, para que la actitud no afecte a todo el grupo. En el establecimiento de un grrpo los niños aprenden lo que es socialmente aecptable: si el foco está en el niño que muerde, o si perciben que morder es un comportamiento aceptable, pueden coger esta etiqueta y hacerlo parte de su repertorio. Mientras el comportamiento de un agresor debe ser atendido inmediatamente, no de la idea de que esta es la única manera de obtener atención. Asegúrese de encontrar la manera de premiar a los niños por su buen comportamiento.

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