Lugar donde compartir el día a día de nuestros pequeños.

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por AMARAL
#358820 :shock: :shock: :shock: :shock: :shock: :shock: :shock:
carteles que dicen no se permiten niños, diosssssssss no vi nunca uno de esos, pero te juro que me quedo de piedra al conocer que por ahi alguien lo ha visto.
de todas formas me quedo con
Los días más felices de su hijo están por venir. Dependen de usted".
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por anuskapl
#358863 Pues es la cruda realidad, aunq me apene decirlo. Pero analizando desde fuera los comportamientos de algunos q tengo a mi alrededor, llego a la conclusión de q los q se comportan como "niños malcriados" son los padres. Les exigen a sus pekes actitudes propias de adultos ("no te subas al sofá", "no grites", "coge el tenedor con la derecha y el cuchillo a la izquierda", "dále un beso a tu tía como un niño educado", "no juegues así q te ensucias", etc, etc), y sin embargo, a la vez, no permiten q los niños se vayan adaptando a ciertas costumbres de los adultos: ayudar a poner la mesa, a recoger cosas en casa, a vestirse, a hacer la compra, a hacer un bizcocho, a cambiar el pañal a su hermanit@, etc "tú no puedes, q eres muy pequeño", suelen decir. Por no decir q no se permite a los niños jugar como niños.
Sin ir más lejos, hace unas semanas, mientras yo hacía la cena, Aroa se metió, literalmente, dentro de uno de los cajones q tiene bajo su cama nido. Está lleno de cajas de sus zapatitos q le han ido quedando pequeños, y le encanta sacarlas, luego colocarlas, apilarlas, sacar y meter los zapatos en las cajas, etc. Cuando estaba dentro del cajón empieza a gritar "Mira, Aroa tiene un barco!" (en ese momento fue cuando me enteré de lo q estaba haciendo y corrí a coger la cámara de vídeo para grabarla). En esto q llegaron mis suegros de visita. Yo partiéndome de risa diciéndoles q fueran a su cuarto despacito para q vieran lo q hacía la nieta ... Pues no os podéis ni imaginar el pedazo de grito q le soltaron a mi niña, q eso era de niñas malas, q no se podía desordenar así su cuarto, q mami te va reñir, se va a enfadar y luego no te va a querer, etc. Y luego fueron conmigo, q como le dejo hacer eso, q tengo q regañarla para q no lo vuelva a hacer. Me sentó fatal y, con mucha calma y voz serena (q no sé cómo pude aguantar sin gritarles) les expliqué q, primero, haga lo q haga mi niña jamás dejaré de quererla y q no quiero q la vuelvan a amenazar jamás con esa clase de comentarios falsos. Y segundo, q Aroa es una niña a la q le gusta jugar, y en ese momento sólo estaba jugando, q era otra forma de aprendizaje, q seguramente estaba aprendiendo muchas más cosas q con los cientos de juguetes de los Reyes q tiene aparcados en el armario (aquí les salió fuego x los ojos) y q, al fin y al cabo, después de jugar, a Aroa no le importaba recoger todo con la ayuda de mami.

Menudo rollo os he soltado, pero es q cosas así nos pasan casi a diario: con la familia, con los amigos (algunos claro), en el parque, en el supermercado ... De hecho x aquí, no es q pongan un cartel de "Prohibida la entrada de niños", pero en muchos sitios es ver entrar una mamá con un niño (sobre todo los q van sin carrito) y se pasan todo el rato echándote el ojo o llevas escolta mientras miras los artículos de la tienda. Más de uno debería bajar de su pedestal y ver el mundo desde los ojos de un niño. Creo q así todo sería más divertido.

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por PILARD
#358866 Yo también me quedo con la última parte del artículo. Va en aumento la admiración que siento por Carlos González. Dice verdades enooooooooooormes.
La verdad, para qué mentir, yo encuentro muchísimo cariño y comprensión en mi entorno, con las personas que nos vamos encontrando cada día, en cualquier tienda que visitamos siempre tienen una palabra amable o un detallito con mi hijo ( un bastón de pan el panadero o un bizcocho la frutera, hasta un peluche esta navidad en una perfumería...). Esta es mi visión en general. Siempre hay pequeñas piedrecitas en el camino (como lo que ya comenté en otro post sobre Imaginarium, pero con no volver suficiente. En su momento me sentó como un tiro pero se debe asumir que hay cosas así).
¿Y qué decir de la familia y amigos? Todos unos encantos con mi hijo. No puedo decir otra cosa.
Desde luego nuestra casa no ha vuelto a ser la misma desde que Jorge llegó, y sobre todo ahora que es un torbellino. Pero ¡bendito torbellino! Es un amor. :woow

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