- Jue, 10 Sep 2009, 17:34
#345147
No os quepa ninguna duda de que los adolescentes que salen en este programa actúan como actúan pura y simplemente porque de pequeños no recibieron la atención que necesitaban de parte, sobretodo, de su madre.
Este programa, el de Hermano Mayor, a diferencia de las madres adolescentes y la supernanny sí lo veo, porque claro, aquí como el problemático mide 1'80 pues ya no se atreven a encerrarle en ninguna cama de barrotes ni a gritarle más de lo necesario no fuera que les diera un par de tortazos y los tumbara. Bueno, sólo con esto se demuestra la incongruencia de estas ideas educativas de que encerrar al menor y pegarle es correcto, excepto cuando este menor ya mide 1'80 y pesa 90 kilos, entonces en programas de estos ya se opta para dialogar con ellos y hacerles razonar dialogando, hahahah, no se puede ser más hipócrita,en fin...
Bueno a ver yo hace tiempo en un foro catalán de crianza natural escribí una reflexión des de mi punto de vista como madre y como profesora de secundaria, y creo que fuiste tu precisamente, lafiu, quien me pediste permiso para traducirlo al castellano y colgarlo precisamente aquí, en dormirsinllorar.Por eso no quiero repetirme, pero sí hacer hincapié en varios puntos.
En primer lugar y lo más importante: el principal problema de los adolescentes que salen en este programa es, no ya la falta de afecto por parte de sus padres, sobretodo madres, sino pura y simplemente la falta de atención que nunca recibieron por su parte. Esto y sólo esto los ha convertido en lo que son. Las malas maneras con que tratan a sus madres se corresponden en la manera con que su madre los trataba de pequeños. Es la manera como ellos han aprendido que se debe tratar, no saben tratar a su madre de otra manera simplemente porque no conocen otra manera de tratarla. Es así de sencillo.
Los niños y las niñas que han sido tratados con desprecio, sin atender a sus necesidades emocionales en cada momento, sin hacerles el más mínimo caso, etc, cuando son adolescentes tienen muchísimos muchísimos números de acabar haciendo lo mismo con su madre y con el resto de la humanidad.
Por lo tanto, el principal problema es la falta de cariño y de atención que han recibido por parte de sus madres. Por lo tanto, la manera como el "Hermano Mayor" trata el problema de entrada ya es erróneo: focalizando la culpa única y exclusivamente en el adolescente. A partir de este mal comienzo, habla con él (ya es demasiado grandote como para encerrarle detrás de los barrotes de una cama) diciéndole lo que él hace mal -sus padres nunca hacen nada mal- y de como hace sentir a sus padres con su actitud, sin ni siquiera preguntarse como le afectan a él ciertas actitudes de sus padres.
Para entender el problema de estos chicos y chicas bastaría con que el programa hiciera flasbacks, pero no flashbacks de hace una semana ni de dos: tendrían que poner como vivía el chico o la chica cuando tenía 10 añis, 7 años, 5 años, 3 meses...El público tendría que ver como no se le hacía caso al niño cuando deberían, como se le ignoraba sistemáticamente, como no se atendían sus necesidades emocionales, como se le culpabilizaba constantemente, como recibía castigos exagerados por cosas que podían no tener importancia, etc, etc, etc.
Entonces qué pasa, que el tiempo pasa, este niño sometido e eindefenso se hace mayor, tiene 17 años, mide 1'80 y la mamá en lugar de ser una joven de 25 años es una mujer de 50 que ya empieza a perder las fuerzas, la imagen que vemos en la tele es la de un energúmeno violento (el chico o la chica) que grita a una pobre mujer sin fuerzas (la madre) y pensamos "qué malo este chico", cuando lo que el chico hace tan sólo es reproducir exactamente los patrones que le han enseñado en casa.
Pon eso yo siempre digo que todos los padres y madres que estén de acuerdo con ignorar a su hijo pequeño, con someterle para "enseñarle quien manda" e incluso con pegarle, que sea consecuentes y que lo hagan SIEMPRE, y que luego cuando el niño tenga 17 años, mida 1'80, y ellos tengan 60 y les meta un bofetón, luego no tendrán derecho a quejarse, no, no lo tendrán.
En un programa vi que un chico de 17 años daba golpes a las puertas porque su madre el fin de semana, en lugar de quedarse en casa, salía a divertirse con las amigas.
La respuesta del "experto" fue que su madre puede hacer lo que quiera son su vida y que él ya era mayor para entenderlo. Bien, eso sería así si de niño hubiera tenido a su madre siempre que la hubiera necesitado, pero como no ha sido así pues en lugar de convertirse en un adolescente independiente es un adolescente inseguro que siente dolor cuando su madre se va, igual como si tuviera 2 años, y la manera como focaliza este dolor es rompiendo las puertas, porque con 17 años ya tiene fuerza, a lo mejor con dos lo único que podría hacer sería romper a llorar, pero ahora pues reacciona así, por lo tanto incluso etiquetarlo de "violento" sería tremendamente injusto. En este caso, pues, la solución sería que efectivamente la madre, si quiere no perder para siempre la relación con su hijo, lo que tendría que hacer es dejar de salir con las amigas una temporadita y quedarse el sábado por la noche cenando una pizza con su hijo minetra ven la tele o juegan al parchís tantos findes de semana como su hijo necesite. Esa sería la solución, pero como ya de entrada enfocan mal el origen del problema y lo único que ven es un machote destrozando puertas y no ven nada más allá pues la solución es decirle al chico lo que le diríamos a cuelquier otro chico de su edad sin problemas emcocionales, que él ya es mayor y que su madre tiene derecho a hacer su vida. Pero esta receta no le sirve a él.
Como profesora he tenido alumnos etiquetados como "chungos de la clase", esos que faltan el respeto, etc, etc que a mi -ante el asombro de los otros profesores- nunca nunca nunca me lo han faltado, porque yo sí les he respetado a ellos, les he tratado con dignidad y con cariño des del primer día que entro por la puerta de la clase.
Cosas tan sencillas como des del primer día de clase olvidarte por completo de las etiquetas,de lo que te han comentado en la reunión "Mira, este es el chungo, esta es la lista, esta es la tal y la cual".Pongo buena cara en las reuniones y cuando entro en clase para mí todos son iguales. Esto para empezar.
Luego siempre mirarles a los ojos con una sonrisa y saludarles siempre "Buenos días+ su nombre":"Buenos días, Alberto", "Buenos días, Marta" Y ya cuando están todos sentados "Buenos días a todos.¿Cómo estáis? ¿Bien?". Lo mismo cuando se marchan "Hasta mañana, a descansar". De entrada eso a los "malos" los descoloca, noto que tenían la intención de caer antipáticos pero de pronto se quedan descolocados. Hemos empezado bien.
Cuando están haciendo una tarea "Bien, venga sigue". Cuando lo na hacen, recordarle que está mal hecho pero siempre darle muchas más importancia a lo que hacen bien que a lo que hacen mal.
También le doy mucha importancia al contacto físico. Por ejemplo, para agacharme a ver sus deberes me apoyo con mi mano en su hombro, para saludarles por el pasillo les toco ligeramente el brazo, etc.
Sobretodo trabajo estas 3 cosas: saludar al entrar y al salir con una sonrisa y dirigirme siempre a ellos por el nombre; recalcar mucho lo que hacen bien y contacto físico.
¿Resultados con los "problemáticos"? Asombrosos. La clase parecía el mundo al revés: un chico "problemático" que por sistema nunca hace los deberes, sólo al entrar decirme "Isabel, hoy corrijo yo los deberes que los he hecho, mira como los he hecho" y me enseña la libreta con los ejercicios hechos, como si fuera un niño de cuarto de primaria. Otro "conflictivo" que me pregunta si me gusta su peinado, otro "malote" se ofrece voluntario para ir a buscar tiza. Este de la tiza fue bueno, porque se ve que al salir a por tiza un profesor lo encontró por el camino y sospechó que loi había echado o algo, a lo que viene a clase y me pregunta "Oye, me he encontrado a fulanito por el pasillo y..." 2Sí, ha ido a por tiza", el profesor se quedó paralizado y me dijo "¿Este ha ido a por tiza????" y yo: "sí..." y puso cara como de "qué cosa más rara..." y se fue., hahahahaha.
Lo máximo fue un último día de clase, que un alumno """normal""" me dijo ¿Verdad que tu nos quieres mucho, profe?, y el etiquetado como malo malísimo gritó "A mi me quiere más!!! ¿Verdad profe?". Y al salir ya uno a uno de la clase e irnos despidiendo (porque yo soy interina y no estoy cada año en el mismo instituto), la conversación fue más o menos así:
-Adiós, Alberto, que te vaya todo muy bien, que tengas mucha suerte.
-No, profe, la suerte la van a tener los alumnos que te tengan el próximo año. Te voy a echar mucho de menos.
Bueno pues yo cerré la clase y me fui corriendo al baño...a llorar.