- Lun, 29 Jun 2009, 00:07
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Mi experiencia no es tan traumática como la que tu cuentas pero sí en cierto modo paralela. Mi hija nació prematura de 34 semanas y pasó un mes entre la UCI y la unidad de neonatos. Estaba sana, pero al principio la alimentaban solo por sonda porque no tenía fuerza para succionar, después se pasó tiempo en la incubadora porque aún no regulaba la temperatura, etc, etc...
Total, que me pasé casi tres semanas sin poderla siquiera tocar -aquí lo del plan canguro todavía no está en los protocolos médicos- y sólo podía verla dos veces al día, durante 20 minutos, y a través del cristal de la incubadora.
Yo no se si tendrá recuerdos buenos, malos o regulares de esa época. A mí, personalmente, la sensación que me transmitió siempre durante esas semanas, dentro del "mal", era de que estaba plácida y tranquila en su nidito artificial. Y contácto materno... pues creo sinceramente que es una espinita que me va a quedar más a mí que a ella porque si la vieses nadie diría que pasamos por todo eso.
Ahroa es un toro, una niña con mucha energía, inquieta, muy cariñosa y super comunicativa. Tiene rachas, como todos, de ser más independiente o de estar más enmadrada/empadrada, pero nada del otro mundo.
No me cabe la menor duda que lo ideal es que desde el mismo momento de nacer el bebé esté con su madre, que no pierdan el contacto ni un sólo momento... pero cuando no puede ser así, tú tranquila, que por lo menos por lo que me ha enseñado mi hija hasta ahora -tiene casi 3 años- no les va a causar un trauma.
Mi consejo es que, al margen de seguir un riguroso protocolo para cubrir sus necesidades médicas/salud, por lo demás, no la sobreprotejais emocionalmente. Durante dos años, a Claudia -mi hija- la estuvieron siguiendo en la unidad de atención temprana, por eso de ser prematura, y la terapeuta siempre nos dijo que si físicamente estaba bien, debíamos tratarla como un bebé cualquiera, porque muchos de los problemas que a posteriori tienen los niños que han estado enfermos o débiles en sus primeros meses de vida se derivan de la sobreprotección excesiva de los padres.
Disfruta de tu niña. La preocupación es inevitable, lo sé, porque yo se que mi hija está perfecta y aún así, con casi tres años, muchas veces comparo lo que hace con lo que hacen los niños de su edad para ver si tiene alguna secuela... pero no debemos trasmitirle a ellos nuestra inseguridad al respecto o que esta condicione nuestros actos.
Espero haberte ayudado. Un beso