Está la respuesta ofendida: "¡Callate, callate, que no le he hecho nada a tu niño!". Sólo faltaba que me atropellaran un niño para que yo pudiera hablar. Por cierto, tengo dos niños, y no me tranquiliza mucho que a uno no lo hayan visto.
Luego está la respuesta explicativa: "¿Y cómo quieres que llegue hasta allí para aparcar?". Bueno, yo pensaba que también estaba prohibido aparcar en las aceras. Por algún motivo, los conductores de motos encuentran insoportable la idea de caminar hasta su lugar de aparcamiento, como hacen los conductores de coche. Y claro, se suben a la acera para aparcar justo al ladito de donde van.
Y no hablo de niñatos inmaduros, esos ni siquiera contestan, esos me miran como a una loca y siguen su camino. Hablo de personas de las que una esperaría un comportamiento cívico. El farmacéutico de mi barrio, el dueño del bar de abajo, un Sr. talludito, una Sra. bien vestida...
Se me ocurrió que igual es misión de la policía poner freno a tanta infracción. Pero he abandonado esta idea cuando he visto que la policía patrulla en moto por las aceras. Hoy tuve que sujetar a mis niños en un senderito de tierra del Parque porque me crucé con dos policías motorizados. Me miraron mal porque no me aparté a su paso. Y claro, aunque estos policías intentaran despejar las aceras de motos, mucha credibilidad no iban a tener ¿no?
Y ya que no tengo amparo, sólo me queda una pregunta ¿Cómo le explico yo a mis niños que no pueden jugar porque estos Srs. han decidido que las zonas que el ayuntamiento destina a los peatones, las necesitan ellos para sus motos?