LA MOLESTIA DE VESTIRLES
Usted pasará mucho tiempo vistiendo a su bebé, y será mucho más fácil si no tiene que luchar con el durante todo el proceso. Aquí tiene como realizar el trabajo de modo eficiente, de manera que ambos lo disfruten.
Planee con antelación: antes de comprar la ropa, vista al niño en su imaginación: seleccione ropa fácil de poner, como mínimo una talla mayor, con un mínimo de botones. Busque cuellos elásticos que no atrapen las orejas. Escoja ropa fácil de deslizar en un blanco móvil.
Implante buenos recuerdos del vestirse. Cómo el niño se comporte durante el cambio de pañal, establece el tono para su aceptación del vestido. Muchos chicos que disfrutan del vestido pueden ser enseñados a colaborar a la edad de 1 año, a vestirse solo alguna prenda a los 2 años, y a vestirse completamente a la edad de 4 años.
Enseñe mientras viste. Pruebe estos trucos:
1-. para promover la colaboración, conecte a nivel de los ojos del niño: vista a su hijo en un lugar alto o con más seguridad poniéndose de rodillas en el suelo. Mírele, hable y cante. Juegue a un juego de vestirse: “ponemos dentro el pie izquierdo, ponemos dentro el pie derecho y ahora lo agitamos todo”
2-. Juegue a las partes del cuerpo, un viejo truco para mantener las manos inquietas ocupadas: “¿Dónde está la nariz de papá?”. Manténgalo entretenido con teatro mientras lo viste.
3-. Algunas técnicas de distracción siguen funcionando: con niños de dos años tenga un juguete especial para la hora de vestirse.
4-.Los niños mayores, colóquelos cerca de una ventana, y déjeles disfrutar la vista mientras los viste.
5-.cante una canción con la secuencia adecuada para vestirse: “primero ponemos la ropa interior, interior, interior…”. Hable de lo que está haciendo “¿Dónde está tu body?, después ponemos los calcetines…”. Diga el nombre de la ropa y enséñele donde va.
6-.Si su hijo de tres años (ATENCIÓN GUIOMAR) se resiste a vestirse, haga un capital de una ventaja evolutiva de este periodo: el amor del niño por la imaginación. Escoja un personaje que les guste a los dos. He aquí como una madre se vuelve animadora y motiva a su hijo de tres años para vestirse: “ me voy a convertir en meter pan, hablaré como meter pan y vamos a hablar de cómo meter pan necesita vestirse porque va a correr una aventura emocionante, y tiene que llevar puestos sus pantalones”
7-.Cuando un niño pequeño sabe que le van a vestir es para el una oportunidad perfecta para involucrarla a usted en una cacería. Si tiene tiempo para ello, adelante, permítalo, con muchos juegos y cosquillas una vez atrapado. Si no tiene tiempo o no está de humor, ofrézcale otro juego en su lugar: mírele a través del agujero del cuello y cuando el se acerque a mirar “cácele” con la prenda.. Lo mismo con las perneras del pantalón.
Sea su modelo de vestirse: vístale a la vez que usted, pieza por pieza. Intente un concurso de ver quien se viste antes. Rápidamente el novato se convertirá en rápido. Para los que están aprendiendo (entre tres y 4 años: “tu te pones la camisa y yo la abrocho”
Acepte malas combinaciones: un niño pequeño (entre dos y cinco) puede generar ideas fijas en su mente y protestar por las alternativas. Un niño pequeño no se caracteriza por su flexibilidad. Esto no es ser terco, es desarrollar la personalidad. Si quiere levar un jersey naranja y un pantalón rojo, déjele, aunque viole su sentido del gusto. O déle a escoges entre tres combinaciones. Esto es una pequeñez que no merece para nada una batalla. Una madre lo expresó así: si se viste solo puede ponerse lo que quiera. Por supuesto procurando que las ropas que tiene en su cajón sean adecuadas a la estación. Espere a los 10 años, y su hijo vestirá mas a la moda que usted.
De alternativas en la compra: a los 4 años, los niños se preocupan por lo que llevan puesto. Lévele de compras y déjele tener algún criterio en lo que compra: por ejemplo una de cada 3 prendas o así.
A veces los padres saben que es lo mejor. He aquí como una mamá sabia, consiguió vestir a su hijo respetándole y sin que su autoridad quedara menoscabada:
Nuestro hijo de tres años está descubriendo que tiene deseos y opiniones. Mi trabajo y mi deseo es validar su capacidad de tomar decisiones. Cuando nuestro hijo ejerce su propia voluntad y hace una elección que difiere de la nuestra, no lo contemplamos como un desafío do autoridad. Simplemente nuestro hijo quiere algo distinto de lo que queremos nosotros. Por ejemplo: mi marido estaba vistiendole. A. quería llevar su jersey nuevo gordo que le habían regalado por navidades. Hacía muchísimo calor y le llevábamos a un parque soleado. Mi marido le explicó que pasaría calor, pero A. insistió en su decisión.. Mi marido redijo: tengo una idea: llevaremos el jersey y así si hace frío tendrás que ponerte. A. pensó que llevar el jersey con el era una gran idea. Mi marido podía haberle ordenado que no se lo pusiera, pero de esta manera tomó en cuanta la decisión de A. y llegaron a un acuerdo.