como profesora y madre estoy haciendo un curso de educación emocional que imparten unos psicólogos, y la verdad me está sirviendo para corroborarme que estamos en lo cierto cuando no dejamos que nuestros hijos lloren y lo pasen mal, y hacemos caso a nuestro instinto atendiendo a sus demandas.
Os pongo unos fragmentos muy interesentes de los apuntes que nos han pasado:
Los padres que responden a las demandas del niño de manera constante, promueven la sincronización entre las conductas y las respuestas del niño, enseñando indirectamente que es aceptable expresar sus emociones y buscar activamente ayuda o consuelo. Este aprendizaje constituirá la base para sus posteriores relaciones sociales.
Los padres que promueven una vinculación segura mejoraran la práctica y la vivencia de la expresión y la regulación de las emociones del niño a través del modelaje, y le ayudan en el autocontrol de las emociones. A medida que los niños adquieran esta percepción, las situaciones estresantes pasaran a ser menos amenazadoras, porque han aprendido que los sentimientos negativos pueden cambiarse.
Esta sensación de seguridad potencia su progresiva habilidad para tolerar temporalmente los efectos negativos en situaciones frustrantes y amenazadoras.
Los niños con padres que no responden a sus necesidades generan un vínculo inseguro y evitativo. Estos niños aprenderán a inhibir la expresión emocional para evitar el rechazo del cuidador por temor a sus manifestaciones. Esta menor expresividad no significa que el niño experimente menos las emociones negativas, sinó todo lo contrario. Estos niños suelen presentar respuestas exageradas en situaciones que contienen emociones negativas, evidenciando la intensidad de la experiencia emocional y un reclamo hacia la figura de vínculo.
Las prácticas educativas dirigidas a trabajar emociones específicas también se relacionan con expresiones emocionales apropiadas para el niño y con una adecuada competencia social y emocional. La modulación eficaz de las reacciones de ira del bebé aporta a los niños equilibrio emocional. Estos niños manifiestan menos ira, muestran más expresiones de felicidad e interés, y son más capaces de responder positivamente a otras personas cuando la madre está ausente.
Ya os iré poniendo más cosas.