Al principio estaba muerta de miedo Pensé que habiamos metido la pata, no se me ocurrió que le fueran a asustar. Poco a poco, acercandola despacito y haciendole tocar el cristal para que viera que no pasaba nada.....se fue soltando el pelo y al final fue muy divertido, porque chillaba a los peces, les llamaba con la mano, les decia adios...
Nos lo pasamos genial, asi que os lo recomiendo a todos los que tengais peques como la mia, que aunque pueda parecer que no, disfrutan un montón.