Lugar donde compartir el día a día de nuestros pequeños.

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por kiritas
#245453 Hace tiempo que no entro, porque ando muy liada, con una ratita de dos años pues ya me contareis. El caso es que esta descontrolada, siempre ha sido una niña muy nerviosa y con mucho genio, pero ahora es imposible estar tranquila, no porque cometa trastadas que va, esas mas bien ninguna es una niña en ese sentido muy buena, le pides que te ayude a colocar y te ayuda, recoge sus juguetes, en ese aspecto es muy obediente. Pero en el momento que le dices que no a algo la hemos jod.... da patadas al suelo, se tira y no te hace caso, la intento coger, no no da manotazos, la intento incorporar para que me mire y ponerme a su altura y hablar con ella, se vuelve a tirar, la ignoro porque segun mi pediatra y muchas mama ignorarla es lo mejor, y no se cuando y como se debe hacer, cuando no la abrazo quiere que le abrace y cuando la he cogido quiere suelo o sea ya veis una contradiccion en toda regla
y asi es todo el dia , una verdadera desesperacion, luego se pasa todo el dia detras de mi, aupi mama, no puedo hija, a llorar que te crio, y ya ni contaros la hora de las comidas , es una odisea ella por su horario que se duerme una siesta de 3 a 5 , pues no come conmigbo no porque no pueda adelantar la hora que si puedo, si no porque tarda en comer alrededor de una hora . mi gran error es ponerle la tele mientras comia, pero es que no hay forma y ahora se lo estoy intentado quitar y se aburre con todo, asi que las comidas un error, con gritos desesperantes y pataletas todo el dia y por la noche su hora de dormir son las 9 pues a las 8 empiezo a darle la cena depende si es sopa mas tarde porque tarda menos pero si es algo que tenga que masticar a las 8 hemos empezado, luego baño y a dormir, y lo mismo llego agotadisima de oir gritos, gritos y mas gritos. Que puedo havcer, realmente estamos un poco desesperados con sus continuos berriches, ya se que es normal a esta edad pero como puedo controlarlos, tambien me doy cuenta que algunas veces la hablo de una forma muy autoritaria cuando la regaño. Dios, que dificil es educar.

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por MACRIS
#245514 Hola Kiritas
No sabes lo que te entiendo :sad:
Nosotros estamos en el mismo barco , intentado no naufragar y existen días realmente difíciles.Como tu bien dices, los dos años no son fáciles ni para ellos ni para nosotros.
Mario recién cumplido los dos, pasamos una semana muy muy difícil, de “NOES” por parte de él, intransigencia a raudales y todo lo que te pedía insistentemente a los cinco minutos no lo quería :78: ... tenia sentimientos de impotencia, de contrariedad y lo más importante; falta de expresión verbal. A nosotros esta situación no nos pillo de sorpresa, ya que leímos mucho sobre esta etapa, pero la practica no fue sencilla.....y bueno llegamos a la conclusión que no hay nada mejor como el humor . Hacer el payaso en momentos de tensión, lima asperezas tanto en ellos como en nosotros...este es nuestro pequeño secreto, también procuramos eliminar el NO en nuestra conducta , ponernos en su lugar ,anticiparnos a sus rabietas de final de tarde ( cuando más cansado está) , etc
Mucha paciencia....
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por Summertime
#246545 Hola Kiritas,

Aquí otra madre de otra ratita de dos años, sé por lo que estás pasando, pero creo que tú misma tienes la respuesta, pones que si le dices no viene la pataleta, entonces, evita esa palabra mágica, observa y actúa antes de que se desate el berrinche, distraerla es una buena idea, también darle opciones, decirle y que tal si...? en lugar de NO! que se ponen tan sensibles a esa palabrita, y bueno, que más? paciencia, mucha paciencia, pronto pasará.

A veces los berrinches se desencadenan porque tienen hambre, o sueño, te servirá observarla muchísimo y anticipar, darle bocadillos alimenticios cada cierto tiempo... ah! y las comidas, yo renuncie a la rutina de sentarla y hacerla comer... imposible! comía mejor si jugaba libremente y yo corría con la comida, pero ahora ella solita se sienta a la mesa y dura más tiempo, y va comiendo mejor.

Trata de descansar lo más que puedas, este tiempo es difícil, necesitarás de toda tu energía.

Un abrazo,
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por moneska
#246900 yo tengo otra ratita el mes que viene hara los 3 años, y llevamo tiempo muucccchhhho tiempo con esta situación, deseo que llegue la hora para estar con ella pero hay veces ufffffffffffffffffffff es insoportable..............., con los berrinches que pilla, cuando se le pasa el berrinche intento hablar con ella, y cuando esta calmada lo entiende que supongo que es lo importante, yo realmente nose como actuar frente a estas rabietas, dejarla llorando, no hacerle caso, os cuento un caso muy comun, que pasa todas las tardes, la recojo del cole, vamos a comprar, o al parque o acasa de un vecinito, bien hasta ahi todo bien, llegamos a casa sobre las 7.00 mi marido ya sta en casa, yo me pongo hacer la cena, ahi empieza la "fiesta" se esta con su padre un rato pero enseguida empieza con que quiere que mami juegue con ella, le explico y re-explico que toy haciendo la cena que despues jugamos antes de dormir, pos nada, la tengo colgada de los pantalones, mientras estoy haciendo la cena, llorando como si la estuvieran matando a mi lado en la cocina, viene su padre pa llevarsela al cuarto "ponerle el pijama, bañarla uffffffff parece que se la lleva a la guerra..............y todo eso llorando!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! asi casi todas las noches, yo creo que es un poco de todo hambre por que no quiere merendar al salir del cole y claro no echa siesta con lo cual es un poco de sueño y hambre acumulado................... pero el tema de sueño no lo puedo solucionar va a la guarde de 9 a 13 y de 15.30 a 17.30 eso si 8.30 ya sta durmiendo hasta las 7.30 u 8............... realmente esto de educar es bastante dificil!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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por Yuziel
#247063 Lee esto:

5 MANERAS EN LAS QUE LOS PADRES PUEDEN MANEJAR SU ENFADO

1-. CURE SU PASADO “ENFADOSO”:
Ser padre puede ser terapéutico. Puede mostrarle cuales son sus problemas propios y motivarle a arreglarlos. Si su pasado está cargado de ira no resuelta, inicie el camino para curarse usted antes de enfadarse y dañar a su hijo. Lo estudios de muestran que los hijos de madres que demuestran ira con frecuencia, son más difíciles de educar. Identifique problemas en su pasado que puedan contribuir a la ira del presente. ¿Fue usted maltratado o duramente castigado cuando era un niño?.¿Tiene usted dificultad para controlar su genio? ¿Nota usted una falta de paz interior?.Identifique situaciones del presente que le hacen enfadar: un trabajo poco satisfactorio, espos@, usted mismo, los niños. Recuerde que es usted espejo de sus emociones. Si su hijo ve una cara crónicamente enfadada, y oye permanente mente una voz enfadada, esa es la persona que será en el futuro con mayor probabilidad.

2-.MANTENGA LA PERSPECTIVA:
Todos tenemos un botón de “enfado”. Algunos padres son tan proclives a enfadarse que cuando explotan el perro se esconde. Pruebe este ejercicio: en primer lugar divida los malos comportamientos de su hijo en “pequeñeces” (molestias) que no merecen la pena el disgusto de enfadarse, y las cosas “grandes” (ponerse en peligro, dañar a los demás y la propiedad) que demandan una respuesta, para su propia tranquilidad y la de su hijo.

En segundo lugar condiciónese usted mismo para que las pequeñeces no le molesten. He aquí unas “grabaciones” que repetir en su mente la próxima vez que su hijo tire algo:
*estoy enfadado pero puedo controlarme
*los accidentes ocurren
*yo soy el adulto aquí
*me enfado con el hecho, no con el niño
*mantendré la calma y así todos aprenderemos algo

Repita estos ejercicios una y otra vez actuando. Añada algunas líneas para decir:
*ops! se te ha caído
*te alcanzo una toalla
*está bien: te ayudaré a limpiarlo

Notará usted un gran contraste entre esto y lo que oyó de pequeño. También se dará cuenta de que no es tan fácil como parece.

Cuando una pequeñez de la vida diaria se produce, usted estará más condicionado para controlarse. Puede respirar profundamente, alejarse, mantenerse frío, planee su estrategia y vuelva a la escena. Por ejemplo: un niño emborrona pintura en la pared: Usted se ha condicionado para no explotar, usted, naturalmente está enfadado y es útil para usted y su hijo mostrar su desagrado. Usted da como respuesta un no firme pero sin gritar. Usted pide un “tiempo fuera”. Una vez que se ha calmado, insístale al niño (si es suficientemente mayor) en que le ayude a limpiar. Tener el control sobre su ira le proporciona al niño el mensaje siguiente “mamá está enfadada, y con razón. No le gusta lo que he hecho pero me sigue queriendo y cree que soy capaz de limpiarlo solo”

Hemos encontrado que tener un enfado a veces es peor para nosotros que para el niño. Nos deja exhaustos. Con frecuencia es nuestro sentimiento tras el enfado lo que nos molesta más, más que el zapato arrojado al water. Una vez que nos damos cuenta de que podemos controlar nuestros sentimientos más fácilmente de lo que nuestros hijos pueden controlar su comportamiento, seremos capaces de sobrevivir a estas etapas de la infancia, y la vida con nuestros hijos será más fácil. Cuando enloquecemos por un niño, no dejamos que la ira crezca tanto que se convierta en furia contra nosotros mismos por la pérdida de control.

EL CÍRCULO DE LA IRA
*enfado con el niño
*enfado con uno mismo
*mas enfado con el niño por hacernos enfadar con nosotros mismos
*enfadado por estar enfadado

Usted puede romper este círculo en cualquier punto para protegerse usted y su hijo.

3-. HAGA DE LA IRA SU ALIADA:
Las emociones tienen un propósito. La ira sana le encamina a arreglas los problemas, en primer lugar porque no dejará el comportamiento de su hijo sin corrección y en segundo lugar porque no le gusta como su mal comportamiento le molesta. Esta es ira útil. Yo siempre he tenido una tolerancia muy baja para los chillidos de los niños. A la edad de 15 meses nuestro octavo hijo, Lauren, desarrolló un chillido que destrozaba los oídos, que hacía subir mi presión arterial como un cohete. O bien mi tolerancia estaba disminuyendo, o bien mis oídos se habían vuelto más sensibles con los años, pero el girito de Lauren pulsaba mi botón de enfado. No me gustaba mi hija por ello, ni me gustaba yo por no gustarme mi hija. Hubiera sido más fácil manejar el problema si yo no hubiera estado enfadado. Pero porque estaba enfadado y me di cuenta de que esto afectaba a mi actitud hacia Lauren, me sentí encaminado a hacer algo con sus gritos, que yo consideraba un comportamiento malo que no encajaba en su , por otra parte, encantadora personita. Así que en lugar de mantener el foco sobre lo mucho que odiaba esos sonidos, lo puse en las situaciones que producían esos chillidos, e intenté anticiparme a esas situaciones. Descubrí que cuando Lauren se aburría, estaba cansada, hambrienta o ignorada, chillaba. Es una personita que necesita una respuesta rápida, y sus chillidos la obtenían. Mi enfado me motivó a encontrar soluciones “para-chillidos”. Me convertí en un padre más sabio, y Lauren un bebé más agradable. Esto es ira útil.

La ira se vuelve dañina cuando no se entiende como una señal para arreglar la causa. Usted la deja crecer hasta que le disgustan sus propios sentimientos, usted y la persona que causa que usted se sienta así. Pasa usted su vida en una batalla por pequeñeces, que hubiera podido ignorar o grandezas que hubiera debido arreglar. Esta es ira dañina.

4-.DEJE DE DARSE PALIZAS:
A menudo la ira crece en el interior así como hacia el exterior, sobre algo que a usted no le gusta, pero como reflejo, después de gastar un montón de energía en la emoción usted se da cuenta de que la situación como está ahora es mejor para todo el mundo. Esta visión no hace empequeñecer, y nos ayuda a disolver futuras llamaradas. Nuestra frase para las equivocaciones irritantes es: nadie es perfecto, la naturaleza gana de nuevo.

5-. ESTÉ PREVENIDO PARA SITUACIONES CON ALTO RIESGO DE DESENCADENAR IRA:
¿Está usted en una situación vital que le enfada? si es así, está usted en riesgo de desahogar su ira con si niño. Perder un trabajo o experimentar un evento con similar pérdida de autoestima, le puede hacer enfadar, con razón. Pero tenga en cuenta que eso hace más fácil que comportamientos de otra manera tolerables de los niños “pequeñeces”, le lleven al límite. Cuando uno está enfadado las pequeñeces se convierten en grandezas. Si es usted repentinamente víctima de una situación que le lleva a estar enfadado, ayuda el preparar a su familia:”quiero que entendáis que papá puede estar preocupado de ahora en un par de meses. He perdido mi trabajo y estoy muy nervioso por ello. Encontraré otro y todo volverá a estar bien, pero mientras, si alguna vez me enfado, no es que no os quiera, sino que tengo problemas conmigo mismo”. Si usted no “vuela su techo” es sabio pedir disculpas a sus niños (y esperar disculpas similares cuando ellos pierden los papeles):”discúlpame pero estoy enfadado, y si no parezco racional o sensible es porque estoy luchando, no es por tu culpa. No me he vuelto loco por ti”. También ayuda ser honesto con uno mismo, reconocer su vulnerabilidad y mantenerse en guardia hasta que el problema causante del enfado se resuelva. Siempre habrá problemas en nuestra vida que no podemos controlar. A medida que nos convertimos en padres más expertos- y personas- aprendemos a darnos cuenta de que la única cosa en nuestras vidas que controlamos son nuestras propias acciones. Como usted maneje su ira puede funcionar en su favor o en contra suya y de su hijo.

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QUÉ SUERTE HAY QUE TENER AL NACER.- (SKA-P)

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por Yuziel
#247065 Y este tb te puede ayudar:

EL NIÑO PEQUEÑO: DEL AÑO A LOS DOS AÑOS Y MEDIO

El niño pequeño ya no es un bebé que se siente parte de usted, que la utiliza como medio de control, como la persona que le facilita las cosas, como espejo de sí mismo y del mundo. Pero todavía no es un niño, dispuesto a veda como persona por derecho propio, a aceptar la responsabilidad por sí mismo y por sus acciones en relación con usted. Ha empezado a ser consciente de que usted y él son personas separadas. A veces afirma esta individualidad recién descubierta gritando «¡No!» y «jDéjame!», oponiéndose a su control y ayuda cada vez que surge un tema. Pero otras veces se aferrará a usted, llorará cuando salga de su habitación, extenderá las manos para que lo coja en brazos y exigirá, con la boca abierta, que lo alimente.
Su comportamiento intermedio es confuso para usted, pero es doloroso para él. Tiene que convertirse en persona por derecho propio, pero se siente más seguro si continúa siendo posesión de usted. Ha de empezar a rechazar su control total sobre él, pero le resulta más fácil aceptado. Tiene que desarrollar gustos y aversiones propias, perseguir sus propios fines, incluso cuando se contradicen con los de usted, aunque ese conflicto le parezca desesperadamente peligroso. Todavía la quiere con una pasión sin igual y depende por completo de usted para encontrar apoyo emocional. El imperativo del desarrollo de la independencia entra en conflicto con el imperativo emocional propio del amor.
Si espera que el niño pequeño siga siendo lo que fue, un bebé comparativamente manejable, tendrá que chocar directamente con usted. Él necesita su amor y aprobación, pero su impulso por crecer no le permitirán aceptados al precio de una excesiva dependencia. Si usted espera que se convierta de la noche a la g1añana en 10 que será (un niño sensible), él se sentirá inadecuado. Necesita de su ayuda y su consuelo, y si se 10 retiran, no sabe arreglárselas. Tratado como un pequeño, será rebelde. Tratado como mayor, será un quejica.
Hay un camino intermedio que le permite aventurarse, al mismo tiempo que le ofrecemos seguridades contra posibles «desastres»; ayúdelo a probar, pero amortigüe sus fracasos; ofrézcale una firme estructura para un
comportamiento aceptable, pero de tal modo que no dañe su naciente sentido de ser dueño de sí mismo. Depende de la comprensión o del rechazo para que no se deje engañar por las apariencias. En muchos aspectos parece bastante más crecido de lo que él mismo se siente. Su capacidad para hablar, caminar y jugar se ha desarrollado hasta el extremo en que parece haber pocas diferencias con respecto a un niño de tres años, pero su com
prensión y su experiencia todavía no están a esa altura. Si lo trata como un
bebé, lo frenará. Tiene que aprender a comprender. Debe adquirir experiencia. Pero si lo trata como lo haría con un niño en edad preescolar, lo someterá a una presión excesiva. Se le tiene que enseñar a comprender y sus experiencias tienen que ser manejables.
La clave para comprender al niño pequeño radica en comprender el desarrollo de sus procesos de pensamiento. Sólo en la medida en que éstos maduren, esas emociones conflictivas y habilidades engañosas se unen para formar un todo razonable y manejable en que ya se ha convertido el niño.
La memoria del niño pequeño, por ejemplo, no funciona todavía como lo hará cuando sea mayor. Recuerda a personas, lugares, canciones y olores tan bien como usted, pero su memoria para algunos detalles sigue siendo muy corta. Cuando era un bebé y hacía cosas propias de bebé, eso no era importante ni parecía muy evidente. Pero ahora trata de hacer cosas de niño mayor, de una forma vital y cuidadosa. Día tras día tropieza y se cae
con el escalón que hay entre la cocina y el salón. Irritada y preocupada por los golpes que se da en la cabeza, usted se pregunta si aprenderá alguna vez. Aprenderá, pero necesitará su tiempo. No puede «llevar el escalón en la cabeza» hasta que la experiencia repetida le haya dado finalmente un lugar permanente en su memoria. Cuando era un bebé, su tarea fue evitar que se cayera.. Ahora, cuando ya es un niño pequeño, su tarea consiste en indicarle
. la presencia del escalón. Pero en estos momentos la tarea principal consiste en modificar los dolorosos resultados de esa serie de experiencias y refrescar esa memoria. Puede que tenga que acolchar el escalón y a continuación recordarle su presencia.
Del mismo modo que el recuerdo de las cosas ocurridas en el pasado es selectivo, también lo es su capacidad para la premeditación. Aunque entiende que usted se va a trabajar al verla con el maletín en la mano, no prevé los resultados de su propio comportamiento. Si es capaz de subir esa escalera de mano que tanto le atrae, lo hará. No puede pensar por adelantado en el problema de cómo volver a bajar. A menudo, las dificultades con la memoria y con la previsión se combinan para producirle problemas. Se le ha reñido una y otra vez por girar los botones de la televisión, pero cuando hoy se acerque al aparato no recordará los regaños anteriores ni preverá el próximo que se le avecina. Esos botones lo atraen como un imán.
Como no puede pensar por adelantado, apenas es capaz de esperar para hacer lo que sea. Si quiere algo, lo quiere ahora, y sus gritos empiezan incluso cuando la ve quitar la envoltura del anhelado polo. Incapaz de esperar por las cosas que le gustan, no soporta ni siquiera la pequeña incomodidad
actual para estar más cómodo un poco más tarde. Gimotea desconsolado porque el polo lo ha dejado pegajoso y, sin embargo, se opone al paño húmedo con el que se le pretende lavar la cara y que le producirá alivio. Sólo tiene la posibilidad de vivir el momento presente.
Otro tipo de inmadurez similar en su pensamiento hace que también tenga problemas en sus relaciones con las personas. La quiere a usted. Todo el mundo le dice que él la quiere mucho. Él mismo también se lo dice y al recibir usted su enorme abrazo y su sonrisa maliciosa o su risa de satisfacción, puede estar segura de que la ama. Y sin embargo, a menudo no puede comportarse de la forma en que los adultos pensamos como «cariño». No puede ponerse en lugar de usted, ni ver las cosas a través de sus ojos. Detestará que usted se ponga a llorar, pero serán los sentimientos que provocan sus propias lágrimas lo que le disgustará, y no los sentimientos que la presencia de esas lágrimas representan en usted. Su tarea todavía no consiste en tener en cuenta los sentimientos de otras personas; antes tiene que reconciliarse con los propios sentimientos. Si él le pega, y usted le devuelve el golpe para demostrarle «lo que se siente», le habrá dado una lección que no está preparado para aprender. Llorará como si golpear fuera una idea totalmente nueva para éL No establece relación alguna entre lo que le hizo y lo que usted le ha hecho a él, entre los sentimientos propios y los de usted.
A menudo incluso sus propios sentimientos son un verdadero misterio para éL No sabe lo que siente ahora, yeso, combinado con su incapacidad para recordar lo que sintió la última vez, o para predecir lo que sentirá después, hace que le sea tremendamente dificil tomar decisiones. «¿Quieres quedarte conmigo o ir a la tienda con papá?», parece una elección sencilla e insignificante, pero no es ni tan directa ni tan poco importante para el niño pequeño. ¿Con quién de los dos disfrutará más? ¿Con quién disfrutó más la última vez? ¿Qué tiene ganas de hacer ahora? No lo sabe y no puede saberlo. Vacila en su decisión, y sea ésta la que fuere, se siente desdichado.
Tendrá que aprender a tomar sus propias decisiones. Nadie puede madurar si alguien toma todas las decisiones por éL Pero practicar la toma de decisiones debería hacerse con aquellas en las que no tenga nada que perder. Si tiene que elegir entte dos dulces, «¿Cuál te comerás primero?» es la pregunta que él puede considerar sin sentir tensión alguna. Al fin y al cabo, riene los dos a su disposición. Nadie le quitará el dulce que decida no comerse primero. Y puede cambiar de opinión seis pegajosas veces si así lo ~ere.
El lenguaje del niño puede causarle problemas al sugerir que su com:rensión es mayor de lo que es en realidad. Aprende palabras nuevas y las .::riIiza cada vez más libremente, pero a muchas de ellas todavía les faltan los ~cados más sutiles. Puede utilizar la palabra «promesa», por ejemplo, ~ posiblemente no comprenda el concepto que suele transmitir esta pa~ Si le ofrece cinco minutos más de juego, prometerá irse a la cama in~t3IIlente después. Pero tras esos cinco minutos quiere otros cinco. '= =onces no entiende el reproche de su voz cuando le dice: .Pero me has :-romerido......

Las palabras también le producen problemas con la verdad. Quizá ho..:- = ya con la suficiente fluidez como para expresar frecuentes acusacionc negativas cuya exactitud todavía no significan nada para él. Habla segiJI:. ': que siente. Puede que haya sido el perro el que haya causado ese charcc =
desea que hubiera sido así, y lo dice de ese modo. Cuando, en el tranSoC"'"..;so de una pelea con su hermana se cae y se hace daño en una rodilla. ~: que ella lo empujó. En realidad, ella no le hizo nada, sino que más bien ~ rió sus sentimientos. Lo que dice es una especie de verdad sentida, que ~sulta ser bastante diferente que la verdad de los adultos.
Más adelante podrá usted demostrarle el valor de las promesas hechas responsablemente y mantenidas a rajatabla, de la verdad dicha y de las mentiras que hay que evitar. Pero todavía es demasiado pronto. No lo atosigue
con conceptos que no puede comprender. Está haciendo lo mejor que puede por agradar, pero si espera demasiado de su nivel, fracasará.
El ritmo evolutivo del niño le ha indicado que ya es hora de dejar de ser un bebé y progresar hacia el esta tus de individuo. Si lo trata como a un bebé, luchará con usted a lo largo del camino y, al final, se ganará su independencia, porque eso es lo que debe hacer. Pero la ganará a un precio terrible, pagado en forma de amor perdido.
Ese ritmo evolutivo todavía no equivale a «niñez», por lo que tampoco serán efectivos los intentos por disciplinarlo como se disciplina a un niño. Se enfrentará usted a una falta de comprensión que parece como si fuera un desafio, y cada batalla en la que participe terminará con amor perdido. Así pues, no intente conseguir el control absoluto y no participe en batallas morales. El pequeño será «bueno» si tiene la sensación de hacer lo que usted desea de él y no tiene ganas de hacer cualquier cosa que a usted le disguste. Con un poco de astucia, puede organizar su vida y sus temas en particular como un todo, de tal modo que ambos deseen lo mismo la mayoóa de las veces. El pequeño tiene los cubos de plástico desparramados por el suelo, y usted quiere que la habitación esté ordenada. Si le dice que los recoja, probablemente se negará. Si insiste, se entablará una pelea que usted no puede ganar. Si le grita o le castiga, lo reducirá al desconsuelo, pero nada de eso hará que recoja los cubos del suelo. En cambio, si le dice: «Apuesto a que puedes guardar todos esos cubos en la bolsa antes de que yo haya terminado de recoger estos libros», habrá convertido todo el asunto en un juego. Entonces él deseará hacer lo que usted quiere que haga, y lo hará. No lo hará «por mamá», y tampoco por ser un «buen chic~»,sino porque usted ha conseguido que desee hacerlo. Y en eso consiste el truco. En dirigir su vida al prever las dificultades y soslayarlas, al evitar las órdenes absolutas que serán absolutamente rechazadas, al dirigir y guiar al niño hacia el comportamiento que desea que muestre, porque nada le ha hecho desear comportarse de otro modo.
La recompensa es diversión para todos, en vez de enfrentamiento. Pero la recompensa que se obtendrá después es mucho más importante. Este niño pequeño, que todavía no sabe distinguir lo correcto de lo incorrecto, que no puede elegir entre comportarse bien y mal, está creciendo. Llegará el momento en que comprenderá cuáles son los sentimientos y los derechos de usted, que recordará las instrucciones que se le han dado, que preverá los resultados de sus acciones, comprenderá las sutilidades del lenguaje cotidiano y reconocerá los sentimientos y los derechos de los demás. Cuando llegue ese momento, podrá ser «bueno» o «revoltoso» a propósito. Lo que elija entonces dependerá en buena medida de lo que sienta sobre sus adultos «especiales». Si llega a esa siguiente fase del crecimiento con la sensación de que ustedes son básicamente cariñosos, que aprueban lo que hace y que están de su parte, querrá agradarles (en la mayoría de las ocasiones).Así pues, y con numerosos lapsos, se comportará como ustedes desean. Pero si llega a esa fase con la sensación de que son ustedes abrumadores, incomprensibles y que están contra él, quizá ya haya decidido que no vale la pena intentar agradarles porque se enfadan a menudo con él, y porque es demasiado peligroso amarles, debido a que con mucha frecuencia ha tenido la impresión de que ustedes no le amaban.
Si alguna vez se preguntan si están siendo demasiado débiles y condescendientes con su hijo pequeño, o si alguien les sugiere que ha llegado el momento de ser más duros con él, miren hacia delante. Si el niño cumple sus tres o cuatro años sin buscar su aprobación, sin sentirse cooperativo, sin
seguridad de amar y ser amado, habrán perdido la base para una «disciplina» 5cil y efectiva durante toda la infancia. En esta fase de su desarrollo, un niño feliz es un niño fácil de llevar ahora, y un niño fácil de llevar ahora,
también lo será en el futuro.

QUÉ SUERTE HAY QUE TENER AL NACER.- (SKA-P)

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por Summertime
#247136 Gracias, Yuziel, me hacía falta leerlo otra vez.

Mi peque empezó a hacer llantos fuertes sin lágrimas y mucho griterío, creo que necesita más atención de mi parte, anoche recién pude darme cuenta, a pesar que estoy con ella todo el día a veces no le presto mucha atención, tiendo a soñar despierta, o pensar en las cosas que me pasan, pero he decidido hacerle más caso a ella, jugar más con ella y disfrutar la vida, hay gente que no merece mi atención, y no vale la pena que me pierda la diversión con mi hija por estar apenada.

Eres un sol, gracias.