- Vie, 09 Nov 2007, 23:47
#208431
Esta tarde, cuando he llegado a la guarde, al entrar en la clase las cuidadoras me han hecho signos para que no dijera nada: he entrado despacito y me he encontrado la siguiente escena: un bebé de la edad de Fèlix tumbado en el suelo super relajado, con los brazos abiertos y las rodillas flexionadas; Fèlix estaba sentado detrás acariciándole el pelo como para dormirlo, muy concentrado. Me he quedado mirándolos un buen rato, con ganas de comerme a mi niño a besos, casi me ha dado pena interrumpir, porque estaban tan a gusto
Desde luego, no me puedo quejar de la guarde, ni de las cuidadoras, que son majas y cariñosas, ni de como Fèlix se ha adaptado (ahora sólo falta que me adapte yo
)