- Mié, 07 Nov 2007, 09:30
#206648
Hoy venía pensando yo en el tema, porque bueno, quizás sí elogie demasiado a Patricia, pero como decía antes son cosas que me salen (no me "fuerzo" a decirlo para que lo haga mejor), por ejemplo hoy no quería ir al cole, me ha costado un buen rato convencerla, al final le he dicho que yo iba a terminar de preparar todo y que cuando volviera la vestiría ya porque sino se hacía muy tarde. Cuando he vuelto me la he encontrado ya sin pijama y me he sorprendido mucho porque realmente sé que hoy le estaba costando el salir de la cama, le he dicho "qué bien ya te has quitado el pijama" muy contenta ¿ha estado mal?
También he de aclarar que yo jamás le he alabado por terminarse un plato de comida, eso sí lo veo mal y aunque a veces me ha costado no hacerlo tengo muy claro que eso sí es contraproducente, y que igual de bien hecho está comerse un plato que comerse medio.
Por otro lado conozco al menos dos casos de niños que sus madres no les elogian nada de nada, son niños con problemas de conducta y sus madres siempre están o bien gritándoles e incluso insultando "eres un inutil" "ya estás otra vez", o bien dejándoles hacer lo que les viene en gana para "descansar" ellas.
Un día me junté en una cafetería con uno de esos niños, lo conozco ya de vista y su madre siempre está bien gritándole bien callada con cara de pocos amigos, jamás los he visto jugando contentos y sonrientes, y el niño es bastante rebelde, claro. El caso es que nosotras íbamos con la bici y el niño se montó, Patricia se puso a llorar y el niño no quería bajar, la madre lo sacó a gritos y empujones, pero al momento el niño ya estaba en la bici. Entonces la madre ya pasó del tema y no hizo nada (sí, como lo cuento). Patricia estaba llorando así que yo me puse a explicarle al niño, le dije que la niña estaba llorando y que por favor le dejara su bici, que luego igual podía montar él un poquito pero que ahora se bajara. Se bajó sin una lágrima y yo le di las gracias. Luego Patricia fue a buscarle y le dejó la bici un poquito (montarse encima solo no correr por ahí con ella) pero al rato llegó la hora de irnos y le dije "nos vamos a ir ¿te bajas ya?" el niño se bajó sin rechistar. Entonces le dije "muy bien, muchas gracias", y al niño se le iluminó la cara "¿en serio? ¿me he portado bien?" y yo le respondí "claro, cariño, has dejado la bici a la niña cuando te lo hemos dicho, has esperado a que ella te dejara subir para montar otra vez, y ahora que nos vamos enseguida has vuelto a bajar, lo has hecho muy bien". El niño se fue con una sonrisa enorme a la mesa de su mamá y se quedó tan contento y formal jugando con ella...
Todo esto me hace pensar que a veces sí son necesarios los elogios y que lo importante es tener la justa medida. ¿O a vosotras cuando hacéis una paella y os pegáis toda la mañana para ello no os gustan que luego os digan "está buenísima"? ¿os conformaríais con un "humm... lleva langostinos y mejillones, verdad"?
Cani+Patri 9/12/2004