Como no se quería poner, me he quedado con ella, y cuando las profes han salido a recoger el trenecito que hacen los niños, le han dicho, Vamos Adrianica! que se marcha el tren!, pero ella no se soltaba de mi pierna. Entonces me ha dicho la auxiliar: es que el comedor no le gusta. Y luego su señorita: Es que ayer lloro mucho en la hora de comedor.
Yo me imaginaba que no le gustaba, aunque en la guardería se quedaba ya, porque preguntandole el dia anterior qué había comido me dijo que preferia comer en casa, pero sin dramas, simplemente me lo dijo, y yo le dije que ya lo sabía pero que mamá no está en casa a la hora de comer y que no podía ser. Luego me dijo qué había comido: Macarrones, 2 o 4. Y naranja. Y de segundo? le pregunte. No me lo decia pero sabía que habian tenido muslitos de pollo. Comiste pollito? Si, mucho. Asi que esa conversación no me dio pista de que iba taaaan descontenta.
Y luego ella solita se ha resignado y se ha agarrado al trenecito. Y se ha ido con alguna lagrimilla en los ojos, y yo casi tambien.
Qué puedo hacer o decirle para que comprenda que no queda otro remedio? O para que le guste más?
Por qué si lleva yendo desde el lunes fue el miercoles cuando no le gustó el comedor?
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