Después de cenar y de darle el bibe, le estuve dando el pecho, y tardaba en dormirse (raro en él, que se suele quedar dormido rapidito) y además dejaba de succionar. Le pregunté si quería que le dejase ya en la cunita para dormir, y con la cabecita me dijo no, no. Seguía sin succionar pero enganchadito. Y le pregunté si lo que quería eran mimitos de mamá, y con la cabecita me dijo sí, sí. Así que le estuve dando achuchones y besitos y cantándole y enseguida se durmió feliz y tranquilo.....
Ayer fué el primer día de Joel en su nueva guardería. Le hemos cambiado porque la nueva se supone que es mejor, porque está más cerca de casa (en el mismo bloque, vamos), es más grande, tiene parque de juegos, etc. Ayer le pedí el día a mi jefe para poderle llevar sólo unas horas.
Le tuve que despertar a las 8,30 (ahora le ha dado por dormir y dormir, incluso lleva días con siestas de 3 horas y por la noche casi las 12 horas, con un sólo un par de minidespertares, así que estoy SUPERCONTENTA). Le vestí despacito y con muchos mimos, le dí tetita de desayuno. Después bajamos a la guarde y se fué en principio contento con la directora a su clase. Yo quedé en irlo a recoger en cuanto terminase de comer (a eso de las 13 horas, y después de advertirle que llevaba más de 15 días sin comer puré a mediodía).
Pues bien, al irme paso por el ventanal de su clase y le veo llorando al lado de la puerta...
Se me partió el alma y me subí llorando a mi casita..... Pero en el fondo sabía que le iba a ir bien.
Como me había pedido el dia libre y tenía 4 horas por delante, me puse a fregotear, y hoy tengo agujetas en todo el cuerpo, pero ese es otro tema.
A la una en punto estaba en la puerta de la guarde. Le veo atravesar el pasillo con su baby nuevo desde el comedor a los baños tan feliz, y al ratito sale con la cara lavada. Le tuve que llamar, no me había visto, y vino corriendo hacia mí (pensaba yo que venía a abrazarme....) pero no, se detuvo como a dos pasos y con la cara más feliz del mundo me señala con el dedo a su nueva educadora y me cuenta en su idioma ininteligible supongo que lo bien que se lo había pasado (por la cara de felicidad).
Por cierto, edito porque se me olvidó contaros que me dijo la educadora que se lo había comido todo y que además muy rápido.
Yo no pude evitar achucharle un poquito y que se me cayera la lagrimilla, y después salimos de ahí andandito tan felices de la mano.
Y hoy la cosa ha sido un poquito diferente, le ha dejado en la guarde papá, y ha llorado cuando se lo han llevado para dentro, a ver qué tal cuando yo lo recoja....
No dejo de pensar en él. Lo pasamos peor nosotras que ellos.
Besitos a todas