Ya os conté la otra vez que habíamos estado con la directora que nos tuvo como hora y media de entrevista para conocer a fondo al peque. Ayer conocimos a las que serán las profes del peque (2 educadoras por 14 niños) y son geniales. Ante todo nos dijeron que hay que respetar los ritmos de cada niño , que el periodo de adaptación de cada uno es distinto... De hecho, los 3 primeros días vamos tan sólo una hora y nos quedamos con ellos, para que se acostumbren a los espacios, a los juguetes.... Que a estas edades no se socializan demasiado pero sí les gusta estar con otros niños... Que si un día no comen, pues no pasa nada... que si un día no quieren siesta... pues no pasa nada... ... por dios que gusto¡¡¡¡¡ En fin, que aunque me da pena no pasar todo el día con mi gordi, sé que va a estar fenomenal.
Al final nos dieron un libro con toda la información de la escuela, lo que tenemos que preparar... y una poesía que me encantó y comparto con vosotras:
UN SEÑOR MADURO CON UNA OREJA VERDE
Un día, en el expreseo Soria-Monteverde,
vi subir a un hombre con una oreja verde.
Ya joven no era, sino maduro parecía,
salvo la oreja, que verde seguía.
Me cambie de sitio para estar a su lado
y observar el fenómeno, bien mirado.
Le dije: Senor, usted ya tiene cierta edad;
dígame: esa oreja verde, ¿le es de alguna utilidad?
Me contestó amablemente: Yo ya soy persona vieja,
pues de joven tan solo tengo esta oreja.
es una oreja de niño que me sirve para oir
cosas que los adultos nunca se parar a sentir:
oigo lo que los árboles dicen, los pajaros cantan,
las piedras, los ríos y lsa nubes que pasan.
Así hablo el Senor de la oreja verde
aquel día, en el expreso Soria- monteverde.