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por solecilla
#141461 GUIAS PARA UNA EDUCACIÓN EN POSITIVO

autora Jane Nelsen. del libro “disciplina positiva”


1-. Los chicos que se comportan mal, son niños desanimados, que tienen ideas erroneas sobre como conseguir su principal meta: pertenecer al grupo. Sus ideas equivocadas les conducen al mal comportamiento. NO podemos ser eficaces en atajar este salvo que nos centremos en sus creencias erroneas antes que en el mal comportamiento.

2-. Utilice estrategias para animar a los niños, de modo que sientan que pertenecen al grupo (familia o colegio), de modo que la motivación para el mal comportamiento desaparezca. Celebre cada paso en la dirección de mejorar, en lugar de focalizar la atención en los errores.

3-. Una magnífica forma de hacer que los niños se sientan animados es pasar un tiempo especial estando con ellos. Muchos profesores notan un cambio espectacular en un niño problemático después de pasar tan solo cinco minutos compartiendo con el niño sus gustos, lo que ambos hacen para divertirse.

4-. Cuando sea la hora de ir a la cama, pídales que compartan con usted el momento mas triste de su dia y su momento mas alegre. Comparta sus momentos buenos y malos tambien con ellos. Se sorprenderá de lo que puede aprender.

5-. Tenga reuniones familiares o de clase para resolver problemas mediante la cooperación y el respeto mutuo. Esta es la clave para crear una atmosfera de respeto y afecto, a la vez que se enseña a los niños auto disciplina, responsabilidad, cooperación y habilidades para solucionar problemas.

6-. Proporcione a los niños tareas significativas. En nombre de la rapidez, muchos padres y maestros hacen cosas que los niños podrían hacer por si mismos y unos por los otros. Los chicos sienten que pertenecen al grupo cuando saben que pueden hacer una contribución real.

7-. Decidan entre todos que trabajos hay que hacer. Ponga cada uno en un papel, y todos juntos en una jarra. Cada niño extraerá unos cuantos cada semana: de este modo nadie se queda atascado haciendo el mismo trabajo continuamente. Los profesores pueden solicitar de los niños su contribución para establecer las normas de la clase, y hacerlas constar en un tablero que comience: HEMOS DECIDIDO:… Los niños adquieren sensación de pertenencia. motivación y entusiasmo cuando son incluídos en la toma de decisiones.

8-. Tomese un tiempo para entrenarles. Asegurese de que su hijo sabe lo que usted entiende por “ordenar la cocina”. Para ellos puede signifcar simplemente poner los platos en el fregadero. Los padres y maestros deben preguntar “que es lo que tu entiendes por…?”

9-. Enseñe y ejemplifique respeto mutuo. Es necesario se amable y firme al mismo tiempo: amable para mostrar respeto por el niño, y firme para mostrar respeto por usted mismo y las “necesidades de la situación”. Esto es muy difícil mantenerlo en momentos de conflicto, por tanto, siempre que pueda utilice la norma numero 10.

10-. El uso adecuado de los tiempos le hará mas eficaz. No funciona enfrentarse con un problema en el momento del conflicto: las emociones se atraviesan en el camino. Muestre a los niños la necesidad de tomarse un tiempo para “enfriar”. Usted, o el niño pueden ir a una habitación separada y realizar otra actividad que le haga sentir un poco mejor, y después trabajar en el problema con mutuo respeto.

11-. Libérese de la loca idea de que para que el niño se porte mejor debe primero lograr que se sienta peor. ¿Hace usted mejor las cosas cuando se siente humillado?. Esto sugiere una mirada completamente nueva hacia el “tiempo fuera”.

12-. Utilice el tiempo fuera de forma positiva. Permita que su hijo le ayude a diseñar un espacio o area (cojines, musica, libros, peluches) que le ayuden a sentirse mejor: recuerde3 que los niños dan lo mejor de si cuando se sienten bien. De este modo, usted puede pedirle a su hijo, cuando se encuentra enfadado: ¿Crees que te ayudaria pasar un tiempo fuera?

13-. Los castigos pueden funcionar, si todos ustedes estan interesados en detener el mal comportamiento de forma momentanea. Pero muchas veces debemos desconfiar de metodos que funcionan un momento pero cuyos resultados a largo plazo son negativos: resentimiento, rebelión, revancha o desafio.

14-. Demuestre a los niños que los errores son grandes oportunidades para aprender. Una gran manera de enseñar esto es servir usted mismo como modelo. Utilice las tres “R” de Recuperación tras un fallo:
1-.Reconocimiento del fallo.
2-.Reconciliación: lo siento, no me gusta la forma en que manejé esta situación
3-.Resolución: centrar la atención en la solución, mas que en la culpa (esto ultimo solo es efectivo si se han llevado a cabo los pasos 1 y 2 previamente)

15-. Centre su atención en las soluciones, en lugar de hacerlo en las consecuencias. Muchos padres y profesores disfrazan el castigo poniendole el nombre de “consecuencias logicas”. Implique a los niños en la búsqueda de soluciones que sean: relacionadas, respetuosas y razonables.

16-. Asegurese de que el mensaje de amor y respeto se note a traves de todos los procesos. Comience siempre por: “me preocupo por ti, estoy interesado en solucionar esta situación ¿trabajarás conmigo para encontrar una solución?

17-. ¡PASELO BIEN!¡DIVIERTANSE! Lleven la alegria a sus hogares y aulas.




Y UNO MÁS:


CÓMO LOGRAR UNA AUTORIDAD POSITIVA
Tener autoridad, que no autoritarismo, es básico para la educación de nuestro hijo. Debemos marcar límites y objetivos claros que le permitan diferenciar qué está bien y qué está mal, pero uno de los errores más frecuentes de padres y madres es excederse en la tolerancia. Y entonces empiezan los problemas. Hay que llegar a un equilibrio, ¿cómo conseguirlo para tener autoridad?


En una de las primeras charlas que dí a un grupo de padres de un parvulario, una madre levantó la mano y me preguntó:

- ¿Qué hago si mi hijo está encima de la mesa y no quiere bajar?
- Dígale que baje, - le dije yo.
- Ya se lo digo, pero no me hace caso y no baja- respondió la madre con voz de derrotada.
- ¿Cuántos años tiene el niño?- le pregunté.
- Tres años - afirmó ella.

Situaciones semejantes a ésta se presentan frecuentemente cuando tengo ocasión de comunicar con un grupo de padres. Generalmente suele ser la madre quien pone la cuestión sobre la mesa aunque estén los dos. El padre simplemente asiente, bien con un silencio cómplice, bien afirmando con la cabeza, porque el problema es de los dos, evidentemente.

¿Qué ha pasado para que en tan pocos meses una pareja de personas adultas, triunfadoras en el campo profesional y social, hayan dilapidado el capital de autoridad que tenían cuando nació el niño?

Actuaciones paternas y maternas, a veces llenas de buena voluntad, minan la propia autoridad y hacen que los niños primero y los adolescentes después no tengan un desarrollo equilibrado y feliz con la consiguiente angustia para los padres. El padre o la madre que primero reconoce no saber qué hacer ante las conductas disruptivas de su pequeño y que, después, siente que ha perdido a su hijo adolescente, no puede disfrutar de una buena calidad de vida, por muy bien que le vaya económica, laboral y socialmente, porque ha fracasado en el "negocio" más importante: la educación de sus hijos
Cuáles son los errores más frecuentes que padres y madres cometemos cuando interaccionamos con nuestros hijos?


Antes de que siga leyendo, quiero advertirle que, posiblemente, usted, como todos -yo también- en alguna ocasión ha cometido cada uno de los errores que se apuntan a continuación. No se preocupe por ello. No es un desastre. Es lo normal en cualquier persona que intenta educar TODOS LOS DIAS. Tiene su parte positiva. Quiere decir que intenta educar, lo cual ya es mucho. En educación lo que deja huella en el niño no es lo que se hace alguna vez, sino lo que se hace continuamente. Lo importante es que, tras un periodo de reflexión, los padres consideren, en cada caso, las actuaciones que pueden ser más negativas para la educación de sus hijos, y traten de ponerles remedio.



Estos son los principales errores que, con más frecuencia, debilitan y disminuyen la autoridad de los padres:

La permisividad. Es imposible educar sin intervenir. El niño, cuando nace, no tiene conciencia de lo que es bueno ni de lo que es malo. No sabe si se puede rayar en las paredes o no. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. El dejar que se ponga de pie encima del sofá porque es pequeño, por miedo a frustrarlo o por comodidad es el principio de una mala educación. Un hijo que hace "fechorías" y su padre no le corrige, piensa que es porque su padre ni lo estima ni lo valora. Los niños necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.

Ceder después de decir no. Una vez que usted se ha decidido a actuar, la primera regla de oro a respetar es la del no. El no es innegociable. Nunca se puede negociar el no, y perdone que insista, pero es el error más frecuente y que más daño hace a los niños. Cuando usted vaya a decir no a su hijo, piénselo bien, porque no hay marcha atrás. Si usted le ha dicho a su hijo que hoy no verá la televisión, porque ayer estuvo más tiempo del que debía y no hizo los deberes, su hijo no puede ver la televisión aunque le pida de rodillas y por favor, con cara suplicante, llena de pena, otra oportunidad. Hay niños tan entrenados en esta parodia que podrían enseñar mucho a las estrellas del cine y del teatro.

En cambio, el sí, sí se puede negociar. Si usted piensa que el niño puede ver la televisión esa tarde, negocie con él qué programa y cuanto rato.

El autoritarismo. Es el otro extremo del mismo palo que la permisividad. Es intentar que el niño/a haga todo lo que el padre quiere anulándole su personalidad. El autoritarismo sólo persigue la obediencia por la obediencia. Su objetivo no es una persona equilibrada y con capacidad de autodominio, sino hacer una persona sumisa, esclavo sin iniciativa, que haga todo lo que dice el adulto. Es tan negativo para la educación como la permisividad.

Falta de coherencia. Ya hemos dicho que los niños han de tener referentes y límites estables. Las reacciones del padre/madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la importancia que se da a los hechos. Si hoy está mal rayar en la pared, mañana, también.
Igualmente es fundamental la coherencia entre el padre y la madre. Si el padre le dice a su hijo que se ha de comer con los cubiertos, la madre le ha de apoyar, y viceversa. No debe caer en la trampa de: "Déjalo que coma como quiera, lo importante es que coma".

Gritar. Perder los estribos. A veces es difícil no perderlos. De hecho todo educador sincero reconoce haberlos perdido alguna vez en mayor o menor medida. Perder los estribos supone un abuso de la fuerza que conlleva una humillación y un deterioro de la autoestima para el niño. Además, a todo se acostumbra uno. El niño también a los gritos a los que cada vez hace menos caso: Perro ladrador, poco mordedor. Al final, para que el niño hiciera caso, habría que gritar tanto que ninguna garganta humana está concebida para alcanzar la potencia de grito necesaria para que el niño reaccionase.
Gritar conlleva un gran peligro inherente. Cuando los gritos no dan resultado, la ira del adulto puede pasar fácilmente al insulto, la humillación e incluso los malos tratos psíquicos y físicos, lo cual es muy grave. Nunca debemos llegar a este extremo. Si los padres se sienten desbordados, deben pedir ayuda: tutores, psicólogos, escuelas de padres...

No cumplir las promesas ni las amenazas. El niño aprende muy pronto que cuanto más promete o amenaza un padre/madre menos cumple lo que dicen. Cada promesa o amenaza no cumplida es un girón de autoridad que se queda por el camino. Las promesas y amenazas deber ser realistas, es decir fáciles de aplicar. Un día sin tele o sin salir, es posible. Un mes es imposible.

No negociar. No negociar nunca implica rigidez e inflexibilidad. Supone autoritarismo y abuso de poder, y por lo tanto incomunicación. Un camino ideal para que en la adolescencia se rompan las relaciones entre los padres y los hijos.

No escuchar. Dodson dice en su libro El arte de ser padres, que una buena madre -hoy también podemos decir padre- es la que escucha a su hijo aunque esté hablando por teléfono. Muchos padres se quejan de que sus hijos no los escuchan. Y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos. Los han juzgado, evaluado y les han dicho lo que habían de hacer, pero escuchar... nunca.

Exigir éxitos inmediatos. Con frecuencia, los padres tienen poca paciencia con sus hijos. Querrían que fueran los mejores... ¡ya!. Con los hijos olvidan que nadie ha nacido enseñado. Y todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondiente errores. Esto que admiten en los demás no pueden soportarlo cuando se trata de sus hijos, en los que sólo ven las cosas negativas y que, lógicamente, "para que el niño aprenda" se las repiten una y otra vez.

Sin embargo, una vez que sabemos lo que hemos de evitar, algunos consejos y "trucos" sencillos pueden aligerar este problema, ofrecer un desarrollo equilibrado a los hijos y proporcionar paz a las personas y al hogar. Estos consejos sólo requieren, por un lado, el convencimiento -muy importante- de que son efectivos y, por otro, llevarlas a la práctica de manera constante y coherente.

Algunas de estas técnicas ya han sido comentadas al hablar de los errores, y ya no insistiré en ellas. Me limitaré a enunciar brevemente, actuaciones concretas y positivas que ayudan a tener prestigio y autoridad positiva ante los hijos:

Tener unos objetivos claros de lo que pretendemos cuando educamos. Es la primera condición sin la cual podemos dar muchos palos de ciego. Estos objetivos han de ser pocos, formulados y compartidos por la pareja, de tal manera que los dos se sientan comprometidos con el fin que persiguen. Requieren tiempo de comentario, incluso, a veces, papel y lápiz para precisarlos y no olvidarlos. Además deben revisarse si sospechamos que los hemos olvidado o ya se han quedado desfasados por la edad del niño o las circunstancias familiares.


Enseñar con claridad cosas concretas. Al niño no le vale decir "sé bueno", "pórtate bien" o "come bien". Estas instrucciones generales no le dicen nada. Lo que sí le vale es darle con cariño instrucciones concretas de cómo se coge el tenedor y el cuchillo, por ejemplo.

Dar tiempo de aprendizaje. Una vez hemos dado las instrucciones concretas y claras, las primeras veces que las pone en práctica, necesita atención y apoyo mediante ayudas verbales y físicas, si es necesario. Son cosas nuevas para él y requiere un tiempo y una práctica guiada.


Valorar siempre sus intentos y sus esfuerzos por mejorar, resaltando lo que hace bien y pasando por alto lo que hace mal. Pensemos que lo que le sale mal no es por fastidiarnos, sino porque está en proceso de aprendizaje. Al niño, como al adulto, le encanta tener éxito y que se lo reconozcan.

Dar ejemplo para tener fuerza moral y prestigio. Sin coherencia entre las palabras y los hechos, jamás conseguiremos nada de los hijos. Antes, al contrario, les confundiremos y les defraudaremos. Un padre no puede pedir a su hijo que haga la cama si él no la hace nunca.


Confiar en nuestro hijo. La confianza es una de las palabras clave. La autoridad positiva supone que el niño tenga confianza en los padres. Es muy difícil que esto ocurra si el padre no da ejemplo de confianza en el hijo.


Actuar y huir de los discursos. Una vez que el niño tiene claro cual ha de ser su actuación, es contraproducente invertir el tiempo en discursos para convencerlo. Los sermones tienen un valor de efectividad igual a 0. Una vez que el niño ya sabe qué ha de hacer, y no lo hace, actúe consecuentemente y aumentará su autoridad.


Reconocer los errores propios. Nadie es perfecto, los padres tampoco. El reconocimiento de un error por parte de los padres da seguridad y tranquilidad al niño/a y le anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar, porque los errores no son fracasos, sino equivocaciones que nos dicen lo que debemos evitar. Los errores enseñan cuando hay espíritu de superación en la familia.


Todas estas recomendaciones pueden ser muy válidas para tener autoridad positiva o totalmente ineficaces e incluso negativas. Todo depende de dos factores, que si son importantes en cualquier actuación humana, en la relación con los hijos son absolutamente imprescindibles: amor y sentido común.

Educar es estimar, decía Alexander Galí. El amor hace que las técnicas no conviertan la relación en algo frío, rígido e inflexible y, por lo tanto, superficial y sin valor a largo plazo. El amor supone tomar decisiones que a veces son dolorosas, a corto plazo, para los padres y para los hijos, pero que después son valoradas de tal manera que dejan un buen sabor de boca y un bienestar interior en los hijos y en los padres.

El sentido común es lo que hace que se aplique la técnica adecuada en el momento preciso y con la intensidad apropiada, en función del niño, del adulto y de la situación en concreto. El sentido común nos dice que no debemos matar moscas a cañonazos ni leones con tirachinas. Un adulto debe tener sentido común para saber si tiene delante una mosca o un león. Si en algún momento tiene dudas, debe buscar ayuda para tener las ideas claras antes de actuar.

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por cani
#141520 Pues yo insisto ¿por qué no se puede ceder nunca? es cierto que muchas veces es mejor mantenerse firme pero a veces también ceder es un triunfo.

A veces en casa y digo "vamos a comprar al super y luego al parque" y a Patricia le parece bien, pero una vez en la calle Patricia ve el parque y si no vas primero coge rabieta, así que yo le digo "no pasa nada cariño, vamos al parque pero luego tendremos que ir a la tiende ¿eh?" y lo hacemos así. He cedido he evitado una rabieta y al final hemos ido a la tienda igualmente...

Cani+Patri 9/12/2004
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por solecilla
#141527 leelo de otro modo cani: si sabes qeu eso va a ser así ¿no seria mejor ya desde casa decir: vamos un ratito al parque y luego a la compra. y evitar la rabieta? eso es lo que creo qeu dice cuando se refiere a que lo pensemos bien antes de decir NO.


de todos modos la situación que cuentas no es un caso en que has dicho no y luego es que si. es una negociación desde el primer momento. me parece a mi.

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por cani
#141529 Ahhh, bueno mirado así...

Cani+Patri 9/12/2004
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por mariquilla
#141564 Prometo leerlo (hoy estoy cataplof) porque si esto va de autoridad bien entendida me interesa muchíssimo....
primero tienda y leugo parque? cani, como se te ocurre :mrgreen: siempre primero parque :mrgreen:

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por cani
#141570 :sart: Tienes toda la razón. Es que a veces las madres pensamos cada tontada que no sé como nos aguantan :oops:

Léetelos de verdad están estupendos :fl

Cani+Patri 9/12/2004
por Sylvia
#141742 Me han encantado Sole, son realmente buenos, y me han dado mucho que pensar

Gracias por compartir estos magníficos artículos con todas nosotras

Por cierto Cani, yo esta tarde primero parque y luego compra :mrgreen: (gracias por la idea :fl )

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por poc
#141964 ufff, que difícil eso de la autoridad.
Por ejemplo: ahora le da por pintar las paredes y cristales de la casa. Le digo que no, le doy un papel y le animo a que pintemos los dos en el papel, pero no a él le gusta más la pared, total que si se lo impido coge mucho berrinche. Opté por comprar la esponja don limpio para borrar las pintadas y rotuladores lavables, ahora cuando pinta coge el borrador mágico y lo limpia, coge la balleta de cristales y lo limpia. Claro el problema está en que él intente pintar las paredes de otros sitios, que no sean su casa, y le riñan, entonces el tendrá la duda si eso está bien o mal dado que en casa lo hace. Total que siento que con las soluciones que se me ocurren puedo liar más al niño dado que en otro sitio no le dejarán hacer según que cosas que en casa si se le permiten. Esto es mu complicao.
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por solecilla
#142011 poc, la verdad es qeu, a pesar del berrinche, no creo que debas permitirle pintar en tus paredes, exactamente por lo que dices: proque lo hará en todas partes.

pero lo que has de hacer es:

-no tener pinturas a su alcance. asi cuando quiera pintar se las das tu, le das el papel tu y te sientas a pintar con el. (EVITAR)

-si insiste en pintar en la pared, le dices que la pared no es un sitio para pintar, y cambia de actividad rapidamente a otro lugar de la casa, donde no vea pinturas siquiera.(DISTRAER)

-si no eres capaz de detener el berrinche, estate con el sujetandolo con cariño hasta que se tranquilice, y luego, sin enfadarte, proponle jugar a otra cosa. no menciones ni el berrinche ni ñas pinturas (IGNORAR)

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por poc
#142029 Sole, y cuando se le pase el berrinche ¿le explico que eso no se debe de hacer o lo ignoro totalmente (como si no hubiera pasado nada) haste el momento en que lo quiera volver ha hacer y entonces le explico? Es que mi hijo es muy cabezon
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por mariquilla
#142034 :lol: :lol: poc, yo también tengo el borrador.
Julio aprendió a que eso no se hace NUNCA. Sólo se pinta en paredes. Y si ensucia otra cosa él tiene que limpiarlo.
Con el berrinche? pues cada día es un mundo. Yo, particularmente, mientras etá "atacao" nada, o estoy con el sentada esperando, o le digo, julio estoy en la cocina, cuando se te pase ven conmigo. Luego yo siempre le digo que no le he dejado tal o cual cosa por lo que sea ( pues julio no te he dejado pintar en la sparedes porque bla bla....) Le enfatizo que no estoy enfadada y le propongo otra actividad. No sé si está mal o no. Es lo que yo hago

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por solecilla
#142036 yo no se lo mencionaria, date cuenta de que en cuanto digas la palabra pinturas vas a volver al principio.

solo se lo debes decir en caso de qeu no consigas evitar qeu se dirija a la pared. le paras, y le dices no se pinta en la pared, tenemos papel. (y lo ideal es que le pares antes de qu pinte, como te dije y sin enfadarte)

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por mariquilla
#142037 Por eso digo que cada día y cada niño es un mundo. Es que a julio así se le queda grabado para siempre.

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por Mariana
#142372 Me gusto...extrañamente me gusto...es que soy muy anitautoritaria pero ...con Sofia me doy cuenta de que tengo que enseñarle primero y luego que ella decida en donde va a romper las reglas cuando sea necesario e inculcar el poder de decision...que al cabo la decision sea a conciencia propia no por que no se le enseño nada y si es asi me parece igual que el autoritarismo, soloo enseñar una sola via...en finq ue me devio....


Tema paredes, primero lo hize por pasos cuando descubrio Sofia que todas las paredes blancas eran como hojas...lo primero que hize fue ponerle papel gigante en las paredes para que rayara, luego pasamos a el siguiente paso, alzamos los marcadores y solo los usa conmigo, siguiente paso sus abuelos fantasticos le regalaron un pizarron de esos de cole, para pintarlo con marcadores y luego borrar, bueno hay que ver lo bien que funciona lo que a ellos les parece magico, puintar y borrar, es mejor que las paredes para ambos, en verdad desde que en casa esta la pizarra no mas paredes rayadas,. y sobre todo no nos ha costado nada es una decision de ella solo pintar en ese pizarron por que es mas divertido pintar y borrar.....

Si se sube a la mesa le digo una sola vez, "Sofi bajate que te caes y te duele" siguiente vez la tomo suave de la mano y la hago bajar suve, sin jalones ni minimamente, es decirle y hacerlo, recomendacion de la escuela y nos ha funcionado de maravillas, no mas gritos.

Nostros nos la pasamos en negociacion y cediendo, nuestros propios principios y preconcepciones asi que con ella tambien cedemos si le vemos razon, pero si le decimos NO, tratamos de no contradecirnos y luego ceder, y sobre todo no contradecirnos entre nosostros como padres, que yo le de el carameloo y su padre se lo prohiba , por ejemplo, si no estamos de acuerdo en ese momento nos unimos y despues lo platicamos, cuesta doble trabajo, pero a la larga es mejor , creo que nos vea como un conjunto. Hasta ahora nos a funcionado, hay veces que no estoy de acuerdo con un NO del padre, pero en el momento no digo nada, luego lo charlamos y nos ponemos de acuerdo, y viceversa. es mucho esfuerzo...vaya que lo es, por que se junta con la situacion propia de pareja, pero vale la pena ... para nsotros mismos como pareja ha sido una gran paso.
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por lafiu
#142386 Prometo leérmelo con calma.

El vistazo rápido que he echado promete.

Gracias Sole :fl

(¿Lo copiáis en el post-it de Educar con cariño?)


Elena

:113: Asesora en lactancia materna de DO DE PIT
(Associació pro-alletament matern) de Tarragona
y MADRE
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QUIÉREME CUANDO MENOS ME LO MEREZCA, PORQUE SERÁ CUANDO MÁS LO NECESITE
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