Era una niña feliz y normal que no le quería dar besos a nadie, se escondía detrás de las faldas de su madre cuando estaba con extraños y no tan extraños, me hacia pipi en la cama ya mayorcita con 5 años, tenia problemas de atención en clase, no me relacionaba bien con mis compañeros de clase, etc.
Mis padres tuvieron que oír de todo, que claro como era la pequeña era una mimada de cojones (con perdón), que estaba verde y una ristra de memeces que daba pena de oír, lo peor es que lo se porque lo decían delante mío, me acuerdo perfectamente.
Un día, mis padres haciendo un gran esfuerzo económico me llevaron a un especialista, un otorrino, hartos de que desde muy pequeña estaba cada dos por tres con otitis, tenía unos dolores que me moría y por la S.S no me lo solucionaba. Me diagnostico una otitis ¿crónica? y que con unos drenajes se solucionaría el problema y poco a poco recuperaría la audición que havia perdido, esto que ahora parece tan simple hace 26 años era toda una novedad. Me operaron y me abrí al mundo! A los pocos días deje de hacerme pipi por la noche, empecé a sonreír, hablaba por los descosidos, jugada con todos los niños de la clase, resumiendo hice un cambio radical. Como no oía bien me havia cerrado al mundo.
Con cinco años o menos entiendes a los mayores cuando hablan entre ellos y muchas veces duele… con 31 años sigue doliendo…
Muchas veces los problemas de desarrollo son por un problema físico.
Y como decía mi madre… si no quiere darle un beso, ¿porque cojones ( ) tiene que dárselo?