- Sab, 27 Oct 2007, 14:35
#201928
No hay niños fáciles y niños difíciles. Los hay mas manejables que otros, pero que levante la mano quien diga que tiene un niño perfectamente obediente, perfectamente comedor, perfectamente dormidor...
Este foro ayuda si vienes con ganas de escuchar, con ganas de ser crítico contigo mismo, si lees los mensajes con una mente abierta, si estás abierto al cambio.
Hace mas de 2 años que participo aquí, algunas temporadas mas que otras, he sacado mucho de positivo, he aprendido a rectificar, he aprendido a escuchar, he aprendido a tener mas paciencia y sobretodo he probado alternativas a partir de los infinitos consejos que se dan... Algunas cosas me han funcionado, otras no. Algunas cosas funcionan según qué épocas, luego de golpe ves que eso ya no te funciona y tienes que cambiar...
Yo también sé lo que es que te monten un numerito de "tierra trágame", sé lo que es notar las miradas a tu alrededor en las que se cuestiona tu autoridad como madre... sé lo que es no dormir durante 2 años y 8 meses, lo que es no poder ir en coche a ningún sitio...
Pero estar abierto de mente permite intentar el cambio y romper "barreras sociales" que me impedían hasta ahora negociar con mi hijo sobre si me acuesto con el en la cama, sobre si le doy un biberón a ls 3 y media de la mañana...
Aquí no somos tan permisivos como parezca, es lo que tiene leer y no ver. En casa hay una serie de normas innegociables, situaciones negociables y situaciones permisivas.
Puedo permitir a mi hijo que no coma si no le apetece, pero no se negocia substituir una comida por una galleta. O se come o no hay galleta.
Aquí todos te entendemos y los que llevamos tiempo te podemos decir, y aconsejar, que te adaptes a tu hijo. Que no le veas como a un bebé, que hables con él y intentes saber lo que le preocupa o lo que condiciona según qué actitudes. Como nuestros niños van cambiando, no siempre funciona lo mismo, pero si les dejamos hablar y les sabemos escuchar, podemos descubrir qué estrategia puede ser la mas adecuada en función del momento que ese niño está viviendo.
No seas rígida, sé flexible partiendo de las normas que tu y tu pareja decidais fijar. No confies en un método gold-estándard, hay que ir cambiando, hay que irnos adaptando.
Yo creo que esa capacidad, la de escuchar, la de cambiar, la de negociar , y sobretodo la flexibilidad, es lo que hoy en día hace que me pueda sentir mejor persona, y creo que incluso mejor madre que antes.
Suerte
Esther, Pau i Carla