- Jue, 17 May 2007, 17:06
#139785
Elena, si gracias por la frase, ya la habia leido aquí en el foro. y si tienes razón en ese momento en que se ponen "dificilitos" es cuando más hay que atenderles para que se calmen y se sientan bien. Es de simple lógica y amor, pero es que aveces la colera o el enojo o el stress aconsejan tan mal... sobre todo cuando se trata de pequeñitos.
Por otro lado, estoy feliz porque ayer Rodo me llevo a la casa un artículo, que me voy a tomar el atrevimiento de escribir aquí, lo leí y me sentí identificada (no como bicho raro que a veces pierde la paciencia con su bebe) y lo mejor es que dan tips o consejos para tratar de aplacar tanto el comportamiento de tu bebe como tu propia reacción:
ME SACAN DE QUICIO. ¿QUE HIJOS NO HAN SACADO DE SUS CASILLAS A SU MADRE? por IRENE BELBO Y SOFIA LESTELLE, PSICOLOGAS Y TERAPEUTAS FAMILIARES.
"Yo tengo sólo un hijo, de un año, y hay muchas tardes en las que creo que nuestra relación no tiene futuro. Es que sinceramente, no lo aguanto", dice Adriana quien, a pesar de las pataletas de su hijo, conserva el buen humor. Sí, los hijos muchas veces desbordan. Se desbordan ellos y desbordan a sus padres, que sienten que todas sus buenas intenciones educativas se les escurren entre enojo y enojo. ¿Cómo contener ese coraje? ¿Qué hacer si no es posible divorciarse de los hijos?.
"Ven que estoy ocupado y empiezan a pedirme cosas. Como no los puedo atender, comienzan a pelearse", se queja Lu, madre de dos niñas de siete y cinco años.
Cada niño tiene su particular dforma de ponernos de nervios, pero muchas de estas "estrategias" son clásicos de la infancia: las rabietas, las desobediencias sistematicas, las peleas con sus hermanos, ensuciarlo todo en tiempo record.
PARECE QUE VIVIMMOS CON EL ENEMIGO.
Si ser niños es hacer esas cosas, los adultos ciertamente tenemos motivos de queja.
De hecho, los maestros reconocen sin ambages el gasto de energía que supone estar muchas horas a diario con niños. Y que sean hijos en lugar de alumnos nos lo pone aúbn más difícil. Y es que la inmensa mayoría se comporta mucho menjor en la escuela que en la casa. "suerte que lo queremos, que si no..." piensan algunas madres resignadas.
"la hora de dormirla, comer o vestirla es una tarea diaria. Aveces me lo tomo con calma, pero otras soy incapaz y reviento. Todos los días es lo mismo" cuenta Paula.
Bien todo esto es cierto, pero aunque sean las personas más absurdas que conocemos, les debemos amor y respeto. Tratarlos bien y con calma es parte de nuestro trabajo, como madres y un legado para futuro. si no perdemos los nervios , al menos no muy a menudo, probablemente ellos repetirán esa misma conducta racional y civilizada.
Yo estoy totalmente en contra de los golpes. Una mamá con autoridad es la que mima y protege. Y si realmentes queremos ser una autoridad ante nuestros hijos, debemos comprender la desobediencia infantil, los caprichos o las rabietas. Cuando montan una o pasan por alto todo lo que decimos, no debemos sentirnos desubicados en el lugar de padres. No debemos perder el control y empezar a gritarles o darles nalgadas, ya que nos alejará de ser una autoridad protectora. Si no podemos controlarnos nosotras mismas, ¿cómo contener a nuestros hijos?.
Por eso, si estallamos, una vez que se recupera la calma hay que hablar con los niños y reconocer los propios errores y pedir disculpas si le agredimos o gritamos. hay que aprender a decir "lo siento mucho, no quería gritarte" "Perdona por llamarte malo, no lo eres. Solamente hiciste algo no muy bueno y ya no lo volverás a hacer".
REPRENDER PARA ENSEÑAR, NO PARA HUMILLAR.
Cuando se reprende a un niño siempre debe ser para enseñarle, nunca para humillarlo. Un grito, un insulto o una nalgada no enseñan nada, mejor dicho, si enseñan violencia como unico medio para arreglar las diferencias o la frustración. Usarlos es dejar de ser una autoridad amorosa para transformarse en un ser autoritario.
Es decir, certificamos nuestra impotencia. Es como si le dijeramos "No puedo contigo, no puedo ser una autoridad para tí. Tú te portas mal y yo también." Quedamos por comleto fuera de nuestro sitio y nos igualamos al niño o bebe... Ya no sabriamos quién esta bien y quien no. seriamos iguales, y no lo somos.
Los hijos por naturaleza ponen a prueba a los padres. Quieren y necesitan saber donde están los límites, hasta dónde pueden llegar... Y ese "hasta donde" hay que marcarlo con firmeza y con calma... Porque son límites que imponemos a su conducta por su bienestar y su seguridad, porque los amamos, no porque se porten mal.
Los bebes y niños no se portan mal de por sí, simplemente se comportan como lo que son niños y a nosotras nos toca limitarlos con amor.
Los límites nunca deben ponerse con golpes (por leve que sea), por lo que los límites no se deben aplicar estando exasperadas, sino mucho antes con el ejemplo. Cuando nos encolerizamos, esta reacción tiene que ver más con nuestra necesidad de control que con la de nuestro hijo.
Si en alguna ocasión "no podemos con nuestro hijo o hija", lo mejor es enviarlo un rato sólo a su cuarto ( a partir de los cuatro años y solo por quince minutos, no más). Si es menor, apartarnos nosotras fisica o mentalmente de su conducta y en ese retiro aprovechar para calmarnos y luego hacerle mimos o hablar con él.
Por muy enfadadas que estemos en una situación de tensión extema, tenemos que ser dueñas de nuestras palabras y actos, somos las adultas y dejarlo claro ante nuestros hijos e hijas.
¿QUÉ PUEDO HACER?
1.
Crear una buena organización y mantener la rutina.
Hay que establecer rutinas con nuestros hijos desde su nacimiento. Las rutinas le dan seguridad y calma a los pequeños, adoran saber que sigue a continuación.... Si se les cambia abruptamente la rutina por una enfermedad o situación extresante en el hogar, logicamente el niño se alterara e influira en su conducta.
Si el niño es pequeño y nos pasamos todo el día con el, lo que más necesitaremos será un par de hora para nosotras mismas. Habrá que echar mano de papá, de losabuelos o de una cuidadora. Si ya van a la escuela, el tiempo se distribuye solo cuando llegan a casa que necesitan atención. Dedica un rato para estar solo con ellos y darles la oportunidad de contarte cómo les fue en el día.
2.
Contar hasta diez o más....
Si alguna situación te exaspera, debes recuperar la calma de manera inmediata antes de actuar. Hay que respirar profundamente y si quieres, sentarte unos segundos y contar hasta diez o más o lo que te haga falta. Luego, solo luego, te acercaras al niño. Ejercer el autocontrol es la única forma de educar en la no violencia y en una cultura de amor y respeto.
3.
Atenderlos cuanto antes
las madres enseguida advierten cuando hay "peligro de rebelión" o "cuandos sus hijos se van a portar mal o tener una rabieta". Préstele atención enseguida, cuando todavía estás tranquila. ¿Que pasa?, ¿vas a portarte un poquito no bien? ¿que necesitas, que quieres?.... Muchas pero muchas veces hacen travesuras con el único objeto de llamar la atención y observar nuestras reacciones, que de por si les parecen graciosas.
4.
Educar es cosa de dos.
Hablar en pareja de las difícultades asociadas a los niños ayuda a que tengamos las cosas más claras y no sintamos que nosotras somos las únicas responsables de su educación y comportamiento. Si te saca de quicio cuando estás sola con tu hijos, sería bueno que lo comentaras con su pardre por la noche. comparrtir los problemas alivia, aunque no necesariamente encuentren la solución.
5.
No repetir consignas.Es desesperante pedir varias veces lo mismo. El primer error es repetrilo más de una vez. Podermos decir "ponte las sandalias, no estes descalzo" o "no molestes a tu hermano", pero si sigue descalzo o molestando, habrá que intervenir de otra forma. Por norma general conviene preguntar porque hacen las cosas. ¿Estas aburrido? ?Quiere algo que su hermano tiene? ¿Le molestan los zapatos?
6. Mantener un buen clima.
somos las directoreas de la orquesta, de nosotras depende que suene con armonñía. Convivir con un bebe o niños es compartir algunos momentos de juego, otros de obligaciones, ratos en los que cada cual hace lo suyo y situaciones en las que necesitan que hagamos algo con ellos. Responder a sus gustos y necesidades con un buen clima y con sonrisas y felicidad facilita las cosas.
7.
Darles autonomia.
No es lo mismo estar con niños dependientes hasta para beber un vaso de agua, que compartir la tarde con seres autónomos capaces de jugar en su cuarto, o de caminar por si solos o hasta de gatear y explorar su pequeño mundo.
Hay que atender a los niños y bebes en función a su edad. no como pequeños adultos, sino como lo que son, nuestros hijos y nunca olvidar que necesitan su propio espacio para crecer de manera integral y segura.
A mi me sirvio mucho, espero que a Uds. tambien.
).... Yo misma la ponia a ver dos programas por día de media hora cada uno: El Oso Bear en la gran casa azul y luego de esto, Barney's.... y le encanta, rie, se mueve, y "platica con sus manitos lo que ve"
es lo que hay.... inclusive en la noche, luego de jugar con ella, de bañarla en la tina, de comer y tomar su ultima teta de la noche, ella me agarra la mano y me enseña el equipo de música, lo prendo y empieza a moverse y bailamos como por media hora... Luego a su cuarto, a solas a media luz y a dormir....
Asesora en lactancia materna de DO DE PIT 
