- Vie, 24 Ago 2007, 09:49
#172786
---Aquí os citaría a varios, como Jaime y Loes, pero es que no me sale!!!--
No, si yo de mi madre no me quejo porque sé que lo hizo lo mejor que pudo y nos dio -y nos da- mucho cariño. Pero eran otros tiempos y una forma de ver la crianza completamente distinta. Nuestras madres eran más jóvenes, los papás estaban fuera de casa trabajando muchas horas, no se cuestionaban lo que su entorno les decía y todo se basaba en el uso y costumbre... por decirlo de alguna manera.
Ahora mi madre nos ayuda en el cuidado de mis dos niños y se ha adaptado a nuestra forma de crianza, sobre todo porque está mucho más relajada que cuando me tuvo a mí. Y yo encantadísima con ella.
Pero creo que por la experiencia que tuvo conmigo de bebé, hemos aprendido las dos sobre lo que no hay que hacer. A mí, que siempre (desde que nací, hasta hoy) he sido muy delgada, mi madre me obligaba a comer. Era un círculo vicioso: yo no comía más, ella se estresaba mucho, y eso me provocaba a mí vómitos nerviosos... era ver el babero y empezar a vomitar. Imaginaos!
Mi madre, por lo visto, nunca se cuestionó los mensajes de su entorno acerca de las cantidades que comen los bebés y niños, y no entendía que yo no me moriría de hambre; lo pasaba mal "por mi culpa"... y yo crecí escuchando esa idea: "lo mal que se lo hacía pasar a mi madre". Nuevamente es el concepto de lo malos que son los niños, que fíjate lo que hacen sufrir a los padres a propósito...
Además, hasta me pegaba alguna torta -se dejaba llevar por los nervios- y luego tenía remordimientos y lloraba, así que imaginaos los mensajes que me transmitía. Y esto sucedió hasta los tres años y medio, que es cuando nació mi hermano y nos liberamos las dos de tanta presión.
Ella no ve consecuencias sicológicas por la forma en que me crió.
Lo que mi madre sí parece haber deducido es que hay que tomarse las cosas más tranquilamente. Que si el niño no come, ya comerá cuando tenga hambre. Y se ha acostumbrado a cosas tan raras (que, según ella, nadie hace) como que durmamos con ellos, o que no les quitemos el chupete y el pañal a los dos años exactos, como parece ser que todo el mundo hace (?)...
Lo que yo pienso es que al menos una parte de la inseguridad, del constante sentimiento de culpa que yo tengo, de mi incapacidad para disfrutar al 100% de las cosas sin sentirme culpable, puede estar provocado por cómo mi madre me trató de pequeña. Empezó con la comida y luego continuó con otros temas, y mi impresión es que nunca me ha aceptado tal como soy. No quiero decir que mi madre fuera mala conmigo porque no lo hacía a propósito, ni hacerla responsable de mis problemas; únicamente pienso que no soy emocionalmente equilibrada y puede deberse, en parte, a eso.
-No sé si Jaime se refería a algo parecido cuando comentaba la expresión que le dice su madre y a la que no puede responder, como yo, para no herirla-
Cuando nació Sabina, mi hija -que es delgada como yo-, intenté no caer en los mismos errores que mi madre y me informé cuanto pude y entonces descubrí muchas cosas (en especial, a Carlos González) que luego nos han hecho disfrutar muchísimo de nuestros dos hijos. Y pasamos de la "sabiduría popular" en muchísimas cosas.
Bueno, he perdido un poco el hilo pero me he desahogado. Quiero enormemente a mi madre, y desde que yo tb lo soy me siento mucho más cerca de ella, pero tengo motivos para intentar hacer mejor las cosas. Ah, y por cierto, he empezado a leer un libro muy recomendado en este foro ("La ciencia de ser padres") y me encanta! Es fácil de leer, explica los temas con rigor y da soluciones sensatas.
Buen fin de semana a todos!
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Belén