Lugar donde compartir el día a día de nuestros pequeños.

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por guiomar
#206503 Las razones ocultas
Siempre hay un motivo por el que nos enfadamos, ¿no? Nuestros hijos son demasiado ruidosos, demasiado desordenados, demasiado inquietos, demasiado demandantes, demasiado llorones,… Bueno, a veces son demasiado.
Hay momentos en los que nos arrepentimos de haber iniciado la aventura de ser madres, hay ocasiones en las que sabemos que no damos el ancho, momentos en los que ya no podemos más… Días en que quisiéramos retroceder el tiempo a los momentos tranquilos de nuestra soltería, sin compromisos, sin pareja, sin hijos… A veces nos conformamos con pensar que pronto crecerán y que ya no nos necesitarán, otros en los que nos animamos pensando que “estamos de salida”. ¿Salida de qué? Por el resto de nuestros días vamos a ser madres y padres.

No es malo tener esas fantasías a no ser claro, que queramos hacerlas realidad o que ciertamente seamos capaces de dar un día el portazo y desaparecer de la vida de nuestros hijos para siempre.
Una buena amiga me dijo una vez que necesitaba a alguien que me ayudara a hacerme las preguntas correctas para crecer. En la vida como en la ciencia, solo obtenemos buenas respuestas si sabemos plantear bien las preguntas.
¿Cuáles son nuestras razones ocultas?
Preguntarnos por qué somos madres o qué hemos hecho para merecer “estos” hijos solo nos va a llevar a respuestas llenas de amargura y de rencor. En plena desesperación responderemos que “nos equivocamos” que “estamos pagando algo malo” que “la vida es injusta”.
Si separamos a “esto” de nuestro hijo quizá podamos ver las cosas con mayor claridad. “Esto” puede ser que está inquieto por algo en particular o que llenó los sillones con pegamento tratando de hacer un collage o que no ha dormido la siesta o que está lloviendo y no podemos salir al parque…
Cuando dejamos de lado las generalidades empezamos a pensar con mayor objetividad.
Está inquieto, parece una moto, no hay quien lo pare y tiene un genio de mil demonios. ¿Qué ocurre? El niño no es el demonio de Tasmania, solo está pasando un mal día. Podemos identificar por ejemplo, que no ha dormido la siesta y que eso le tiene de malas. ¿Qué podemos hacer? Una vez identificado el problema (que es mucho menor que convivir con un demonio de Tasmania) podemos tratar de que duerma la siesta. A veces un paseo en coche funciona, ¿lo intentamos? Otras ayuda una película, ¿qué tal?, ¿y si lo cansamos y lo acostamos más temprano? Y al final siempre podemos optar por capear el temporal. Sabemos que tuvo un mal día, no podemos cambiarlo, ¿qué tal si nos armamos de paciencia?
Ha llovido durante toda la semana y no podemos ir al parque. El niño está harto de estar en casa, nosotras también. ¿Qué tal si vamos al súper o a unos juegos cubiertos o a visitar a los abuelos?

Pero otras veces algunos comportamientos de nuestros hijos nos enfurecen sobremanera. Sabemos que nuestra reacción está desproporcionada pero no podemos evitarlo.
A mi me pasa algunos días. Mi hijo pequeño es un investigador nato, quiere descubrirlo todo por si mismo, hacerlo todo solito y saltar por toda la casa. La mayoría de las veces no tengo problemas con eso. Si empieza a asaltar el refrigerador para abrir yogures o desmenuzar queso o prepararse plátanos con leche condensada que deja regados por toda la casa suelo encontrar la forma de que hagamos algo productivo con toda esa energía desbordante de ganas de aprender. Nos ponemos pelar zanahorias para la cena, limpiamos el cajón de los cubiertos o salimos al jardín a llenar alguna maceta con tierra. Pero hay días en yo no tengo energías para perseguirle. Algunas tardes me cuesta perseguirle por la casa o darle alternativas para su necesidad de aprendizaje. Entonces me enfado con el, le grito, le pido que se esté quieto, le siento en el sillón,… y cuando nada funciona le mando al jardín y tampoco funciona. En esos momentos no soy capaz de encargarle una misión porque no puedo supervisarla. Paradójicamente gasto más energía con mi enfado que supervisándole alguna actividad. Si miro mis razones ocultas realidad con quien estoy molesta es conmigo, pero lo pago con el. Estoy molesta porque no le doy el ancho, porque no tengo energías para seguirle, porque no tengo imaginación para inventarme cosas nuevas, porque en esos momentos siento que no soy una madre lo suficientemente buena para el. Pero la pago con el. El es el que sufre mi enojo. ¿Por qué no puedo enfadarme conmigo si el problema lo tengo yo?
Ah, pero yo no soy la única a quien le pasa. A ver: ¿qué hacemos en estas situaciones?
Hemos tenido un percance de tráfico. Para colmo la batería del celular estaba apagada. Hemos perdido media mañana arreglando papeles del seguro. Llegamos a casa y se ha terminado el gas. ¿A quién le echamos la culpa?
Hay reestructuración en la oficina. Todos los fines de mes vemos marcharse a varios compañeros. Estamos preocupados por nuestros índices de productividad. Pasamos más horas en el trabajo. Llegamos a casa y los niños no se nos despegan, están tensos, lloran por cualquier cosa… Puff. Lo que faltaba. ¿Por qué estos niños no pueden ser empáticos?
Se termina nuestra jornada reducida. Empezamos a pasar ocho, nueve horas fuera de casa. Estamos preocupadas. ¿Cómo va a estar nuestro hijo sin nosotras tanto tiempo? Llegamos y queremos saberlo todo: ¿qué comió? ¿ha dormido la siesta? ¿ha ido al baño? Mientras tanto, nuestro hijo, ¿qué? Estamos tan angustiadas pensando en el que no le atendemos cuando le vemos y claro, nos reclama y claro, nos enfadamos. ¿Con él o con nosotras? Porque la molestia es por no haber estado con el y sin embargo, lo pagamos contra el.
Detrás de muchos de nuestros enfados hay razones ocultas. Está bien sacarlas a la luz. A veces resulta una forma de conjurarlas.
Se vale después de una bronca decirle a nuestro hijo: “No me gustó lo que hiciste pero he sido injusta, tuve un mal día que pagué contigo”. También es posible decírselo a nuestra pareja. Pero mejor incluso es prevenirlo. Podemos avisar de que estamos en alerta amarilla al llegar a casa. “He tenido un día muy malo, por favor, denme chance de que se me pase”. “Hoy no está el horno para bollos”,… Y si tu ira es mucha, mejor no entres en casa. Date media hora para tomar un café o para ir al gimnasio o para llevar el coche al taller y entra cuando puedas hacerlo sin el coraje acumulado y a punto de estallar. uClaro que a veces no se puede porque tienes que recoger a los niños de la escuela o que llevarlos al médico o porque no hay nadie que se pueda ocupar de ellos esa media hora. Entonces puedes decirles: “estoy de malas denme un ratito para que se me pase”. Tus hijos te lo van a agradecer y tu también.
A medida que vamos destapando las razones ocultas vamos simplificando la relación con nuestros hijos.
Puede ser que nos moleste que maltraten los juguetes porque nosotros no los tuvimos, que desperdicien la comida cuando en nuestra casa no sobraba y se lo podemos decir con sinceridad y sin reclamos. En vez de decirle: “hay muchos niños que pasan hambre y tu te dedicas a tirar la comida” podemos hablar de nosotros: “Cuando yo era pequeño en mi casa no sobraba la comida y me duele que tu la tires” En vez de reclamar con un: “me ha costado mucho trabajo cocinar como para que tu ni siquiera lo pruebes” puedes intentar con un“¿puedes darle una oportunidad a la comida que hay en tu plato antes de decidir que no te gusta”.
Por supuesto que estás en tu derecho de que te duela que algo que hiciste para tus hijos o que compraste para ellos no les guste. Pero ahí eres tu quien tiene que decidir qué es mejor. Enseñarles “buenos modales” y que te digan: “qué bonito vestido, mamá” aunque nunca se lo pongan o que tengan la confianza de decirte: “mamá, la verdad es que no me gusta”. Entonces puedes tratar de cambiarlo, si se puede o de negociar en qué ocasiones se lo pone. Pero además al permitirle un “no me gusta” con la comida, la ropa o las clases de piano estás cimbrando su confianza en ti. Habrá cosas para las que puedas decir: “no importa” y habrá veces que tengas que decir: “es lo que hay” con sus razones correspondientes. Si le no le gustó la comida podrás preguntarle cómo le gustaría más la próxima vez pero que hoy es lo que hay para comer; si no le gustó un vestido le puedes decir que no se lo ponga y si no le gusta ir a ver a su Tía Enriqueta podrán buscar la forma en que la visita sea más amena.
Está aprendiendo que puede decirte cosas que no te gusta oír, pero que vas a estar a su lado.
Por eso nosotras optamos porque nos digan lo que piensan, aunque a veces resulte doloroso. Es trabajo nuestro preguntarnos por qué nos duele tanto que nos digan que no les gustó el pastel de manzana, cuáles son nuestras razones ocultas. Nosotras somos las que debemos trabajar sobre los motivos por los que nos molestan tanto algunos detalles: ¿nos sentimos cuestionadas como madres, como cocineras, sentimos que no estamos al nivel, que no damos el ancho? Les damos entonces su dimensión real. Solemos cocinar bien pasteles, a lo mejor no le gustó el sabor de este o estaba un poco quemado, o fue el sereno pero no somos peores madres por hacer mal un pastel de manzana.
En el fondo somos igual que nuestros hijos. Cuando les regañamos muchas veces sienten cuestionado nuestro amor y nosotras en esos momentos lo damos por supuesto. Es más fácil decirle: “Yo te quiero muchísimo pero no me gusta que te cuelgues de las cortinas por esto y por esto”. Del mismo modo que nos gustaría escuchar: “Eres la mejor mami del mundo aunque no te haya quedado bien este pastel”.
Busquemos las razones ocultas en nuestros enfados y en nuestras inseguridades para permitirnos darle importancia a lo realmente importante y dejar en el olvido los innumerables roces cotidianos, inevitables pero superables.
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por Daffy24
#206508 :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap:

Me ha gustado mucho tu reflexion...wow... de verdad que a veces, bueno no, siempre, hay que detenernos a pensar antes de decirles algo a nuestros hijos...son taaan sensibles y nosotras somos su modelo y su mundo...llevamos gran peso sobre nuestros hombros y por eso a veces queremos salir corriendo pero...hay que saber como llevar ese peso...

Que mas puedo decir, me encanto...Gracias por compartirlo

Daffy :fl

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"Hemos de empezar a ver a los niños como si de una argamasa se tratara que necesita de unas manos dóciles, amables y cuidadosas para moldearla. Cuanto más dulces sean estas manos, cuanto más cercanas y comprensivas sean con las irregularidades que la argamasa pueda provocar, mejor será el resultado final."
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por Trece
#206512 Por eso cuento hasta 10 antes de decirle algo a mi hija cuando tiene una rabieta, por eso respiro hondo y pienso ¿por qué lo hará? Y entonces me tranquilizo y lo veo mejor. Pasa el chaparrón y la puedo tranquilizar y explicar el por qué.
Más de una vez me he tenido que ir al cuarto de baño y chillar para desahogarme, pero prefiero eso a pagarlo con mi hija.
Gracias por hacernos reflexionar.

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por Paola mama de Isaac
#206522 Guio hoy he leido varios mensajes donde has descrito fragmentos de lo que me ha pasado ultimamente, y me has hecho pensar mucho, ayer mismo pense porque deje en la escuela a un niño tranquilo y me devolvieron un terremoto, gritando todo el dia saltandome casi en la cabeza, en la noche perdi los estribos lo regañe y fue cuando el papa habia sido, no me acepto el abrazo de disculpa por primera ves y eso me ha dolido en el fondo, porque? porque muchas veces no es suficiente la disculpa, como bien dijeron y no recuerdo si fuiste tu misma, los hemos hecho asi, necesitan explicaciones, argumentos, el porque yo lo digo no funciona, y si encontre la raiz de porque me molestaba que mi hijo gritara, porque yo tenia una crisis en el trabajo y no queria comentarlo con mi esposo porque lo involucraba, ese hermetismo me traia mal.. y en quien derivo en isaac, pues si hay que buscar en el fondo porque ayer mismo no fue para el suficiente mis disculpas :sad:

Lic. Paola Franco.Mexico.
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por cani
#206597 Desgraciadamente esto es cierto y no solo con nuestros hijos, es algo que todos vamos haciendo a lo largo de nuestras vidas, de jóvenes pagamos nuestro mal humor con nuestros padres, de casados con nuestros maridos, y cuando somos padres lo hacemos con nuestros hijos. Lo terrible de esto es que de todas estas personas los únicos que no se saben defender son los niños, y qué fácil es echarles la culpa a ellos de nuestros problemas "es que no se está quieto ni un momento", "con este niño no hay quien pueda". Muchas, muchas veces cuando un niño "se nos va de la mano" o símplemente está excesivamente difícil antes que ver qué podemos hacer para que se porte mejor deberíamos ver qué hemos hecho nosotros para que se porte así.

Guiomar como siempre me encantan tus reflexiones :fl

Cani+Patri 9/12/2004
por BelGra
#206619 Qué razón tienes. Cuantísimas veces no doy la talla con mis hijas. Por falta de energías? de tiempo? de imaginación? o sencillamente no dar el ancho (como decís en México).

Gracias Guio, por dedicarnos parte de tus energías, de tu tiempo y de tu imaginación para escribirlo. Eres muy generosa.
Besicos

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por mariquilla
#206624 Las razones ocultas :roll: :roll: Sabes cuál es la mía, o una de las mías? en mi embarazo mi compañero y yo lo pasamos mal. Como pareje pasamos un bache impresionante que nos llevó a la separación. Siempre digo que la crisis del primer hijo yo la llevaba hecha. No fue por quedarme embarazada, pero eso lo hizo aún más dramático.
Tengo dede entonces una "razón oculta" cuando hay rabietas o llantos y está su padre. No sé como verbalizar esto, no sé si me saldrá correctamente lo que siento. Es como :julio no te portes mal, no llores, no compliques la situación...No lo puedo evitar, revive en mí cuando yo tenía a mi hijo en mi vientre y eramos dos contra la tristeza :sad: :sad:
Lo he hablado con el padre...y con quién lo pago? a quien termino gritando? a mi hijo :cry:

Otras veces es, como bien dices, el sentir que no s ellega, que no puedes estar convirtiendo en juego todo, que mi capacidad a veces no llega a más :roll:
Y otras veces, cuando tengo paciencia, reconozco las verdaderas razones d emi enfado o veo que julio comprende mis lágrimas o msi disculpas con un "no pasa nada mamá" y un beso. Entonces el corazón no me cabe en el pecho. Como ahora las lágrimas en mis ojos, que se me estás cayendo mejilla abajo.

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por athena
#206626 Es cierto. Y a veces parece que tenga que ser fácil para un adulto como nosotr@s, que lo hemos sido para decidir que queremos tener un hij@, saber con qué o con quién estamos enfadados y no soltar toda la frustración a el que no tiene culpa.
Pero no sabes porqué, lo suelto y luego me arrepiento mil veces viendo sus ojos de "porqué?". Y le pido perdón. Y por la mañana me digo "hoy voy a ser un poquito mejor, intentaré no repetirlo". Y hay días en que siento que lo he echo bien y otros en que mis razones ocultas me han ganado la partida :cry: .
Guiomar qué bien que estés de nuevo, me encanta leerte (aunque a veces provoque una especie de "exorcismo" ;-) ).
María :26:

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por mellisenero
#206640 Guio, tienes una mania muy "fea". Nos haces ver las cosas que solo intuimos y encima autoanalizarnos. Le pareces al Cury, el autor del libro que recomendo Sole sobre padres brillantes.

Son practicamente tus palabras, dad ejemplo a los hijos con nuestras propias experiencias. No con "regañinas" abstractas que no llevan a ningun sitio ni hacen ningun efecto....

Pero yo hoy estaba planteandome abrir un post con el titulo "no los aguanta ni la madre que los trajo al mundo" (no digo que los pario porque yo no pari, fue cesarea :mrgreen: ).
Estan insoportables, lloran por todo, Javier no para de pegar a Maria incontroladamente, Maria no para de llorar por todo, no quieren hacer nada, ni en casa, ni en la calle, todo son rabietas, todo son caprichos.... y ayer explote, el grite a Javier ( no lo suelo hacer casi nunca) proque el bocado a su hermana fue tremendo mientras yo hacia pis. Se que el lo paso mal, yo lo pase mal... espero que sea una racha....

Y hoy pone Guiomar este post.... mi razon oculta... estoy cansada del trabajo (tengo mucho ultimamente) hay problemas en el trabajo de mi marido, y sobre todo , cuando ellos estan con estas rachas, yo me pongo de un mal humor "interno" y lo acabo pagando con mi relacion de pareja. No hay abrazos, no hay besos, porque estoy enfadada y cansada y nerviosa y todo y antes de dar una mala voz prefiero no hablar.. y eso es un circulo vicioso, el se pone de mal humor, y la situacion es tensa.

Bueno, ya he utilizado tu post. Las razones ocultas.... que duro poder reconocerlas. Pero hay veces que me gustaria saber mas"sus razones ocultas" para estar de tan mal humor como les pasa a mis hijos...

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Mis hijos son lo mejor de mi vida.
por nayma77
#206658 Me quito el sombrero.

Es increible la capacidad de verbalizar y poner por escrito las cosas que dia a dia nos pasan, y ponernos delante del espejo desnudas (de alma y de corazon).

Pocas palabras mas que decir, porque este mensaje me esta ayudando mucho.

Eres increible.
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por jud
#206672 Hola
Guiomar: me ha encantado tu post. La verdad es que das en en clavo con esta reflexión porque yo creo que por aquí tod@s nos vemos reflejados en el. ;-)
Gracias por hacer que nos comamos un poquito el tarro por nuestros hijos.
Besos

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por poc
#206682 Hoy estoy leyendo el post de papi de Nuria y de Guiomar...una vez más doy gracias porque me haceis sentir más humana, porque veo y siento que mi hijo no es "diferente" a los demás, porque me ayudais a comprender reacciones humanas de mi marido...y ya no me creo lo que me dicen las mamas en ell parque: mi hijo es un sol que juega y se entretiene solo, me deja cocinar y fregar, le divierte verme maquillar, no me pinta las paredes y siempre se lo come todo, lo pongo solito en la cama y se duerme toda la noche....

Todos estos sentimientos son tan puros y tan reales que leídos de vosotros se ven lo más normal del mundo, que hasta que no lo habeis relatado pensaba que era un problema en mí y hasta dudaba si mi hijo pudiera tener algún problema incluso de celiaquia por sus cambios de humor.
Y todo pasa y todo llega y mientras en el camino paciencia, energía y respirar, respirar y recargar pilas con los desahogos y aprendizajes del foro.

Una vez más gracias por la terapia.

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por solecilla
#206727 gracias guiomar. ayer lei tu post y me abrumó la cantidad y calidad de la información que contiene. no pude responder, porque estos dias mi horno no ha estado para bollos :mrgreen:

hoy con mas calma lo hago. podria simplemente copiarlo y decir que lo suscribo al 100%.


nuestros hijos son nuestros espejos. se nos apegan mas cuando mas necesitamos aire simplemente porque se dan cuenta de que no deseamos estar con ellos y para ellos esta situación es inviable.

"sandra por favor cuando veas que mama esta enfadada no le pidas que se ponga contenta. no puedo hacerlo"

"¡¡mamaaaa!!!!ponte contenta porfavor!!!"


a mi es sandra la que me irrita. porque mi flaqueza es mas psicologica que fisica. mi flaqueza es mi autoritarismo que paso la vida tratando de mantener a raya. no me importa correr detras de carlos, me saca de quicio que sandra se haga la sorda. que no sea tan docil como para hacerme mas facil la vida.

mucho tiempo al dia, a la semana logro mantener la calma y/ dar señales previas como dice guiomar: sandra no me provoques hoy por favor.

otras veces no lo logro, y como hemos comentado me veo a mi mis ma como en una experiencia paranormal, desde fuera, diciendome: asi no, asi la estas regando por completo. muy mal, sole. pero no puedo detenerme. es como si necesitara llegar al vortice del enfado para poder allí alcanzarme a mi misma y bajar de nuevo.

pero los niños y su comportamiento, tengamoslo clarisimo: nunca son causa, SIEMPRE son consecuencia. y si sabemos leer en ellos, un toque de atención.

RECUERDA: las recomendaciones del foro NO PUEDEN sustituir a la consulta con un medico (NI LO PRETENDEN)
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por nuriah
#206743
solecilla escribió:nuestros hijos son nuestros espejos. se nos apegan mas cuando mas necesitamos aire simplemente porque se dan cuenta de que no deseamos estar con ellos y para ellos esta situación es inviable.


verdad verdadera!!!! :fl (aunque también se nos pueda hacer inviable a nosotros la situación)

solecilla escribió: pero los niños y su comportamiento, tengamoslo clarisimo: nunca son causa, SIEMPRE son consecuencia. y si sabemos leer en ellos, un toque de atención.


Y si no sabemos Sole??? Qué pasa cuando no encontramos la lectura? :oops: :cry:

NÚRIA - Mamá y Asesora de lactancia materna
ALBA Lactancia Materna

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HUGO (21/01/2005)
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EMMA (25/08/2009)
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por solecilla
#206749 no siempre es posible nuria y a veces nos enteramos de la verdad a toro pasado.

y cuando la situación es inviable para nosotras pues ya sabes: bronca monumental al canto que ademas se traduce en despertares frecuentes nocturnos. en mi casa cuando me bloqueo el resultado es este. incomprensión, llantina, exigencia, y una mala noche.

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