Hace 2 semanas fuimos a una tienda especializada en alimentos para alergicos. Hacian una demostración. Era la primera vez que mi hija se comia una madalena (bueno, solo quiso 1/2). No os puedo contar la emoción que tuve...
En la tienda nos planteamos de comprar o no una bolsa de madalenas.
No la compramos por miedo que no supira diferenciar entre madalenas aptas y no-aptas a su alergia.
Y así fue. Al dia siguiente nos fuimos a la panaderia. En el mostrador tenian madalenas. Mi hija las vió y exclamó: "mama, alenas!" (=madalenas), le tuve que explicar que si que eran madalenas pero que ella no las podia comer pq se pondria malita.
Mi hija ni corta ni perezosa se planta delante de la dueña y le suelta un contundente "Noooooo!" mientras lo acompañaba con el dedo.
Cuando saliamos vió en el mostrador ensaimadas con crema (que pinta tenian!!). Y exclama: "mama, famm!" (=flam), le tuve que explicar que no era flam que era crema y que ella no podia comer pq se pondria malita.
Mi hija ni corta ni perezosa cruzó toooooda la tienda se planta delante de la dueña y le suelta un contundente "Noooooo!" mientras lo acompañaba con un dedo incriminatorio.
La dueña aún debe estar riendose (esta al caso de la alergia de mi hija)
Elora, con esta anecdota real, te quiero transmitir que antes de ofrecer "comida adaptada" hay que enseñar a que solo debe comer aquello que con total seguridad sea apto para ellos. Ya lo sé, salen del colegio y en vez de un croissant nuestros hijos se comen una manzana, será muy saludable pero ... lo entienden, Elora, lo entienden