Yo ya me lo he leído todo e intento pasar el máximo tiempo con ella, hacer cosas juntas, darle muchos mimos...
Pero, ¿qué hacéis cuando os tenéis que ir y dejarla con papá, o con la abuela? Porque ayer salí al teatro (las veces que he salido de tarde-noche todavía se cuentan con los dedos de una mano) y tenía que dejarla 3 horitas con la abuela. Ella (la abuela) se pasó la tarde diciendo "no te esperes a que sea la hora. En cuanto la veas distraída, lárgate pitando, que no se dé cuenta" y yo le comenté un par de veces que hay que decirle adiós, porque si no luego se creerá que me puedo largar por las buenas en cualquier momento y todavía lo pasará peor en ese estado permanente de alerta que me parece que tiene. Vaya, yo lo veo así, ya me diréis qué os parece la idea o si exagero.
Bueno, pues la abuela siguió insistiendo, en sus trece toda la tarde. Y llegó la hora, y casualmente llegó una visita con una nenita más pequeña, y fue el único momento en que Laia se me desenganchó, para ir a tocar sus juguetes. (Pensad que en el día que pasamos en casa de la abuela no hubo manera que se fuese con nadie, ni la misma abuela pudo cogerla en brazos). Entonces la abuela empezó a darme codazos y yo decidí irme, pero no sin antes decirle adiós, darle un beso y decirle que volvería pronto. Laia esto último ya no me escuchó porque rompió a llorar y entonces sí me fui para no alargar la agonía, pero lo pasé fatal oyéndola llorar desde el ascensor, en el portal, todavía por la calle... Y bueno, noté en mi cogotte las miradas de reprobación de la abuela y de toda la parentela (eso sí que me hizo echar a correr).
Se ve que a media tarde mi compañero llamó para ver cómo estaba la niña, y su madre le comió la cabeza con esto que hice de decirle adiós, que la niña se puso a llorar, que costó muchísimo calmarla, que no quiso cenar... Y claro, que todo esto es culpa mía. Y cuando yo llegué a recogerla también me cayó el sermón, que no debería haberle dicho nada... y yo con lo mío de que Laia lloraría de todas formas al ver que no estaba allí, que hay que despedirse aunque sea doloroso...
Bueno, con todo esto no quiero cargar contra la abuela, porque aunque cree que tengo a la niña mimada (y que todo se debe a tanto tiempo de teta) al menos te dice lo que piensa, más o menos respeta mis decisiones y con ella es cariñosa.
El problema es que no sé cómo despedirme de mi hija, porque se me rompe el corazón cuando le digo adiós a la vez que tengo que procurar que no se me coja al cuello con sus manitas. Quizá tengan razón y debería distraerla e irme disimuladamente, porque algunas mañanas, cuando me voy a trabajar y consigo que se quede ella dormida con su padre, luego él me cuenta que se despierta contenta aunque no esté yo allí. En cambio, si se despierta justo cuando me estoy vistiendo, ya la tenemos liada.
Y otra cosa que me dejó absolutamente descolocada ayer es que cuando recogí a Laia a las 21 h me preparé para tener que llevarla en brazos la media hora de camino a casa. Pues fue estrañísimo porque Laia estaba absolutamente serena, se subió al carrito a la primera, fue canturreando todo el camino y no pidió que la bajara en todo el rato (hecho insólito: si va conmigo, no aguanta jamás más de 10 minutos de carrito ). Se había "desmamitizado" en las tres horitas de abuela?
Bueno, perdonad el rollo pero quiero saber si compartís mi teoría de la despedida y si teneis algun recurso para mejorarla.