Su papá no vive con nosotros, pero está cerca, no tanto como yo consideraría ideal, pero la llevamos bien.
Ella está cambiando. La veo más activa, como buscando qué cosas nuevas hacer, incluso travesuras, cosas medio a escondidas mío, a veces francamente "portándose mal" o probando cosas nuevas y mirándome a ver cómo reacciono.
Siento que está enojadita conmigo porque estos últimos 10 días no he tenido mucha paciencia y confieso haberle llamado la atención al menos una vez al día cada día por algo relacionado con su hermano, y es que no quiere que toque ni se acerque a un rincón que acomodó para ella sola. La entiendo, pero llegué a hartarme porque había veces que lloriqueaba cuando ni estaba cerca ni con intenciones de llegar a ella (el bebé). En fin. El punto es que ese comportamiento nuevo lo atribuí primero a que estaba enojada conmigo. Yo ya recuperé la cordura y hoy no la regañé, he decidido manejarlo de otra forma, en realidad era más por sorpresa y torpeza mía que le hablé con impaciencia como esperando que me entendiera y entendiera la situación, pero creo que es mucho pedirle. Y supongo que si la herí, siendo tan cercanas, tomará unos días en que me tenga a prueba , no? O también está en un umbral? Es difícil porque , como yo fuí criada con esquemas más tradicionales de "pórtate bien" y así, me descubro pensando y temiendo que "me tomará el pelo" si no me pongo "enérgica" si avienta la servilleta sucia sobre la mesa o cosas así que son comportamientos claramente desafiantes...
Qué me sugieren. No quiero ser así, estoy con toda mi energía para evitar ese camino, pero también me da miedo (escucho a mi mamá detrás que me diría "ya ves, por no ponerle límites ya se te salió de control").
Gracias!