Leyéndolo desde fuera creo que añoras esos cuatro años de "enamoramiento" en los que tu eras para tu hija y tu hija para tí el todo; y también comprendo que tengas ciertos celillos de que ahora todos esos momentos los comparta con su padre y no tanto contigo. Yo sólo tengo una, pero a veces me pasa cuando prefiere que su padre sea el que le lea el cuento antes de dormir.
Creo que si lo analizas bien, seguro que quieres lo mismo a tu hija que al principio, lo que pasa que, como en los noviazgos, no necesitais estar demostrándolos de la misma forma que cuando era un bebé, algo que sí necesitas con Laura. Pero la grandeza es que, y te darás cuenta en los detalles del día a día, vuestro amor es infinito, no sólo no ha desaparecido, sino que se ha reforzado. Claudia, mi hija, no es una niña especialmente apegada a mí. De hecho, me acabo de ir cinco días de viaje por trabajo y se ha quedado muy tranquila con sus abuelos y mi marido. Apenas si preguntó por mí y aceptó las explicaciones de que estaba trabajando de buen grado. Yo esperaba un gran recibimiento a mi vuelta, pero cuando me vio se empecinó con no se qué historia de la maleta que traía. Pero nada más montarse en el coche le dijo a mi madre: "Abuela, ahora ya no te quiero a tí, ahora quiero otra vez a mi mama" Y a mi madre se le encogió el corazón de tanta ternura y sinceridad porque el amor de una madre por un hijo y de un hijo por una madre está por encima del tiempo, de las distancias y de todo.
Eso sí, SayLa, que te echen una mano con la peque y recupera tu espacio con la mayor, pero no sólo por ella, también por tí, que LO NECESITAS