Cuando estaba esperando a Gabriel, decidimos con mi marido, que tiene un buen trabajo, muy exigente eso si ( de 8:30 a 19:00 mas las horas extra terminando proyectos, reuniones hasta pasadas las 21:00) que yo me quedaría en casa cuidando al niño hasta al menos los tres años. Les cuento que al año y medio de el yo estaba destruida con el cuidado de la casa y de el niño, estaba deprimida, sentía que algo me faltaba, mi profesión es Ilustradora, y con el niño jamás podía dibujar, sin que el se me lanzara encima a jugar, que estaba bien, jugabamos mucho, pero en el fondo sentía que algo me faltaba. Así que en marzo acepté un par de proyectos que pensé que podía llevar a cabo con el niño en casa.. NO WAY, no podía de ninguna manera sentarme frente al ordenador a hacer algo, sin los gritos y exigencias del pequeño. Me quedaba trabajar la hora y media que hacía siesta y luego por las noches, por que tenía que cumplir. Además que para este tipo de trabajo creativo, un niño llorando no era una ayuda, a veces pasaba dias sin trabajar por que no me podía concentrar! no podía imaginarme nada, estaba en blanco. Sentía que iba todo de mal en peor. Hasta que opté por ponerlo medio día en la guardería y... santo remedio!!!! entraba a las dos y salía a las seis y yo con esas cuatro horitas trabajaba como los dioses, el resto del día jugabamos como locos.
Hasta que empezó a enfermarse, bronquitis, otitis, rotavirus...una semana bien y otra mal, y yo con los proyectos hasta el cuello.
Ahora estoy terminando el último proyecto, que es tanto trabajo que gabriel va desde las 9 a las 6 de la tarde... me da pena verlo poco, pero termino el viernes!!!!! ufff, por fin... de ahi, le quedan solo dos semanas de clases en las que irá en la mañana, y pasaremos todas las tardes juntos...
Les cuento, pues yo pensé que podría trabajar desde la casa y criar al baby...pero a veces, no se puede!!! también tengo que preocuparme de mi marido....
saludos chicas!