- Mar, 16 Sep 2008, 18:36
#279247
Es que con lo interesante que es el mundo con 16 meses tener que parar para cambiar el pañal es una pérdida de tiempo
Pues yo te doy animos y espero que mi experiencia te sirva porque mi hija Claudia, más o menos a esa edad, tuvo una época en la que tampoco había manera de cambiarle el pañal sin que girase sobre si misma cual contorsionista. Afortunadamente se le ha ido pasando y aún hoy, que está a puntod e cumplir los dos años, la sigo cambiando y vistiendo en el cambiador.
Es cierto que hemos ido perfeccionando la técnica con algunos truquitos que te cuento:
-Le compré unos coche de espuma que cuando se mojan se pegan en las superficies lisas y así, mientras que la siento en mi regazo para secarla los iba pegando en la mampara del baño por fuera. Además, le sirvió para aprender muchos colores y le divertía mucho.
-Ahora ya pasa de coches y estamos en una fase que nos dedicamos a escuchar muy calladitas y quietas a ver si oímos llorar al bebé de abajo. Si no llora nos dedicamos a llamarlo, a hablar de lo que estará haciendo, a decir como se llama el bebé, sus padres, el gato del vecino...
-Los botes vacíos de champú son un arma infalible. Ahora tenemos uno violeta de Jonhsons que nos está dando un juego... "Este está vacío", el amarillo está lleno...
-Secar el pelo es lo peor, pero ahí le dejo jugar con algunos botecitos vacios haciendo que están llenos y ella me echa a mi crema, colonia o me lava la cara.
-Hice un poster para la parez, con cartulina, pegándole fotos de dibujos que le gustan, animales, bebés... y hablamos de los posters. Eso sí, los puse bien lejos de ella para que no tuviera la tentación de tocarlos. Le gustan mucho una serie que se llama Lazy Town. Su protagonista es Sportacus y cada vez que no se quiere poner, por ejemplo, el pantalón, yo le digo "pero no ves que Sportacus lleva pantalón, no puedes salir a la calle sin él" y así con los zapatos, con el body...
No sé, es cosa de imaginación y, sobre todo, mucha paciencia. Ánimos porque con suerte se le pasará.
Un beso. María