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por Freyadis
#263160 No sé si lo que voy a preguntar es una tontería, igual es de lo más normal y somos nosotros que lo vemos raro, pero vaya, que no quede por preguntar.
Resulta que mi niña, con sus casi diez meses se pilla ya desde hace tiempo unos berrinches descomunales cuando hay algo que no puede hacer o coger (algo peligroso, algo que se rompe o que pueda atragantarla si se lo lleva a la boca, vamos, que no le hacemos que pase un mal rato si no hay motivo), llora como una loca y para colmo lleva un mes y medio que pega con las manitas y araña. ¡Ah!, también le pasa cuando está muy cansada y no quiere dormir -porque encima ahora no hay forma de que se duerma a sus horas, ella quiere estar despierta hasta que se cae literalmente dormida. En casa nadie le ha pegado nunca, y las otras dos únicas personas con las que se ha quedado alguna vez son sus dos abuelas, y mi madre nunca nos levantó la mano en la vida -ni mis abuelos a ella y mis tíos-, y aunque mi suegra sí que era de mano suelta con sus hijos a mi niña no le ha reñido ni pegado nunca -ella dice que cuando se la dejamos es un encanto y no le causa nunca ningún problema. Así que no creo que sea tampoco por nada parecido.
¿Es normal que tan pequeñita haga estas cosas? Es que si ahora se pone así, ¿cómo será a los dos años y los famosos berrinches de esa época? Sólo me queda pensar que para entonces ya tendremos experiencia, pero como digo, no sé si es normal que un bebé tan pequeño se emberrinche así y llegue a pegar.
Agradezco mucho cualquier respuesta :mrgreen: :fl .

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por Summertime
#263163 Pues creo que sí, aquí te copio un artículo, lo saqué del post Educar con Cariño, de este mismo foro, espero que te sirva:

EL BEBE DE 6 A 12 MESES: COLERA Y FRUSTRACIÓN

Una vez que el bebé puede ir a lugares diferentes y hacer cosas a su voluntad, le resulta cada vez más frustrante que los adultos se LO impidan. Para cuando cumpla su primer año, esa clase de frustración puede ser la causa más común del llanto.
El bebé que gatea y explora debe ser controlado constantemente, por su propia seguridad y la de los objetos.Apartarlo ocho veces en diez minutos de la puerta de la nevera quizá la vuelva loca, pero a él también lo desespera. Lo que quiere es abrir esa puerta, y aún le faltan muchos meses para comprender por qué no debe hacerlo o incluso para recordar que usted no se lo permitirá. Cuanto mayor se haga y más cosas descubra, más deseará explorar y hacer, y más se enfadará cuando se le impida hacerlas, ya sea por parte de usted o como consecuencia de su propia incompetencia.
Debe detener al bebé e impedir que haga cosas que no son seguras o que pueden ser destructivas. Y él tiene que tratar de realizar tareas enloquecedoramente difíciles para aprender. Así que es inevitable que se produzca algún que otro llanto de cólera y frustración. Pero un bebé que se siente obstaculizado en sus acciones por los adultos que lo limitan, o que sale continuamente derrotado por su propia inmadurez, no adelantará mucho en su desarrollo. Tiene que encontrar un cierto equilibrio entre demasiada frustración y muy poca.
Si usted o su cuidadora tienen que frustrar al bebé porque lo que desea hacer es peligroso o le puede causar daño, utilice la gran facilidad con la que se le puede distraer. No hay necesidad de entablar una larga pelea con él por la puerta de la nevera. Sáquelo inmediatamente de la cocina y, tras una breve explosión de cólera, él se olvidará del asunto... por el momento. Esa noche, ponga en la puerta un seguro a prueba de niños y cuando a él se le ocurra volver a abrirla al día siguiente, sólo se sentirá momentáneamente furioso al comprobar que no puede. Una vez que sepa que no puede hacerlo, dejará de intentarlo y dedicará su atención a otra cosa.
Cuando el bebé se frustre a sí mismo, le cabe a usted juzgar si puede aprender algo de la situación en que se ha metido, o si es mejor dejar que se desfogue con una llantina de furia frustrada. Si hace esfuerzos por abrir la tapa de la caja de juguetes y hay una buena posibilidad de que lo consiga, déjelo hacer. El éxito hará que haya valido la pena el esfuerzo. Pero si se da cuenta de que no lo conseguirá por sí solo, ayúdelo pronto antes que tarde. N o ofenderá su dignidad al interferir. Para él todavía no es importante arreglárselas por sí solo. Lo único que quiere es abrir esa tapa, sin importarle cómo.
Algunos bebés parecen tener mayor tolerancia que otros a la frustración; un revés que hace aullar a uno, sólo provoca una sonrisa en otro. Los padres no pueden hacer gran cosa respecto a estas diferencias innatas, por lo que no vale la pena preocuparse por ellas. Por otro lado, no llegue tampoco a la conclusión de que como son parcialmente innatas, hará mejor en resignarse a ellas para siempre. Es un error tan grande considerar el temperamento del bebé como innato en este segundo semestre como lo fue en el primero. Puede desarrollar una paciencia y tenacidad excepcionales, aun cuando ahora se sienta facilmente frustrado. Por otro lado, ser plácido ahora no garantiza que no afronte la vida con energía después. Al sintonizar semana a semana con las actitudes del bebé y manejarlas del modo que sugieren las pistas que transmite, estará usted haciendo las cosas lo mejor posible.
Pero aunque algunos bebés lloran más facilmente que otros y es inevitable que se produzcan esas llantinas, la cantidad general de llanto del bebé constituye una especie de índice de lo satisfecho que se siente con la vida. Si para él nada parece salir nunca bien durante más de cinco minutos seguidos, vale la pena sentarse y pensar qué es lo que le altera con mayor frecuencia. Aparte del dolor, la. enfermedad, el cansancio, el hambre o la sed, su llanto es más probablemente una reacción ante la sensación de soledad, separación o temor, una señal para que usted haga algo en su nombre, o una explosión de frustración y cólera. Si logra descubrir cuál es la emoción que causa la mayoría de los llantos del bebé, quizá pueda ofrecerle lo que más necesita, ya se trate de una sensación de seguridad extra, de una respuesta más rápida o de una mayor libertad que lo transforme en un bebé más feliz y por tanto de trato más facil.
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por Malefica
#263168 si te sirve de algo, Nicolás tambien se enfada y bastante. Grita, lloriquea y se intenta tirar para atras...... si además de no dejarle tocar algo está cansado es todavía más fuerte el enfado

Miss Maléfica dixit.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!
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por sandra10307
#263211 Maria hacia lo mismito, solia llevarme yo todos los guantazos jeje yo creo que es normal y aunque mi niña sigue con esa faceta ya no es tan exagerada cada dia va a menos...
ahora lo quew si hace mucho que me pone de los nervios es pegarse ella en la cabeza siempre en el mismo sitio espero que se pase pronto y a tu niña tambien.

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por Freyadis
#263255 Gracias. Ya me "temía" que sí, que era una fase normal, pero como su padre estaba un pelín preocupado por el tema, de ahí que preguntase para cerciorarme bien.
Muchas gracias, de verdad. :mrgreen: :fl

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por Carabanchel y Deva
#263268 Y cuando no quieren dormir las siestas, y tu los tumbas una y otra vez, eso es frustración también?. lo digo porque mi pitufa lleva días sin querer echárselas, y no hay forma, se incorpora y se sienta; al final acabo dejándola que juegue en la cuna :cry:

La verdad es una antorcha que luce entre la niebla, sin disiparla - Claude Adrien Helvetius
La amistad sólo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad. Dalai Lama
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por Freyadis
#263639 Uff, pues será, porque la mía lleva haciendo eso también desde los seis o siete meses. No quiere dormir las siestas, y a veces ni dormir a la noche. Ha habido días de llorar continuamente durante una hora antes de caer dormida, y yo a su lado, poniéndola en la teta, cogiéndola en brazos (y ella empujándome y separándose porque no quiere que la ponga a dormir), porque la mía no juega, directamente se pone a gritar y llorar, y hay veces que ni levantándose otra vez. Es que a veces ya me levanto con ella de nuevo de la frustración de verla llorar, pero claro, luego pienso que así no se acostumbrará nunca a los horarios de sueño y volvemos a la cama y volvemos a la llantina....
¿Qué hago mal en este caso?

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