Mi enanito ya tiene dos años y medio, parece mentira como pasa el tiempo. Y hace una semana comenzó a sufrir "ataques enrabietados"
Qué tonta, me ha cogido desprevenida ... y es que todo lo malo se olvida .
Con Paula fue terrible, lo pasamos fatal, qué ansiedad ... y qué ingenua, me había olvidado, pensé que mi gordito relleno sería más llevadero.
Pero no, desde hace una semana (coincidiendo curiosamente con una faringitis y por tanto ausencia de guardería y sobredosis de mamitis) el niño más mono y cariñoso del mundo se ha transformado .
Ahora todo es NO, todo le parece mal, me pega (o lo intenta), gruñe y patalea por todo ... ahhhh, está el día entero de mal humor.
Pues eso, que me ha cogido en fuera de juego y no me lo esperaba. Lo bueno es que sé que ya se le pasará y que no hay rabieta que cien años dure .
Hala, a releer todo lo leído y armarme de paciencia.
Besitos