Mi hija empezó la guardería en septiembre, con 9 meses. Me sorprendió que aunque lloró un poco unos 3 días (no más de 5 minutos según las cuidadoras), enseguida dejó de hacerlo y creo que estaba a gusto allí (no para, come bien, duerme un poquito).
Al mes y poco de empezar la guardería, me dijo mi marido que empezó a llorar otra vez, pero esta vez no en la clase, sino que nada más ver la puerta ya empieza el llanto. A día de hoy seguimos igual: al ver la puerta llora, al entrar en la clase sigue llorando, mi marido la deja en el suelo y juega unos minutos con ella (ahí se calma un poco), le da un beso y se despido y vuelve a llorar. Llora unos minutos y el resto del día lo pasa bien, sin una lágrima.
Las profes no le dan importancia, le dijeron al papá que a lo mejor era la manera que tiene ella de despedirse (¿?).
Me resulta extraño (y doloroso, por supuesto, saber que llora) que llore a estas alturas, cuando el resto de los bebés ya no lo hacen. Ella lo hizo poco al principio y parece que lo ha "aplazado".
¿Qué os parece?
Gracias!!!