- Dom, 22 Ene 2006, 23:46
#16471
Si los niños envían SMS para seleccionar a sus participantes favoritos en concursos de televisión y escogen, incluso previo pago, cantantes en los programas, ¿por qué no permitirles que voten en los procesos democráticos?
Trond Waage, exdefensor de los derechos del niño en Noruega y miembro del departamento de investigación de Unicef, resaltó la importancia de permitir la participación de los niños en las decisiones comunitarias, como la construcción de parques y espacios de ocio. Estos pequeños avances podrían otorgar mayor poder político a los niños en el futuro, dijo Waage en las Jornadas de Infancia y Adolescencia en Catalunya, organizadas por la asociación Diomira y clausuradas ayer en Barcelona.
Waage se mostró convencido de que la participación electoral de los niños terminará ocurriendo en Europa en los próximos años. "Los partidos políticos tendrán que pensar diferente si se incluye a los niños en los procesos de participación. De esta manera se invertirá más en proyectos que les beneficien", dijo Waage.
Agentes de cambio social
Es necesario, según el experto de Unicef, abandonar el esquema según el cual el niño carece de responsabilidades y poder de decisión mientras se le forma y está en la escuela. "Hay que dejar de verlos como todavía no ciudadanos para convertirlos en agentes de cambio social", explicó el experto, quien instó a reflexionar sobre si la sociedad tiene miedo a otorgar responsabilidad a sus niños.
Algunos avances de los que reclama el investigador de Unicef se están comenzando a ver en Catalunya en los Consells d'Infants, unos órganos consultivos no vinculantes integrados por menores. El Masnou y Sant Feliu de Llobregat cuentan con estos órganos, cuyos representantes asistieron ayer a las jornadas de debate.
Según el ponente, los niños de ahora están preparados para asumir más responsabilidades. Los expertos que participaron en las jornadas aseguran que las relaciones entre padres e hijos están cambiando rápidamente y que los pequeños ya no aceptan un simple no por respuesta. Exigen razones a las negativas y están más preparados para negociar sus intereses que los niños de otros tiempos.
El derecho de una mayor participación y asociación de los niños y adolescentes fue una de las exigencias que plantearon ayer los expertos y que entregaron, por escrito, al presidente del Parlament, Ernest Benach, quien se comprometió a tomar en consideración las conclusiones de las jornadas.
En las conclusiones finales se sugirió al presidente Benach la creación de un Defensor del Menor, una figura independiente que reporte su gestión al parlamento, como se hace en otros países y en comunidades como la de Madrid.
Además de este ombudsman, otra reivindicación es lograr una mayor coordinación en las entidades. Unos 10.000 niños son atendidos cada año por equipos de atención de la infancia y adolescencia de la Generalitat. Pero muchos ayuntamientos y la Dip**ación de Barcelona también hacen seguimiento, por su cuenta, a menores con familias desestructuradas o violentas.
Ciudadanía plena
Inma Pérez, directora de la Direcció General de Atenció a la Infància y la Adolescència de la Generalitat, aseguró que es necesario coordinar las políticas y acciones particulares para dar una visión global a las labores de atención a niños y adolescentes. Luego de los debates, los asistentes resumieron las conclusiones, entre las cuales se incluyó la propuesta de Waage al considerar a los niños "la ciudadanía plena". Al final del acto, Luis Ortega, Gerau Agustí Llop y María Teresa Oliver, tres niños que pertenecen a Consells d'Infants de Sant Feliu de Llobregat y El Masnou, leyeron al presidente del Parlament las propuestas que los adultos escribieron para ellos. Allí, los pequeños tampoco tuvieron derecho a voto, sólo voz, y con libreto preparado.
Trond Waage, exdefensor de los derechos del niño en Noruega y miembro del departamento de investigación de Unicef, resaltó la importancia de permitir la participación de los niños en las decisiones comunitarias, como la construcción de parques y espacios de ocio. Estos pequeños avances podrían otorgar mayor poder político a los niños en el futuro, dijo Waage en las Jornadas de Infancia y Adolescencia en Catalunya, organizadas por la asociación Diomira y clausuradas ayer en Barcelona.
Waage se mostró convencido de que la participación electoral de los niños terminará ocurriendo en Europa en los próximos años. "Los partidos políticos tendrán que pensar diferente si se incluye a los niños en los procesos de participación. De esta manera se invertirá más en proyectos que les beneficien", dijo Waage.
Agentes de cambio social
Es necesario, según el experto de Unicef, abandonar el esquema según el cual el niño carece de responsabilidades y poder de decisión mientras se le forma y está en la escuela. "Hay que dejar de verlos como todavía no ciudadanos para convertirlos en agentes de cambio social", explicó el experto, quien instó a reflexionar sobre si la sociedad tiene miedo a otorgar responsabilidad a sus niños.
Algunos avances de los que reclama el investigador de Unicef se están comenzando a ver en Catalunya en los Consells d'Infants, unos órganos consultivos no vinculantes integrados por menores. El Masnou y Sant Feliu de Llobregat cuentan con estos órganos, cuyos representantes asistieron ayer a las jornadas de debate.
Según el ponente, los niños de ahora están preparados para asumir más responsabilidades. Los expertos que participaron en las jornadas aseguran que las relaciones entre padres e hijos están cambiando rápidamente y que los pequeños ya no aceptan un simple no por respuesta. Exigen razones a las negativas y están más preparados para negociar sus intereses que los niños de otros tiempos.
El derecho de una mayor participación y asociación de los niños y adolescentes fue una de las exigencias que plantearon ayer los expertos y que entregaron, por escrito, al presidente del Parlament, Ernest Benach, quien se comprometió a tomar en consideración las conclusiones de las jornadas.
En las conclusiones finales se sugirió al presidente Benach la creación de un Defensor del Menor, una figura independiente que reporte su gestión al parlamento, como se hace en otros países y en comunidades como la de Madrid.
Además de este ombudsman, otra reivindicación es lograr una mayor coordinación en las entidades. Unos 10.000 niños son atendidos cada año por equipos de atención de la infancia y adolescencia de la Generalitat. Pero muchos ayuntamientos y la Dip**ación de Barcelona también hacen seguimiento, por su cuenta, a menores con familias desestructuradas o violentas.
Ciudadanía plena
Inma Pérez, directora de la Direcció General de Atenció a la Infància y la Adolescència de la Generalitat, aseguró que es necesario coordinar las políticas y acciones particulares para dar una visión global a las labores de atención a niños y adolescentes. Luego de los debates, los asistentes resumieron las conclusiones, entre las cuales se incluyó la propuesta de Waage al considerar a los niños "la ciudadanía plena". Al final del acto, Luis Ortega, Gerau Agustí Llop y María Teresa Oliver, tres niños que pertenecen a Consells d'Infants de Sant Feliu de Llobregat y El Masnou, leyeron al presidente del Parlament las propuestas que los adultos escribieron para ellos. Allí, los pequeños tampoco tuvieron derecho a voto, sólo voz, y con libreto preparado.
