He pasado muchos ratos en este subforo y en el de cafetería, tomando café para las ojeras, desahogandome de las malas rachas, de los miles de millones de despertares, de las angustias de separación, de seguir pasando meses y meses y no ver mejoras, de dientes, de nuevas habilidades. Han sido tres años de teta y colecho (no funcionaba nada más) que terminaron de un día para otro la noche que mi hijo se mudó a su habitación con sus sábanas de Cars, porque me lo pidió.
Aprendí a vivir esa etapa con normalidad, intenté la tranquilidad, a veces con mejores resultados que otras he de decir, y aprendí a confiar en que al final él mismo culminaría su evolución en el sueño.
Ayer, en nuestro cuarto, pensando en los cambios que se avecinan, en la llegada de su hermanito que se acerca, me puse a pensar de nuevo en "nuestras noches". No os voy a negar que piensas en lo que has vivido, en lo que has pasado y como conjugar ahora que son dos....pero extrañamente tampoco me sentí fatal. Algo nerviosa por cómo haré pero extrañamente tambien tranquila por saber que herramientas "haberlas haylas".
Y pensé, de pronto, en el mejor consejo que me dieron nunca nada más nacer mi primer hijo: APROVECHA A DORMIR CUANDO ÉL DUERMA. Sí, por extraño que pareza, por raro que se os haga dormir a deshoras, en horas en las que habitualmente estaríais haciendo otra cosa, sí, aprovechad a dormir mientras ellos duerman. Ya sea junto a vosotras, en su cuna, en su cuna sidecar, en la hamaca, en el moises, en la silla de paseo...... dejaros caer también vosotras en los brazos de Morfeo y recuperad fuerzas.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!