Quería escribir este post como un resumen y a la vez que fuera una experiencia en palabras. Quiero animar a las mamás, a soplarles que esto pasa, que todo llega, que al final esta etapa será un recuerdo, que ellos crecen y crecen muy deprisa y que es bonito que nos necesiten. Dadle la vuelta a estos momentos, desprenderos de los nervios y de todo lo negativo. No merece la pena.
Que se despierten es normal, no tengáis reparos en cogerles, en achucharles, en ayudarles a dormir. Sé que las noches pueden llegar a ser muy duras, terribles, cansadas, agotadoras, desesperantes… pero las noches van pasando una a una y cada vez estáis más cerca de la meta, de dormir de tirón. Por el camino habéis hecho lo que hacen todas las madres, acompañar a vuestros hijos, quererlos.
Estamos a punto de cumplir tres años. Tres años en los que mi hijo “ha dormido mal” y lo sigue haciendo porque se sigue despertando . Al principio nos quedamos “noqueados”. Tener un recién nacido en casa que no dormía como “debía” fue un impacto. De hecho el impacto fue tal que me puse a buscar respuestas en libros y en Internet. A mi mano fueron llegando los libros de Rosa Jové y Carlos González, esta web Dormir sin Llorar y toda una nueva manera de ver, comprender y vivir la maternidad.
El tema del sueño, que es el que quiero que me ocupe ha sido “de traca”. Hemos pasado por todas y cada una de las etapas que podáis imaginar e incluso quizás por etapas que ni he llegado a identificar. A estas alturas ya no intento entender por qué mi hijo se sigue despertando, no necesito encontrar una explicación. Se despierta y es normal. El sueño es algo evolutivo, es cuestión de desarrollo y en ello estamos. Igual que ha llegado a gatear, a caminar, a hablar…. logrará dormir de un tirón, cuando llegue el momento.
Mientras esto ocurre, nosotros hemos utilizado dos “truquillos”. Teta y colecho. Hay más, se puede hacer hincapié en rutinas, en los masajes, en los arrullos, en las nanas, el plan padre…… a cada niño le funciona alguna cosa, algunas cosas o ninguna. Quizás pude intentar más cosas, quizás no. Considero que el vínculo que establecemos con nuestros hijos es un baile en pareja. Los dos seguimos un ritmo y unos pasos al compás. Hay que encontrar el ritmo y los pasos donde el baile surja prácticamente solo…. Como si naciera instintivamente.
Os animo a escuchar a vuestros hijos, a darles el tiempo que necesitan y a buscar la comodidad, vuestra comodidad. No penseis en el qué dirán, ni en que lo que hacéis está mal….. A veces creo que nos bombardean, nos bombardeamos con demasiada información. Y lo único que importa es la felicidad de vuestra casa, de vuestro hogar, puertas para adentro y poder dormir lo mejor posible. Os animo a probar cosas, a probar qué os facilita las noches y el sueño, pero sin prisas, sin agobios y sin perder de vista que lo importante es no sufrir, ninguno de los dos; no llorar, ninguno de los dos.
La vida es demasiado corta, es muy dura como para desperdiciar momentos que pueden ser recordados más adelante con mucha nostalgia, bañados en lágrimas.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!