… duérmete ya
que si no vendrá el coco
y te comerá.
Creo que es la nana más famosa entre las nanas. No recuerdo que a mí me la cantaran nunca, pero aún así la conozco. Y siempre he sabido que nunca la cantaría cuando tuviera niños porque me parecía espeluznante.
Ahora que soy madre, la exhortativa frase se torna doblemente espeluznante después de conocer el “Método Estivill”, la forma infalible de hacer que los niños duerman a base de dejarles llorar, solos y a oscuras en su habitación, haciendo visitas según una tabla de tiempos, pero eso sí, sin tocar. Conocía el método por referencias y ya no me sentía partidaria, pero la curiosidad y la necesidad de conocer al enemigo para sacar mis propias conclusiones y tomar una decisión realmente coherente con mi criterio, me llevó a leer “Duérmete niño”.
He de confesar que me sorprendió al principio porque me esperaba una narración carca, en plan libro de texto tocho ladrillo a la antigua usanza. Pero resultó estar escrito de forma amena y simpática. Imagino que por la mano de la periodista Silvia de Béjar, co-autora del libro.
Pero por todo lo demás, cuanto más iba leyendo más veía lo lejos que estaba de llegar a convencerme para aplicar el método. Para empezar, habla en todo momento de problemas de sueño, lo trata como una enfermedad, una alteración que hay que corregir inmediatamente porque si no el niño tendrá serios problemas en el futuro. Y como cualquier persona que haya leído un poco sobre el tema sabe que el sueño es un proceso evolutivo, y que el hecho de que los bebés se despierten por la noche y reclamen nuestra atención es lo más normal del mundo, pues ya da un poco de sensación de manipulación.
Por otro lado, parte de la base de algunas ideas obsoletas, como pautar las comidas. Este doctor se queda más ancho que largo al afirmar, sin hacer distinciones entre niños de pecho y niños de biberón, que:
Hasta los 3-4 meses se come 6 veces al día: desayuno, comida, merienda, cena y dos tomas nocturnas.
Hasta los 6 meses se come 5 veces: desayuno, comida, merienda, cena y una toma nocturna.
A partir de los 6 meses se suprime la toma nocturna.
A estas alturas, cuando una lleva ya meses amamantando y lleva desde las clases de preparación al parto oyendo de boca de pediatras y matronas que el pecho se consume a demanda, estas pautas horarias dan un poco de risa.
Y por último están las contradicciones. Asegura que el niño inventará miles de sucias artimañas que empiezan por llorar, pasan por pedir cosas importantes como agua y comida, y acabarán por provocarse el vómito, y no porque realmente tenga hambre o sed o esté malito, sino porque “el niño necesita que le cojas”. Bueno, pues entonces, ¿por qué no hacerlo? ¿O es que estamos jugando a quién es más cabezón?
Otra afirmación que me encanta: “El pecho no ha de sustituir al chupete” ¿Qué sustituye a qué? ¿Qué fue antes, la teta o el chupete?.
Y para acabar el repasito a las incoherencias del método, es la de tratar a todos los niños por igual, sean bebés de unos meses o tengan edad de razonamiento. Lo primero que hay que hacer la tarde en que va a empezar el método, es crear un nuevo móvil para la cama o cuna, algo que niños y papás harán juntos. También elegir un bonito póster y un muñeco simpático. A la hora de ir a dormir se pone el póster en la pared, se cuelga el movil de la cuna y se le presenta al niño a “Pepito el muñeco”. Además, meteremos en la cuna un montón de chupetes, aunque el bebé aún no sepa metérselos él solito en la boca. Y por último le explicaremos que todos estos van a ser a partir de ahora sus fieles compañeros a la hora de dormir. Y el niño, tenga la edad que tenga, va a entender todo este teatrillo. ¡Vamos hombre!
Hace unos días en una especie de acontecimiento social surgió una conversación parecida a ésta con un perfecto desconocido al que acababan de presentarme:
- Así que… me han dicho que tienes un bebé… ¿qué tal lo llevas?
- Pues bueno, pasando sueño, pero superfeliz. Tengo una nena buenísima.
- Uy, pues te tienes que comprar el libro del Estivill…
- Uyyyy, que va, que va…, – le corto antes de que empiece a explicarme maravillas – si ya lo he leído (lo cogí en la biblioteca, claro está. Una cosa es conocer al enemigo y otra darle dinero) y no comparto sus ideas…
- Pues oye, yo he tenido 3 hijos y me ha ido genial…
- Ya, si no lo dudo, pero que no.
En fin, me hubiera gustado decirle: Que se despierta varias veces para mamar, pues sí, pero como dormimos juntitas, luego seguimos durmiendo y tan contentas… pero para un tipo al que no iba a volver a ver en la vida tampoco iba a entrar en polémicas ni a echar por tierra todo lo que en su día hizo pensando que era lo correcto.
Yo por todo lo anteriormente explicado, es un libro que nunca recomerndaría a otros padres, al igual que otras obras del mismo autor o de cualquiera que enfoque la crianza y la educación de los niños en la comodidad de sus padres, y no en los instintos y procesos evolutivos que nos hacen precisamente humanos.
http://habichuelasmagicas.wordpress.com ... mete-nino/
- Psicóloga
Creadora de DormirSinLlorar.com (2004)
Coautora del libro Dormir sin llorar (2014)
Docente en Curso Sueño Infantil para Profesionales en TerraMater.es (2018)
Codirectora en Centro de Estudios Sueño Infantil CESI
Monitora de Lactancia Materna
Telf. (0034)600425102
Instagram - Linkedin - Facebook
Solicitar consulta