- Mar, 21 Abr 2009, 13:41
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Llorar, todos los bebés lloran, unos más y otros menos, algunos porque tienen alguna molestia, otros porque quieren dormir en brazos o porque quieren la teta o por motivos que se nos escapan.
Los padres hacemos lo que buenamente podemos para consolarlos, para calmarlos, para que dentro de nuestras posibilidades sufran lo menos posible.
Pero llorar, lloran, la cuestión es que pase lo que pase se sientan acompañados, arropados, amados incondicionalmente, no dejarlos solos y que se sientan abandonados.
Mi hermana piensa que hay bebés que lloran mucho porque han sufrido mucho estress durante el parto o el embarazo y es su forma de procesar esas experiencias traumáticas. Lo que se puede hacer en casos así, ya que lloran de todas maneras es acompañarlos con ternura en su llanto, pero siempre manteniendo el contacto físico.
A mi mujer y a mi también nos ha pasado que nos dolía tanto la espalda que no podíamos más. Lo que hacíamos era irnos al sofá del comedor y poner cojines para apoyar los brazos y así seguir teniendo en brazos a Keira. A veces lloraba más, otras menos, a veces se conformaba. En ocasiones lo que hacíamos era empezar en el sofá y esperar a que estuviera más cansada para acortar la fase brazos.
Durante una temporada mi mujer decidió dejarla en la cuna para dormir y no lloraba pero tardaba mucho en dormirse y mi mujer acababa de los nervios, así que volvimos a los brazos. En aquella época si estaba yo solo para dormirla me la ponía en la cama grande y luego la pasaba a la cuna.
Tal vez una clave para que nuestros hijos duerman sin llorar es empaparse de trucos y de información antes de que nazcan, porque cuando ya están con nosotros todo se hace más confuso, a veces la desesperación o el cansancio no te dejan pensar.
Y, claro está, compartir con este foro las aventuras y desventuras de nuestros bebés, para ayudarnos entre todos, porque seguro que alguien ha pasado por lo mismo antes y encontró una solución, o entre todos podemos encontrar una nueva idea que nos ayude, o simplemente que nos consuelen y nos animen y nos aseguren que todo pasará y al final echarás de menos esos días y esas noches en que el bebé dependía totalmente de tí.