Por Mónica
Uno de los componentes principales de la Crianza Natural es la cama familiar. Este es el lugar en donde la familia comparte el sueño con el bebé y los niños pequeños.
La cama familiar permite una cercanía física de la madre hacia su bebé durante la noche, y literalmente significa que “los miembros de la familia duermen en la misma cama”.
La práctica de dormir cerca del bebé se conoce en la actualidad como “colecho”, y se refiere a la práctica de dormir cerca de tu bebé o niño pequeño. El colecho puede ir desde compartir la cama hasta compartir la misma habitación, o cualquier arreglo intermedio.
La cama familiar, al igual que el colecho, tiene muchos beneficios físicos y emocionales. Entre los beneficios emocionales se cuentan:
■el desarrollo de la confianza por parte del bebé
■el bienestar emocional por parte de la madre
■la formación de una relación estable entre padres e hijos
■la sincronización de los patrones de respiración (marcapasos humano)
1. Confianza
Un bebé no entiende que tú aún estás “cerca” cuando duermes en otra habitación. El bebé podría sentir miedo y preocupación si se despierta en la noche y su mamá no está cerca. Un bebé que tiene sus necesidades satisfechas -de día y de noche- aprende a confiar en sus padres y en sus cuidadores. La cama familiar permite que la madre amamante al bebé a demanda y que le provea del contacto físico que los bebés necesitan para vivir. Es así que un bebé afianza la confianza en sus padres y desarrolla un sentido de seguridad.
2. Si la mamá no está feliz…
Alguna vez has escuchado decir “si la mamá no es feliz, entonces nadie es feliz”? Esta frase tiene mucha razón. La mamá que participa en la cama familiar tiene más horas de sueño que una mamá que se despierta continuamente durante la noche para atender a su bebé. Este descanzo merecido le permite estar más fresca y de mejor ánimo en la mañana. Además, la lactancia nocturna produce “hormonas de felicidad” que la ayudan a crear lazos con su bebé y así sentirse llena.
3. Relaciones familiares
La cama familiar promueve la creación de relaciones sólidas. Para las mamás o papás que trabajan todo el día, este puede ser el único tiempo para compartir contacto físico con sus hijos. Y, nuevamente, la cama familiar facilita la lactancia, la cual promueve la formación de relaciones saludables en la vida futura del bebé, tanto dentro como fuera de la familia.
4. El marcapasos humano
Aunque este sea un beneficio físico, sus ramificaciones emocionales son significativas. Algunas estadísticas mustran que los bebés que duermen en la cama familiar tienen menos probabilidades de morir con el Síndrome de Muerte Súbita (SIDS), que aquellos bebés a quienes se los deja dormir solos. Esta es la razón por la cual el Síndrome de Muerte Súbita también es conocido como “Muerte de Cuna”. En las sociedades en las que la cama familiar es una práctica común, el Síndrome de Muerte Súbita es prácticamente desconocido.
El Síndrome de Muerte en la Cuna conciste en que el bebé deja de respirar inexplicablemente. Varios estudios muestran desde hace décadas que los bebés que duermen con sus madres tienden a copiar el patrón de respiración de estas. Así, la mamá se convierte en un marcapasos humano para la respiración de su bebé.
Esta sincronización puede ir más allá de ser un beneficio que protege la vida del bebé, cuando se traduce en mayor comprensión (o sincronización de otras necesidades), sensación de tranquilidad de ambas partes y simplificación de nuestro rol de madre.
Reconocer que somos tan importantes como un marcapasos que protege la vida de nuestro bebé puede levantar el autoestima de cualquier mamá!
Aunque la sociedad occidental moderna todavía se muestra reacia a aceptar la cama familiar, lo importante es hacer la elección que se adapta a las necesidades de tu familia.
Felices sueños!
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!