En concreto os dejo este párrafo porque creo que resumen perfectamente por qué acompañamos a nuestros hijos a la hora de irse a dormir:
Extraído del libro de Elsa Punset “Brújula para navegantes emocionales”
(sobre el tiempo de calidad)
Con los más pequeños recomienda el doctor Chapman que aprovechemos la hora de ir a dormir, porque suele ser un momento propicio para la conversación: es un momento del día en el que los niños están particularmente pendientes de sus padres, tal vez por la falta de distracciones ambientes o por el deseo de retrasar unos minutos la hora de ir a dormir. Los ritos a la hora de ir a dormir son cálidos e íntimos e inducen al niño a la confianza y a la relajación. Ayudan a tejer los lazos emocionales entre padres e hijos. Las prisas de la sociedad donde vivimos contrastan con estos momentos de paz y de tiempo aparentemente “perdido”. Los beneficios del tiempo que pasamos con nuestros hijos, dedicados a desarrollar la confianza y el amor mutuos, serán incontestables a medio y a largo plazo. Para ello, afirma el Doctor Chapman, es necesario marcar prioridades y resistirse a la “tiranía de lo urgente”.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!