No sé bien por qué me da por llorar, sé que es de emoción pero no exáctamente dónde nace o por qué.
Siempre me gustó el cinco de enero. De niña era una mezcla de ilusión y nervios.... de mayor aún me pongo nerviosa.... Me gusta disfrutar de la magia de la cabalgata, que la tiene... gritar a los Reyes y pajes para que nos tiren caramelos. Me gusta ver las caras de los niños.... de los míos por supuesto, pero en general de todo el ambiente alrededor. Me gusta el ritual de poner el zapato junto al árbol (aún recuerdo y me recuerdan que un año Sus Majestades me dejaron una nota pidiéndome que el año siguiente me acordara de limpiar mi zapato).
En mi familia no se espera a que llegue la mañana de Reyes para abrir los regalos. Nos despertaban/despertábamos durante la madrugada. Los abríamos, estabamos niños y adultos un rato y nos volvíamos a dormir.
Esta tarde-noche y el día de Reyes una parte de mí vuelve a ser niña, Mon-niña.... la siento a mi lado, conmigo. Y me retrotrae a una buena infancia, feliz infancia.... me devuelve casi casi físicamente a gente que ya no está, como mi abuela materna y mi madre.... a reuniones familiares con primos y tíos.... me recuerda las bromas de mi madre y de un tío mío.... o sus generosos roscos de reyes, los más grandes y de todos los rellenos posibles, para que nadie se quedara con las ganas.....
No quería extenderme tanto porque en el fondo solo quería contaros, bajito.... que lloro todos los cindo de enero.... pero de la emoción por una ilusión que espero que no se apague nunca.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!