Vivíamos en casa de mi esposo, heredada por su madre. En ese momento no tenía ayuda permanente en casa y no podía estar yo sola con MOisés (cuidandolo de las escaleras y atendiéndolo), me fuí a casa de mis padres, pensando que solo serían un par de días, sin saber que fueron meses los que estuve en reposo relativo.
Resumiendo, el juicio sucesorio intestamentario a bienes de mi suegra, aún no concluye por problemas familiares, siempre he sido respetuosa de la familia de mi esposo, y el caso es que, aprovechando nuestra ausencia, cambiaron chapas de la casa y no pudimos entrar mas. Es un tema que me duele mucho tocarlo, ahora mismo que estoy escribiendo no puedo contener las lágrimas. Quiero precisar que no me duele que me hayan "privado de un inmueble" que ni siquiera es mío, pero el abuso, la humillación y sobre todo, que yo apreciaba a mis cuñadas, jamas creí que esto pasara. Mi suegro le exigió a mi esposo que no ejerciera acción legal en contra de ellas.
En resumen, rentamos de urgencia una casa (alquiler caro por cierto), ahora vivimos en un departamento y compramos un terreno y empezaremos a fincar, esos eran nuestros planes desde antes, pero se apresuraron las cosas y sobre todo, estamos gastando en una renta que no teníamos contemplada.
Durante todo mi embarazo, no supimos mas de mi familia política, mi esposo ve a su padre porque estan en la misma oficina y sus hermanas solo le hablan cuando "necesitan" algo de él. Yo me he mantenido al margen (tengo mucho dolor, coraje, resentimiento, etc); pero lo que mas me duele es que sus problemas familiares, me afectaron a mí y a mis hijos, aún recuerdo cuando Moisés se regresó llorando cuando no pudo entrar a su casa, su carita triste me decía: "¿porqué no entramos mamá, no puedes abrir?, ya quiero regresar a mi casa". Esto es lo que MAS ME DUELE.
Cuando nació Carolina (6 meses después) una de mis cuñadas habló con mi esposo, para decirle que quería conocer a "la niña". Me negué, preguntaron por ella, no por mí (cosa que no me importa) y tampoco por Moisés.
Hace poco, mi esposo me pidió que fueramos a casa de su padre a llevar a los niños Me negué rotundamente, no quiero usar a mis hijos como arma o escudo para "castigarlos", pero es que, no puedo olvidar lo que pasó, sus rencillas siguen y no sé como concluya esto, no es castigo el que no los vean, si ellos nos hecharon de sus vidas desde Abril de 2008. Ahora, yo no puedo ceder, que ridículo, después de lo que pasó, presentarme como si nada hubiera pasado.
Pepe y yo discutimos sobre ello y al final me entendió. Creo que cuando mis hijos sean mayores, ellos podrán decidir si quieren conocer a la familia de su padre, por el momento "yo" decido que es lo mejor para mis hijos y no quiero exponerlos ante ellos, pues el conflicto legal continua y si fueron capaces de cometer un delito en contra de su hijo-hermano, mis hijos no tienen porqué enterarse y sufrir sus malos actos. Estoy convencida de que aunque esten muy pequeños, son personas que merecen respeto, Moisés vivió "el despojo" y lo sufrió, Carolina estaba en mi vientre.
Ay chicas, tenía mucho sin hablar de esto, pero me duele mucho, siquiera acordarme; pero ahora me sentí capaz de contarlo, desahogarme.