- Sab, 29 Dic 2012, 22:34
#415150
Estoy hasta el moño, chicas. Y seguramente, en cuanto termine de escribir este post, me arrepienta de haberlo hecho.
Pero ya no aguanto más.
Estoy harta.
Mi hijo no me hace ni caso.
Llevo muuucho tiempo sin perder la paciencia. No me hace caso, le repito tranquila las cosas, le explico, me enfado pero dentro de los límites, le dejo su tiempo, su espacio....Pero lleva una racha en la que si está de buenas, genial... es un encanto. Pero de repente pasa de mi, o me contesta, o me repite....y da igual que se lo explique, que se lo diga, que se lo repita.
El agravante es que su padre no soporta los gritos (yo tampoco, pero él especialmente sensible, según él, por haber tenido una madre que chillaba todo el rato y para todo). Y si en un momento dado levanto la voz, encima va y se enfada conmigo, y tengo que oir eso de no sé porqué discutís, si en realidad es que sois iguales.
Lo de hoy ha sido la puntilla: llegamos a casa, y me pregunta a ver si puede ver la tele al llegar. Le digo que si, que mientras hago la cena. Pero que luego, a la primera que yo diga que a cenar, que tiene que apagar y venir a cenar. Vale. Le insisto a ver si va a cumplir su palabra, y todo serio me dice que si. Resulta que o el mando, o el descodificador o nosequé, que no consigo poner la tele, y a cambio de pongo una peli.
Nos lavamos las manos, y me explica que faltaba muyyyyy poquito para terminar la peli, que ha venido muy corriendo a cenar pero que la peli estaba en lo más interesante. Y yo le digo que si se porta bien, después del postre le dejo terminar de verla (es la primera vez en su vida que le dejo ver la tele después de cenar). Se pone suuuuupercontento, y me abraza y me da besos, y le explico que la condición es que en cuanto termine la peli, a la ducha, pijama y a la cama. Y que sí. Le insisto en que es muy importante que me diga si luego voy a poder confiar en él, y me dice que si, que ve la peli y seguido a la ducha y a la cama.
Pues bien, después de la peli, le recuerdo es pacto, y pasa de mi. Le insisto y pasa de mi. Le dice su padre y pasa de él, y desnudo por toda la casa corriendo diciendo que no se quiere duchar. Se vuelve a la sala, se tumba en el sofá, su padre se marcha, le digo que a la ducha y que no.... así que me he marchado, He vuelto y más de lo mismo. Total, que al final he pegado un grito hipohuracanado que me habrán oído desde el portal, y encima soy mala, y se ha ido a la ducha pero con su padre, conmigo no ha querido saber nada.... Y le he dicho que como solo me hace caso si grito, pues que a partir de ahora gritaré todo el rato. Y me ha contestado que él gritará más
Menudo bucle.
Sé de sobra que gritar NO es la solución, y le he explicado mil veces la importancia de cumplir la palabra dada, que a él le gusta que los demás la cumplan, pues a los demás tambien, y bla bla, que es importante poder confiar en las personas, y bla bla.....y me miraba como quien oye llover
Pero ya no aguanto más.
Estoy harta.
Mi hijo no me hace ni caso.
Llevo muuucho tiempo sin perder la paciencia. No me hace caso, le repito tranquila las cosas, le explico, me enfado pero dentro de los límites, le dejo su tiempo, su espacio....Pero lleva una racha en la que si está de buenas, genial... es un encanto. Pero de repente pasa de mi, o me contesta, o me repite....y da igual que se lo explique, que se lo diga, que se lo repita.
El agravante es que su padre no soporta los gritos (yo tampoco, pero él especialmente sensible, según él, por haber tenido una madre que chillaba todo el rato y para todo). Y si en un momento dado levanto la voz, encima va y se enfada conmigo, y tengo que oir eso de no sé porqué discutís, si en realidad es que sois iguales.
Lo de hoy ha sido la puntilla: llegamos a casa, y me pregunta a ver si puede ver la tele al llegar. Le digo que si, que mientras hago la cena. Pero que luego, a la primera que yo diga que a cenar, que tiene que apagar y venir a cenar. Vale. Le insisto a ver si va a cumplir su palabra, y todo serio me dice que si. Resulta que o el mando, o el descodificador o nosequé, que no consigo poner la tele, y a cambio de pongo una peli.
Nos lavamos las manos, y me explica que faltaba muyyyyy poquito para terminar la peli, que ha venido muy corriendo a cenar pero que la peli estaba en lo más interesante. Y yo le digo que si se porta bien, después del postre le dejo terminar de verla (es la primera vez en su vida que le dejo ver la tele después de cenar). Se pone suuuuupercontento, y me abraza y me da besos, y le explico que la condición es que en cuanto termine la peli, a la ducha, pijama y a la cama. Y que sí. Le insisto en que es muy importante que me diga si luego voy a poder confiar en él, y me dice que si, que ve la peli y seguido a la ducha y a la cama.
Pues bien, después de la peli, le recuerdo es pacto, y pasa de mi. Le insisto y pasa de mi. Le dice su padre y pasa de él, y desnudo por toda la casa corriendo diciendo que no se quiere duchar. Se vuelve a la sala, se tumba en el sofá, su padre se marcha, le digo que a la ducha y que no.... así que me he marchado, He vuelto y más de lo mismo. Total, que al final he pegado un grito hipohuracanado que me habrán oído desde el portal, y encima soy mala, y se ha ido a la ducha pero con su padre, conmigo no ha querido saber nada.... Y le he dicho que como solo me hace caso si grito, pues que a partir de ahora gritaré todo el rato. Y me ha contestado que él gritará más
Menudo bucle.Sé de sobra que gritar NO es la solución, y le he explicado mil veces la importancia de cumplir la palabra dada, que a él le gusta que los demás la cumplan, pues a los demás tambien, y bla bla, que es importante poder confiar en las personas, y bla bla.....y me miraba como quien oye llover
