Tengo un hijo que va camino a los 4 y duerme muy mal. Con dormir mal me refiero a que no consigo ponerle ritmos de sueño, no quiere dormir nunca, duerme poco y a intervalos de pocas horas. Los despertares han pasado a la historia y duerme del tirón (con intervalos cortos pero sin despertares)...en eso hemos mejorado, menos mal. Eso sí; cuando tiene problemas respiratorios yo me sigo despertando las 15 veces (si consigo dormirme) porque su sueño es muy angustioso y con lapsus de respiración, que es frecuentemente.
Sin embargo, seguimos sufriendo con los ritmos de nuestro hijo porque no tiene nunca sueño, duerme poco y nosotros nos dormimos mientras jugamos con él y él se duerme de día en cualquier sitio. El otro día lo llevé dormido a la consulta del médico porque no quiso dormir de noche. No tenemos recursos para dormirle, solamente el coche (mira que le doy teta todavía y ni con esas), pero se puede despertar a las 2, a las 4 de la madrugada y no tener sueño hasta las 8 de la mañana.
Su carácter se junta que es así: muy obtuso. Hay que seguir su camino y no acepta guía, ni ritmos.
Evidentemente dormimos con él, le acompañamos el sueño, hacemos malabares para conseguir convencerle para dormirle. Hasta no hacemos nada y le seguimos su ritmo, con lo cual acabamos destrozados, nerviosos, desesperados, con ganas de llorar...
En este ultimo año sí ha coincidido que sus malas noches han ido acompañadas de problemas respiratorios, apneas, asmas y alergias...etc. Así que ahora está en especialistas y supongo que nos orientarán. De todas maneras se junta todo (enfermedad y carácter) que duerme poco, no acepta ritmos que no sean los suyos, no acepta casi nada y cuando respira mal es una pesadilla, de angustia, preocupación...en esos momentos, con tal y que descanse procuramos que duerma todo lo posible en cualquier lugar, forma y momento (con lo que le rompe también cualquier otro ritmo).
Queremos muchísimo a nuestro hijo, pero estamos pasándolo muy mal porque no podemos más, ni sabemos cómo llevar nuestra crianza, hay muchos puntos que están desbocados y tenemos pocos recursos que aporten soluciones. Entre ellos, necesitamos un ritmo cuando el niño se encuentra bien del asma o lo que sea eso, con un ritmo no hablo que duerma de las diez de la noche hasta la mañana, no tengo las expectativas tan altas: me conformo de las 12 de la noche a las 8-9 de la mañana, con una continuidad de horarios!!!!. Que nos permita ser personas a nosotros los padres.
En fin, nosotros tememos al sueño de nuestro hijo.