- Mar, 02 Nov 2010, 19:04
#379794
Buen día a todos, me acabo de registrar porque buscando soluciones para dormir a mi hija, encontré éste foro y me dije: una ventana abierta al "problema".
Vereis, tengo una niña de 2 años y medio que siempre necesitó que nos quedáramos con ella para dormir. A mi no me importa el echo de quedarme con ella en sí, hacemos la rutina todos los días: baño, cena, cepillarse los dientes, cuento y dormir. El problema llega cuando apagamos la luz y empieza la fiesta: agua, salirse de las sábanas y jugar encima de la cama, abraza sin controlar fuerza y te cubre de besos, otro cuento, querer ir al salón....y a todo ésto le añadimos que a mí se me acaba la paciencia porque no he tenido ningún rato libre para mí en todo el día (al mediodia es mas fácil aunque tambien tiene días, como hoy, que no quiere dormir la siesta y está muerta de sueño) He estado leyendo y ví que tenía que pensar que el tiempo que le dedico para dormir, tendría que verlo como tiempo para yo poder pensar...pero pienso en todo lo que tendría que hacer y me pongo
Estube pensando en llamar a un psícólogo infantil para que nos diera pautas para enseñarla a dormir sola (sin lágrimas, por supuesto) pero ya que os he encontrado, espero que vosotros me podáis ayudar. Hay días en los que tarda en dormirse 15 mint.(despues del cuento) pero otras nos podemos tirar hora y media. Ayer por ejem. hablaba y hablaba y yo no le contestaba por miedo a despejarla y animarla más.
Si podéis aconsejarme....solo quiero que mi hija se duerma
sin necesidad de llorar por ello, quiero que se duerma féliz y no porque esté cansada de llorar. Me hace sentir muy mal, siento que le estoy fallando y no sé como hacer para que su hora de acostarse le resulte un momento agradable y no una tortura.
Gracias por vuestras respuestas
Vereis, tengo una niña de 2 años y medio que siempre necesitó que nos quedáramos con ella para dormir. A mi no me importa el echo de quedarme con ella en sí, hacemos la rutina todos los días: baño, cena, cepillarse los dientes, cuento y dormir. El problema llega cuando apagamos la luz y empieza la fiesta: agua, salirse de las sábanas y jugar encima de la cama, abraza sin controlar fuerza y te cubre de besos, otro cuento, querer ir al salón....y a todo ésto le añadimos que a mí se me acaba la paciencia porque no he tenido ningún rato libre para mí en todo el día (al mediodia es mas fácil aunque tambien tiene días, como hoy, que no quiere dormir la siesta y está muerta de sueño) He estado leyendo y ví que tenía que pensar que el tiempo que le dedico para dormir, tendría que verlo como tiempo para yo poder pensar...pero pienso en todo lo que tendría que hacer y me pongo
Estube pensando en llamar a un psícólogo infantil para que nos diera pautas para enseñarla a dormir sola (sin lágrimas, por supuesto) pero ya que os he encontrado, espero que vosotros me podáis ayudar. Hay días en los que tarda en dormirse 15 mint.(despues del cuento) pero otras nos podemos tirar hora y media. Ayer por ejem. hablaba y hablaba y yo no le contestaba por miedo a despejarla y animarla más.
Si podéis aconsejarme....solo quiero que mi hija se duerma
sin necesidad de llorar por ello, quiero que se duerma féliz y no porque esté cansada de llorar. Me hace sentir muy mal, siento que le estoy fallando y no sé como hacer para que su hora de acostarse le resulte un momento agradable y no una tortura.Gracias por vuestras respuestas
¿nadie que me diga nada?
Intenta pactarlo con ella de antemano, trata de negociar un poco: por ejemplo cuando apagues la luz puede ir a coger agua, al baño si lo necesita etc., después tú te quedas con ella y ella se compromete a dormir.
). Asi que a dormirla, pero con tranquilidad y sin presiones.
. En el fin de semana, dejamos que venga con nosotros un ratito al salón a ver la tele, pero parece que se activa más todavía, empieza a saltar en el sofá, por encima de nosotros, y le decimos: Laura has de estar sentada como papá y mamá, a los 5 mint. se le olvida y está otra vez dando saltos. Por eso digo que lo intentamos todo y se nos sigue escapando de las manos.
y corrigió la postura se quedó pegadita a mí pero destapada, la dejé y al rato quiso taparse (el sueño estaba llamando a su puerta 
) y en poco tiempo más (dos cuentos y alguna canción por su parte) se quedó dormida. Me levanté de su cama, con la satisfacción que se había dormido contenta y sin llorar.
