- Jue, 29 Feb 2024, 18:19
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Buenos días, mi nombre es Ico Gil y respondo como alumna en prácticas de la formación de sueño CESI. Además, soy enfermera y madre de una niña de 2 años. Me gustaría intentar ayudarte.
Entiendo que la situación está siendo agotadora para toda la familia, ya que no saber qué le pasa a la niña siempre es inquietante. Así mismo, veo que les preocupa bastante no saber la causa de dichos llantos.
Por lo que comentas parece que suelen mantener los horarios bastante regulares, ya que siempre hace siesta más o menos a las mismas horas, es decir, que duerme aproximadamente entre 1 hora y hora y media en cada siesta. También suele dormirse y despertarse sobre la misma hora, descansando un total de unas 12 horas durante la noche y 3,5 horas durante el día. Según lo que describes parece que cuando la intentan dormir comienza el llanto intenso, como si no quisiera conciliar el sueño. Sería interesante saber cómo se encuentra la niña animicamente durante el día, es decir, si se encuentra feliz o si por el contrario está irritable, ansiosa o si muestra señales de sueño a horas distintas a las que la suelen acostar a dormir. Quizás sería interesante conocer cómo están siendo los despertares nocturnos en este momento, pues no especificas si han aumentado también durante este mes. También es importante saber si cuando se despierta en la noche se duerme rápido o si por el contrario tarda mucho en dormirse. ¿ Cómo y quien la suele dormir en la actualidad? (Porteada, en la cama, con chupete..)
Habitualmente los niños que tienen entre 12 y 18 meses pasan por cambios que pueden afectar al sueño como puede ser el inicio de la marcha (ya comienzan a caminar por sí sólos), la salida de algunos dientes (como los colmillos o las primeras muelas) y también hacen la transición de 2 siestas a 1, ya que no necesitan dormir tanto durante el día, pues centran la mayoría de su sueño en la noche.
Comentas que la niña está siendo valorada por pediatría por problemas con el hierro, por lo que entiendo que el pediatra está al tanto de la situación. Sería buena idea comentárselo, por si considera que es necesario reevaluar el caso y realizar seguimiento de la anemia, la dentición o cualquier ortra alteración que pueda estar afectándole.
Por otro lado, si valoramos el total de horas que duerme actualmente y la forma en la que se comporta ante las siestas, podríamos deducir que es posible que ya a la niña le esté sobrando la siesta de la tarde, es decir, que quizás esté preparada para realizar esa transición de 2 a 1 siesta, pues llora cuando la vamos a dormir y lucha por no hacerlo. Mi recomendación sería mantener el contacto con la niña a la hora de dormir, pues ello parece que la ayuda a estar tranquila, mantener horarios estables y valorar si cuando la llevamos a dormir la niña ha manifestado alguna señal de sueño (se frota los ojos, se toca las orejitas, bosteza..).
Si al acudir al pediatra éste nos confirma que la niña no tiene otras alteraciones físicas y que el problema del hierro sigue controlado, podríamos valorar la opción de reducir las siestas y pasar de 2 a 1 siesta, la cual sería sobre las 13:00h aproximadamente. Este cambio no lo realizaríamos de un día para otro, sino que sería algo progresivo y siempre en función de cómo vaya adaptándose la niña al cambio.
Si finalmente la solución por la que optamos es la de modificar los horarios de las siestas, lo ideal sería que cada día le intentáramos realizar la primera siesta 15-30 minutos más tarde (hasta conseguir hacer la siesta sobre las 13:00h) y le permitamos dormir como máximo 2 horas, de forma que a media tarde, sobre las 17:00h aproximadamente le podamos otra pequeña siesta de unos 30 minutos máximo para evitar que llegue sobrecansada a la noche. Te pongo un ejemplo:
Si mañana fuéramos a iniciar el cambio en lugar de hacerle la primera siesta a las 11:00h, la intentaríamos aguantar despierta hasta las 11 y media aproximadamente y ahí la acostaríamos a dormir. Si hace siesta muy larga (más de 2horas y menos de 3h) es posible que en la tarde no quiera dormir, por lo que si le queremos intentar hacer siesta podríamos intentar que durmiera de 16 a 17h y dejarla máximo 30 minutos para que la presión de sueño sea suficiente sobre las 22h, que es la hora a la que la suelen dormir en la noche. Pero si resulta que esa tarde se resiste y no se duerme antes de las 17:30h es posible que la mejor opción sea dejarla sin esa segunda siesta y adelantar la hora de dormir de noche a las 21h o incluso a las 20h según los signos de sueño que muestre la niña.
En el segundo o tercer día atrasaríamos otro poco la hora de la sieta y así hasta conseguir que la niña se duerma entre las 13 y las 14h (durante 2h aproximadamente). De esa forma todo su sueño diurno se concentraría en esas horas del día y al despertarse sobre las 15:30-16:00h tendrá suficiente tiempo en la tarde para ir agotando energía y llegar al momento de la noche lista para poder conciliar el sueño sin tanta lucha.
Quedo pendiente de su respuesta para conocer si finalmente el pediatra nos comenta que esta situación se debe a una dolencia física o si por el contrario puede ser por el reajuste de siestas.
Saludos.