- Mar, 02 Mar 2010, 15:59
#360904
Lo primero decirte que comprendo muy bien como te sientes, el cansancio que te invade, la necesidad de decir basta, de querer parar y dormir, descansar… bajar un poco la guardia porque tu peque está tranquilamente durmiendo. He pasado por ahí, aunque sin esa demanda de teti, pero teniendo que estar constantemente a su lado hasta que se dormía. Despertares, pues te diría que no relativamente, porque Rodrigo sólo dormía unas 6 horas. Desde que nació nunca fue un niño de los que hacen siestas y se limitan a mamar y a dormir. Muy al contrario era de los que apenas terminaba de mamar cerraba un momento los ojos para acto seguido empezar a llorar si no estaba a su lado. Todos te dicen que eso cambia con el tiempo, pero en nuestro caso no era así. No había manera de que conciliase el sueño antes de las doce de la noche y a las 6 ya estaba despierto, porque era la hora en que tenía que empezar a vestirle para llevarle a la guarde, en muchos casos no hacía ni siquiera falta que le despertase, ya lo estaba y no te pienses que se dormía durante el trayecto, iba mirándolo todo con los ojos como platos y sólo tenía 6 meses… Y así seguimos durante más de dos años, reclamándome a su lado para que estuviese con él hasta que se dormía… Algo completamente agotador si trabajas, madrugas, y luego estás todo el rato pendiente del peque y cuando llega la hora de acostarle debes seguir ahí porque no te puedes alejar.
Tuve que aguantar a su padre diciéndome que le dejase llora, que se acostumbraría que así no podíamos seguir, pero me resultaba totalmente imposible hacerlo, así que una noche sí y otra también tenía que estar a su lado más de dos horas hasta que finalmente se dormía. Sólo recuerdo una temporada en que conseguí milagrosamente que a las 9 y cuarto estuviese dormido, un mes en que coincidió que su padre estaba de tarde y era yo la que estaba con el peque sola. Hasta que se dormía no encendía ni radio, ni televisión ni nada de nada, con las luces suaves conseguía que durmiese pronto. Pero tampoco duró mucho más, luego volvimos a las “andadas”.
Al final decidí que tenía que conseguir que, si no se quería dormir, al menos se quedase tranquilito en su cuna. Para lograrlo recurrí a una canción y un juego de balanceo. Después de cenar y de decirle hasta mañana a los coches que pasaban por la calle, le cogía en brazos (con 20 meses) y le iba balanceando mientras le cantaba una canción “a dormir, chiquitín, a dormir grandullón, a dormir…” ambos nos tumbábamos en la cama y estábamos ahí un ratito, luego volvía a repetir la canción y nuevamente le llevaba en brazos hasta la cuna, le mecía en mis brazos lentamente hasta que le depositaba con suavidad en el colchón mientras él se reía a carcajadas. No me iba inmediatamente, sino que me tumbaba en la cama junto a la cuna y le daba la manita, le seguía cantando la canción hasta que en un momento dado le decía que iba un momento al comedor (con esa edad ya entiende muchísimo). Me iba y al ratito me llamaba, rápidamente acudía a su lado y le decía lo que estaba haciendo, me tumbaba nuevamente con él y otra ve me marchaba. Con toneladas de paciencia fui logrando que comprendiera que mamá tenía que hacer cosas y que estaba ahí al lado, tan cerquita que un pis pas estaba con él en cuanto me llamaba, y conseguí que, aunque no se durmiese, porque no se dormía, estuviese tranquilito en la cuna, ya jugando con el señor ratón, ya con su bibe, ya simplemente esperando a que le entrase el sueño.
Con ello te quiero decir que aunque parezca imposible, si te armas de paciencia y aguantas el tirón del esfuerzo que requiere (que es muchísimo), lograrás que tu peque se quede en la camita sin necesitarte como consuelo y sin llorar porque sabrá que estás ahí, a su lado, cerca por si te necesita. Posiblemente siga tardando un lustro en dormirse, Rodrigo aún se duerme muy, pero que muy tarde (tarda una hora en conciliar el sueño), pero como sabe que con sólo llamarme me tiene a su lado, está tranquilo y feliz.
Ánimo Sunshine, todo se logra aunque parezca imposible y te lo dice alguien que por culpa del estrés acumulado estuvo 3 meses de baja y con tratamiento, porque no dormía, no descansaba y me sentía tremendamente infeliz.
Un besazo
Salud