- Sab, 26 Sep 2009, 07:48
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HOla, ¿sigue echándose siesta de 3 horas? ¿A qué hora se las echa?
¿Cómo es su rutina nocturna?
Sobre los 18 meses los niños pasan por otra crisis de angustiade separación. Ya han adquirido una nueva autonomía, empiezan a expresarse y todo ello les afecta bastante.
También aparecen las rabietas, las pesadillas, terrores nocturnos y a querer estar más rato despiertos.
Igual lo haces ya pero por si acaso:
Procura que la siesta no sea más larg de las 4 de la tarde o 4.30. Si se despierta más tarde no esperes que a las 10 quiera dormirse. Lo lógico es que retrase la hora de acostarse.
Que pueda explayarse jugando por la tarde al aire libre. Una visita en el parque le sentará bien, que camine, que corra, que suba, que baje, que se divierta. El ejercicio al aire libre ayuda a descansar mejor. Pero ojo, que no sea justo antes de acostarla porque produce el efecto contrario.
Después del parque o del paseo, ya en casa, que todas las actividades estén encaminadas a ayudarla a relajarse. La clave está en conseguir que su cerebro se relaje para llegar al sueño lo más tranquila posible. El ambiente tiene que ser calmado y tranquilo. Leer cuentos, jugar con las pinturas, evitar los juegos que la puedan excitar.
La rutina que hagáis y luego con las luces apagadas a dormir Ves advirtiéndole que es la hora de acostarse para que se vaya preparando.
En la cama si se pone a llorar cuando te alejas no lo hagas. ESo le crea más inseguridad y se traduce en un estado de alarma en su cerebro que hace que tarde más en acostarse. Hay que tranquilizarla, hay que conseguir que no entre en ese estado de angustia que no le deje dormir.
Si ves que tarda en dormir plantearos el salir un rato las dos y probar al cabo de un rato a dormirla otra vez.
Probad con el horario, si la siesta es larga y muy tardana la hora de acostarse será más tarde.
Si la siesta es pronto, la 10 de la noche puede ser muy tarde y al estar tan cansada tarda más en dormirse.
Mira a ver si algo de lo que te he comentado te puede ayudar. Ya sabes que cualquier cambio en su rutina requiere tener paciencia y seguir probando durante unos días para obtener resultados.
Y sobretodo, manten la calma. Acompáñala sin mirar el reloj, acompáñala de corazón, sin tener nada pendiente. Si tú estás relajada tu hija se relajará antes.