- Mar, 28 Feb 2023, 21:10
#436123
Hola! Mi nombre es Constance Aravena, soy de Chile y respondo como alumna en prácticas de la formación de sueño de CESI. Además de esto soy Enfermera, consejera de lactancia y madre de un bebé de 10 meses. Leí tu inquietud y voy a intentar ayudarte.
Te quiero hacer algunas preguntas que nos pueden ayudar a clarificar mejor que podría estar pasando con tu bebé, pero sólo para descartar otras situaciones que podrían estar influyendo y por lo cual este teniendo este aumento de despertares nocturnos.
Primero que todo saber ¿Cuál es el nombre tuyo y de tu bebé? Y me interesaría saber ¿cómo va la salida de los dientes?, ¿Cómo les ha ido con la alimentación complementaría?, ¿cómo ha sido la tolerancia a los nuevos alimentos? ¿Ha presentado alguna alergia alimentaria?, ¿reflujo?.
Por otro lado ¿cuántas siestas está teniendo durante el día y cuál es la duración de estas?.
Estas preguntas apuntan a buscar alguna otra causa asociada a algún problema del bebé, pero en general alrededor de los 8 meses se inicia un proceso psicológico llamado “angustia por separación” y ¿en qué consiste está?, consiste en una etapa de crecimiento de tipo psicológico, donde los bebés asociado a que ya aprenden nuevos hitos motores como gatear, se comienzan a dar cuenta que pueden alejarse de su figura de apego, aparece la conciencia de la madre como un ser aparte, hasta aquí ellos creían que bebé y mamá eran una sola persona. Al darse cuenta de que son dos personas distintas, temen al abandono, por ende aumenta su inseguridad y su demanda hacía los cuidadores principales. Cuando un bebé ve que su madre ha desaparecido de su campo visual, no es capaz de entender que la mamá regresará, él lo verá como que lo abandonaron, por ende responderá con inquietud y llanto desconsolado. Poco a poco logrará entender que él no es una extensión de la madre, sino que es una persona diferente a su madre. Este “hito” puede aumentar los despertares nocturnos, asociado a que los bebes necesitan sentirse seguros y acompañados, necesitan cerciorarse de que su cuidador esta junto a ellos y que no han sido abandonados, una vez que verifican esto, logran seguir durmiendo.
Para lograr sobrellevar este período, recomiendo volver la cuna del bebé a la habitación en caso de que esta no este ahí, para tener un colecho planificado más que reactivo, siguiendo con todas las medidas de seguridad. Esta medida ayudará a poder atender de manera rápida la necesidad de seguridad y/o alimentación durante la noche, haciendo más llevaderos los despertares nocturnos, brindando seguridad y tranquilidad el sueño del bebé. Durante el día por otro lado, reforzar conducta de que la madre aunque no esté dentro de su campo visual no es que lo haya abandonado sino que si se va regresará, esto a través de juegos tales como, el “cu cu”, “¿Dónde está el bebé? o ¿dónde está la mamá?” Poniendo un pañal sobre su cara (siempre y cuando ya sea capaz de el mismo sacárselo) o esconder algún peluche con una manta y que luego aparezca. Además intentar siempre atender las necesidades del bebé de forma inmediata y siempre coherente, mantener mucho contacto físico durante el día pudiendo apoyarse en el porteo ergonómico.
Solicitar la ayuda de la pareja también puede ser de ayuda, involucrarlo en los cuidados tanto diurnos como nocturnos ayudará a que el bebé perciba a otra figura de seguridad, lo que permitirá poder dividir responsabilidades durante la noche para favorecer el descanso mutuo.
Cabe destacar además que está en período de desbloquear hitos motores como el sentarse, gatear y lo querrá practicar en cualquier horario, aquí sólo tener paciencia, es un período de edad difícil para los padres ya que se enfrentan a distintos “hitos” del crecimiento y desarrollo, como también lo son la salida de los dientes y las molestias que estos puedan presentar con mayor medida de forma nocturna, aumentando así también los despertares por la noche.
Mucha paciencia y ánimo, es una etapa transitoria que requiere de mucha contención por parte de la madre, pero que pasará.
Y por último, recordar la importancia de las siestas durante el día, que idealmente haga las siestas que corresponden según su edad que en este caso son 2 al día, ya que el descanso de día les permite llegar tranquilos a su descanso nocturno, no sobrecansados ya que este sobrecansancio dificulta la conciliación de sueño nocturno y aumenta los despertares.
Quedo atenta ante cualquier otra duda y esperando que estos consejitos te sean de utilidad.
Saludos
Constance A.
Bibliografía
Berrozpe, M. (2022). Modulo VIII: El sueño en compañía. En Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).
López, R. (2023). Modulo XV: El sueño de 8 a12 meses. En Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).
López, R. (2023). Protocolo de intervención CESI-Dormir sin llorar de 8 a 24 meses. En Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).